Por Miguel Ángel Boti *
Don Raúl, he tardado un poco en recuperarme, porque usted maestro dejó una gran marca en mí, no sólo en lo que se refiere a la política, sino lo más importante en cómo manejarme en la vida misma.
El 31 a la hora de su partida mi corazón sintió una profunda sensación que me era difícil de comprender, pero al seguir sus exequias desde Esquel a casi 2000km lo entendí, en lo humano, sentí una gran tristeza, porque se iba alguien a quien admiré con todo mi corazón y lo quería por el gran tipo que fue, pero como militante político sentí una sensación que ahora sí será reconocido por lo que fue, el gran estadista, el gran demócrata y el extraordinario presidente que asumió la responsabilidad de garantizar la democracia para todos los tiempos, y cumplió tomando todas las medidas que fueron necesarias en pos de ese objetivo.
Ahora le quiero dar las gracias por aprender a que uno debe luchar por sus convicciones en pos de garantizar el sistema democrático, defender los derechos, buscar la igualdad para mejorar la vida de todos.
Tuve en algún momento discrepancias por algunas decisiones, pero yo no estaba conciente de que esa medidas no eran para la coyuntura sino para la posteridad, por ello le pido disculpas, aunque ya sea tarde.
Don Raúl otra vez gracias por lo que me enseñó, gracias por permitirme alguna vez participar de sus charlas y extraordinarios discursos. Intentaré no defraudarlo y hacer política como la aprendí de usted: con honestidad, con austeridad, con convicciones inquebrantables, y así seguir su legado que es el de Alem-Yrigoyen-Illia, servir a la república sobre todas las cosas.
Bueno don Raúl, ahora lo dejo pero no es un adiós sino un simple hasta pronto.
* DNI 13081955
Don Raúl, he tardado un poco en recuperarme, porque usted maestro dejó una gran marca en mí, no sólo en lo que se refiere a la política, sino lo más importante en cómo manejarme en la vida misma.
El 31 a la hora de su partida mi corazón sintió una profunda sensación que me era difícil de comprender, pero al seguir sus exequias desde Esquel a casi 2000km lo entendí, en lo humano, sentí una gran tristeza, porque se iba alguien a quien admiré con todo mi corazón y lo quería por el gran tipo que fue, pero como militante político sentí una sensación que ahora sí será reconocido por lo que fue, el gran estadista, el gran demócrata y el extraordinario presidente que asumió la responsabilidad de garantizar la democracia para todos los tiempos, y cumplió tomando todas las medidas que fueron necesarias en pos de ese objetivo.
Ahora le quiero dar las gracias por aprender a que uno debe luchar por sus convicciones en pos de garantizar el sistema democrático, defender los derechos, buscar la igualdad para mejorar la vida de todos.
Tuve en algún momento discrepancias por algunas decisiones, pero yo no estaba conciente de que esa medidas no eran para la coyuntura sino para la posteridad, por ello le pido disculpas, aunque ya sea tarde.
Don Raúl otra vez gracias por lo que me enseñó, gracias por permitirme alguna vez participar de sus charlas y extraordinarios discursos. Intentaré no defraudarlo y hacer política como la aprendí de usted: con honestidad, con austeridad, con convicciones inquebrantables, y así seguir su legado que es el de Alem-Yrigoyen-Illia, servir a la república sobre todas las cosas.
Bueno don Raúl, ahora lo dejo pero no es un adiós sino un simple hasta pronto.
* DNI 13081955
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