Por Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida
· Va cobrando fuerza la idea de que Chile debe apostar fuertemente hacia este tipo de tecnologías, que no sólo son sustentables sino que representan una buena oportunidad para el desarrollo del país y las comunidades.
Cada día que pasa son más los convencidos de que las energías renovables no convencionales (ERNC) o “alternativas” son una verdadera opción a nivel industrial e individual para proveerse de electricidad no sólo sustentable sino autónoma y, mirando al largo plazo, más barata. Fue ése uno de los ejes centrales del seminario “Soluciones con Energías Renovables no Convencionales” que organizaron en conjunto el Gobierno Regional de Aysén, la Universidad de Chile y la Comisión Nacional de Energía, y el cual reunió durante dos días en el salón auditorio de la Biblioteca Regional a especialistas en el ámbito de la energía solar, mini hidráulica, eólica, geotérmica y de biomasa.
“En lo que mostré quedó más o menos claro que el potencial a nivel país, más allá de cierta discusión sobre las cifras, demuestra que somos una nación muy rica en energías renovables. Y eso va variando de región en región, en función del energético más rentable en cada zona. En el norte es el sol, y acá en Coyhaique la biomasa, el viento y la energía micro hidráulica tienen potenciales gigantes” explicó el doctor en Ingeniería de la Universidad de Dortmund, Rodrigo Palma, sobre la riqueza energética de Chile. Respecto de los costos, señaló que “estas tecnologías tienden a ser más caras que las soluciones de gran escala, pero presentan muchas ventajas en materia ambiental, de imagen y de desarrollo local en términos de trabajo”.
Y las cifras son muy claras. El experto entregó los datos del estudio “Aporte Potencial de Energías Renovables No Convencionales y Eficiencia Energética a la Matriz Eléctrica, 2008-2025” de las universidades de Chile y Federico Santa María, donde se constata que en el ámbito mini hidráulico Chile tiene posibilidades de generar 20 mil MW, en geotérmico 16 mil, en eólico 40 mil, en biomasa casi 14 mil y en solar 100 mil, en total, 190 mil MW. De este volumen, en el Sistema Interconectado Central la capacidad instalada hoy es de sólo 330 MW.
Por esto, en su opinión, uno de los grandes desafíos debe ser “ligar la discusión del desarrollo energético con la discusión sobre las posibilidades de desarrollo tecnológico e industrial a nivel nacional en el tema energía. Creo que ahí hay oportunidades muy interesantes para que Chile se inserte en ser parte de las soluciones energéticas y terminar de ser un mero comprador de tecnología”.
El profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Chile, Roberto Román, mostró datos y antecedentes que desmitifican algunos de los argumentos más utilizados por las grandes empresas eléctricas: la vinculación entre desarrollo y la mayor demanda de energía.
En los países desarrollados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico entre 1970 y 1990 “el producto geográfico bruto creció a una tasa mucho mayor que el consumo energético. Por lo tanto queda en evidencia el esfuerzo hecho en cuanto a buscar procesos y sistemas energéticamente eficientes”. La situación chilena es diametralmente distinta: “Es preocupante el hecho de que el aumento de producto geográfico bruto en los últimos años ha sido bastante más lento que el aumento del consumo energético”.
Para Román esto se agrava con otro aspecto. “En los últimos 20 a 30 años el foco de la idea del desarrollo se ha traducido exclusivamente en las cifras macroeconómicas, y nadie se pregunta en qué se traduce eso en la práctica” explicó, agregando que es fundamental que exista una preocupación por el desarrollo de las regiones “y es esencial que esta región vaya definiendo su modelo de desarrollo y que lo defienda a muerte, no que se lo impongan de fuera, que le vengan a sacar los recursos acá para que otro tenga los beneficios”.
En el caso particular de Aysén, puntualizó que las ERNC son muy relevantes siendo su orden de importancia la mini hidráulica, la energía eólica y solar. “Las aplicaciones solares las vería principalmente para climatización de viviendas y en muchos lugares, incluso en Coyhaique, en agua caliente, reduciendo por lo menos el 50 por ciento de la demanda de agua caliente anual lo que es un ahorro considerable”.
http://www.aisenreservadevida.cl/
· Va cobrando fuerza la idea de que Chile debe apostar fuertemente hacia este tipo de tecnologías, que no sólo son sustentables sino que representan una buena oportunidad para el desarrollo del país y las comunidades.
Cada día que pasa son más los convencidos de que las energías renovables no convencionales (ERNC) o “alternativas” son una verdadera opción a nivel industrial e individual para proveerse de electricidad no sólo sustentable sino autónoma y, mirando al largo plazo, más barata. Fue ése uno de los ejes centrales del seminario “Soluciones con Energías Renovables no Convencionales” que organizaron en conjunto el Gobierno Regional de Aysén, la Universidad de Chile y la Comisión Nacional de Energía, y el cual reunió durante dos días en el salón auditorio de la Biblioteca Regional a especialistas en el ámbito de la energía solar, mini hidráulica, eólica, geotérmica y de biomasa.
“En lo que mostré quedó más o menos claro que el potencial a nivel país, más allá de cierta discusión sobre las cifras, demuestra que somos una nación muy rica en energías renovables. Y eso va variando de región en región, en función del energético más rentable en cada zona. En el norte es el sol, y acá en Coyhaique la biomasa, el viento y la energía micro hidráulica tienen potenciales gigantes” explicó el doctor en Ingeniería de la Universidad de Dortmund, Rodrigo Palma, sobre la riqueza energética de Chile. Respecto de los costos, señaló que “estas tecnologías tienden a ser más caras que las soluciones de gran escala, pero presentan muchas ventajas en materia ambiental, de imagen y de desarrollo local en términos de trabajo”.
Y las cifras son muy claras. El experto entregó los datos del estudio “Aporte Potencial de Energías Renovables No Convencionales y Eficiencia Energética a la Matriz Eléctrica, 2008-2025” de las universidades de Chile y Federico Santa María, donde se constata que en el ámbito mini hidráulico Chile tiene posibilidades de generar 20 mil MW, en geotérmico 16 mil, en eólico 40 mil, en biomasa casi 14 mil y en solar 100 mil, en total, 190 mil MW. De este volumen, en el Sistema Interconectado Central la capacidad instalada hoy es de sólo 330 MW.
Por esto, en su opinión, uno de los grandes desafíos debe ser “ligar la discusión del desarrollo energético con la discusión sobre las posibilidades de desarrollo tecnológico e industrial a nivel nacional en el tema energía. Creo que ahí hay oportunidades muy interesantes para que Chile se inserte en ser parte de las soluciones energéticas y terminar de ser un mero comprador de tecnología”.
El profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Chile, Roberto Román, mostró datos y antecedentes que desmitifican algunos de los argumentos más utilizados por las grandes empresas eléctricas: la vinculación entre desarrollo y la mayor demanda de energía.
En los países desarrollados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico entre 1970 y 1990 “el producto geográfico bruto creció a una tasa mucho mayor que el consumo energético. Por lo tanto queda en evidencia el esfuerzo hecho en cuanto a buscar procesos y sistemas energéticamente eficientes”. La situación chilena es diametralmente distinta: “Es preocupante el hecho de que el aumento de producto geográfico bruto en los últimos años ha sido bastante más lento que el aumento del consumo energético”.
Para Román esto se agrava con otro aspecto. “En los últimos 20 a 30 años el foco de la idea del desarrollo se ha traducido exclusivamente en las cifras macroeconómicas, y nadie se pregunta en qué se traduce eso en la práctica” explicó, agregando que es fundamental que exista una preocupación por el desarrollo de las regiones “y es esencial que esta región vaya definiendo su modelo de desarrollo y que lo defienda a muerte, no que se lo impongan de fuera, que le vengan a sacar los recursos acá para que otro tenga los beneficios”.
En el caso particular de Aysén, puntualizó que las ERNC son muy relevantes siendo su orden de importancia la mini hidráulica, la energía eólica y solar. “Las aplicaciones solares las vería principalmente para climatización de viviendas y en muchos lugares, incluso en Coyhaique, en agua caliente, reduciendo por lo menos el 50 por ciento de la demanda de agua caliente anual lo que es un ahorro considerable”.
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