Por Abla Carballo *
Lo Importante No Está En La Superficie
“TE QUIERO, DEMUÉSTRALO”
(Primera nota)
¿Sancionar, aprobar? ¿Legalizar, despenalizar la tenencia de marihuana?
El concepto de estupefacientes es decisivo, tajante porque así lo determina la ley.
Los estupefacientes pueden ser naturales por ejemplo la hoja de coca, la cannabis o el opio, mientras no se les haya extraído alcaloides. O pueden ser sintéticos que se obtienen por refinación o por transformación de unos en otros.
“El término estupefacientes, comprende los psicotrópicos y demás substancias susceptibles de producir dependencia física o psíquica...” (Art.77 del Código Penal). Por su parte, el Decreto 722/91 contiene la nómina de sustancias consideradas “estupefacientes” por el artículo 77 del Código Penal.
La problemática oferta-demanda de drogas es un proceso de comercialización piramidal, en la que los últimos estamentos de la organización están compuestos por consumidores despersonalizados y sin medios para adquirir la droga. Para consumir una dosis les entregan cinco dosis, consumen una y venden las cuatro restantes. Es la tarea cotidiana de distribución y venta de la droga. Son apenas pequeños eslabones de una gran cadena. El resto forma parte del encadenado diario y frecuente que es el enfermo, último eslabón, que como usuario es pasador de drogas para cobrar su dosis. De manera que la idea tan común de que para drogarse es necesario tener dinero, basta convertirse en trafiadicto o formar parte de una pequeña organización familiar dedicada al tráfico de drogas, donde no sólo se estimula el consumo personal sino que se forman los punteros o dealers.
Es una manera de progresar dentro de la organización aunque más no sea en los niveles inferiores. Pero lo que no saben, es que cuando no son útiles a la organización, rápidamente serán eliminados, con un método sencillo, la sobredosis de sustancias estupefacientes. Un crimen perfecto. Un enfermo menos.
Para la ley penal 23.737, sólo son estupefacientes las sustancias incluidas en un listado que prohíbe su consumo, algunas de receta archivada. Otras de venta libre que contienen tolueno como pegamentos, lacas solventes, no son consideradas estupefacientes desde el punto de vista legal pues no están incluidas por la autoridad sanitaria nacional que debe elaborar las listas a este fin y actualizar periódicamente.
Quizás esto explica el peligro que significa que discrecionalmente pueda incluirse o excluirse cualquier droga para penalizar o despenalizar su consumo.
Quizás por ello, informaciones periodísticas, han señalado los fallos contradictorios entre si de dos cámaras federales, en diferencia de sólo dos días, los jueces decidieron sancionar a la persona involucrada, en un caso, y absolver al acusado, en el otro, frente a la misma sustancia prohibida: la marihuana ante cantidades equivalentes.
DESPENALIZAR – LEGALIZAR
Existen diferencias entre despenalizar y legalizar el consumo de drogas ilícitas.
Legalizar es reconocer que las drogas ilícitas están en el mercado como un artículo de comercio legal.
En cambio, despenalizar el consumo, es reconocer que son ilegales y nocivas para la salud, pero que el Estado no está interesado en incriminar a quien las tenga en su poder, o siembre, coseche o las comercialice. Leer más
* DNI 4159560
Lo Importante No Está En La Superficie
“TE QUIERO, DEMUÉSTRALO”
(Primera nota)
¿Sancionar, aprobar? ¿Legalizar, despenalizar la tenencia de marihuana?
El concepto de estupefacientes es decisivo, tajante porque así lo determina la ley.
Los estupefacientes pueden ser naturales por ejemplo la hoja de coca, la cannabis o el opio, mientras no se les haya extraído alcaloides. O pueden ser sintéticos que se obtienen por refinación o por transformación de unos en otros.
“El término estupefacientes, comprende los psicotrópicos y demás substancias susceptibles de producir dependencia física o psíquica...” (Art.77 del Código Penal). Por su parte, el Decreto 722/91 contiene la nómina de sustancias consideradas “estupefacientes” por el artículo 77 del Código Penal.
La problemática oferta-demanda de drogas es un proceso de comercialización piramidal, en la que los últimos estamentos de la organización están compuestos por consumidores despersonalizados y sin medios para adquirir la droga. Para consumir una dosis les entregan cinco dosis, consumen una y venden las cuatro restantes. Es la tarea cotidiana de distribución y venta de la droga. Son apenas pequeños eslabones de una gran cadena. El resto forma parte del encadenado diario y frecuente que es el enfermo, último eslabón, que como usuario es pasador de drogas para cobrar su dosis. De manera que la idea tan común de que para drogarse es necesario tener dinero, basta convertirse en trafiadicto o formar parte de una pequeña organización familiar dedicada al tráfico de drogas, donde no sólo se estimula el consumo personal sino que se forman los punteros o dealers.
Es una manera de progresar dentro de la organización aunque más no sea en los niveles inferiores. Pero lo que no saben, es que cuando no son útiles a la organización, rápidamente serán eliminados, con un método sencillo, la sobredosis de sustancias estupefacientes. Un crimen perfecto. Un enfermo menos.
Para la ley penal 23.737, sólo son estupefacientes las sustancias incluidas en un listado que prohíbe su consumo, algunas de receta archivada. Otras de venta libre que contienen tolueno como pegamentos, lacas solventes, no son consideradas estupefacientes desde el punto de vista legal pues no están incluidas por la autoridad sanitaria nacional que debe elaborar las listas a este fin y actualizar periódicamente.
Quizás esto explica el peligro que significa que discrecionalmente pueda incluirse o excluirse cualquier droga para penalizar o despenalizar su consumo.
Quizás por ello, informaciones periodísticas, han señalado los fallos contradictorios entre si de dos cámaras federales, en diferencia de sólo dos días, los jueces decidieron sancionar a la persona involucrada, en un caso, y absolver al acusado, en el otro, frente a la misma sustancia prohibida: la marihuana ante cantidades equivalentes.
DESPENALIZAR – LEGALIZAR
Existen diferencias entre despenalizar y legalizar el consumo de drogas ilícitas.
Legalizar es reconocer que las drogas ilícitas están en el mercado como un artículo de comercio legal.
En cambio, despenalizar el consumo, es reconocer que son ilegales y nocivas para la salud, pero que el Estado no está interesado en incriminar a quien las tenga en su poder, o siembre, coseche o las comercialice. Leer más
* DNI 4159560
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