Por Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida
· Durante dos días se abordaron diversos temas relacionados con la situación natural de la Patagonia binacional.
· Represas en los ríos Baker y Pascua en Chile, y Carrenleufú en Argentina, y minería sobre el río Los Antiguos y el lago Pueyrredón en Argentina, preocupan a las comunidades locales.
Representantes de los concejos deliberantes de la Patagonia argentina junto a dirigentes de organizaciones de la provincia de Palena y la Región de Aysén en Chile se reunieron el fin de semana en Futaleufú en el marco del Segundo Parlamento Medioambiental de la Patagonia y emitieron un acta en la cual, entre otras medidas, se comprometieron a oficiar a los ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países para solicitar que se cumpla con el Protocolo Sobre Recursos Hídricos Compartidos del Tratado de Medioambiente binacional de 1991. Esto, a raíz de diversos emprendimiento mineros y de represas que se están desarrollando (o se pretenden materializar) en cuencas comunes sin que existan aún planes generales de utilización, según mandata dicho cuerpo legal.
Los dirigentes basan su solicitud en el plan de concretar iniciativas como la represa La Elena en la provincia argentina del Chubut, sobre el río Corcovado (conocido también como Carrenleufú), que desagua en el Palena chileno. Se teme que su materialización genere impactos en la zona de la cuenca Palena-Queulat, definida como “territorio emprende” por el Gobierno chileno, la sociedad civil y el sector privado, con priorización para el turismo sustentable.
También su preocupación alcanza los proyectos mineros que se planean ejecutar por parte de la empresa Fomicruz en Monte Zeballos involucrando el río Los Antiguos (en la provincia argentina de Santa Cruz), afluente del lago General Carrera chileno, área declarada Zona de Interés Turístico Nacional y también considerada por el Gobierno, la sociedad civil y el sector privado como Territorio Emprende Chelenko. A esto se agregan los trabajos de exploración que realiza la minera Deprominsa (filial de la canadiense Suramina Resources Inc.) en el sector aledaño al trasandino lago Pueyrredón, afluente del chileno lago Cochrane.
ACTIVIDADES EN LADO CHILENO
En el caso de Chile, avanza la tramitación del complejo HidroAysén, sobre el río Baker (cuenca compartida con Argentina a través del lago Buenos Aires) y el río Pascua (cuenca compartida con argentina a través del lago San Martín). En el primero se contemplan 2 mega represas en tanto que en el segundo tres para una potencia instalada de 2.750 megawatts. Hoy se tramita en Canadá un reclamo del Consejo de Defensa de la Patagonia en contra del Estado chileno por incumplimiento del Acuerdo de Cooperación Ambiental con el país norteamericano, que establece que cualquier persona o institución puede denunciar la falta de cumplimiento u omisión de uno de dichos países de su legislación interna, a fin de evitar el dumping ambiental. Al no contarse con los planes generales de utilización de cuencas compartidas que establece el Protocolo sobre Recursos Hídricos Compartido y estar aún así tramitándose el estudio de impacto ambiental de HidroAysén se estaría vulnerando la Ley chilena. La presentación fue acogida a trámite en diciembre pasado por la Comisión para la Cooperación Ambiental de Canadá
De ahí que la preocupación de los concejales de Trevelin y Puerto Madryn, y dirigentes del Comité de Defensa de la Provincia de Palena, Aguas Libres de Futaleufú, la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida y el Consejo de Defensa de la Patagonia, entre otros organismos participantes del Segundo Parlamento Medioambiental de la Patagonia, se centre en el avance de iniciativas que impactarían recursos hídricos compartidos y comunidades aledañas a las cuencas. Su interés es que se evalúen entre ambos países los diversos aspectos relacionadas en estos emprendimientos.
El impacto de mega proyectos en recursos hídricos compartidos ya se ha analizado en otras regiones del país, como el caso del XXVI Comité de Integración Región de Los Lagos realizado en Valdivia en septiembre del año pasado donde se decidió conformar subgrupos binacionales de expertos de cuencas hídricas compartidas para analizar el caso del río Puelo, que ni siquiera está actualmente en evaluación.
EL TRATADO DE MEDIOAMBIENTE
El Protocolo Específico sobre Recursos Hídricos Compartidos señala explícitamente en su artículo 1º que “las Partes convienen en que las acciones y programas relativas al aprovechamiento de recursos hídricos compartidos se emprenderán conforme al concepto de manejo integral de la cuencas hidrográficas. El aprovechamiento de los recursos hídricos en el territorio de una de las partes, pertenecientes a una cuenca común, no deberá causar perjuicios a los recursos hídricos compartidos, a la cuenca común o al medio ambiente”. Para estos efectos, el artículo 4 del Protocolo citado, señala que “las Partes (…) entienden como recurso hídrico compartido el agua que escurriendo en forma natural cruza o coincide total o parcialmente con el límite internacional terrestre argentino-chileno”.
En tanto, el artículo 5 señala que “las acciones y programas de aprovechamiento de los recursos hídricos compartidos se efectuarán en forma coordinada o conjunta a través de planes generales de utilización.
Notas relacionadas:
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Representantes de los concejos deliberantes de la Patagonia argentina junto a dirigentes de organizaciones de la provincia de Palena y la Región de Aysén en Chile se reunieron el fin de semana en Futaleufú en el marco del Segundo Parlamento Medioambiental de la Patagonia y emitieron un acta en la cual, entre otras medidas, se comprometieron a oficiar a los ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países para solicitar que se cumpla con el Protocolo Sobre Recursos Hídricos Compartidos del Tratado de Medioambiente binacional de 1991. Esto, a raíz de diversos emprendimiento mineros y de represas que se están desarrollando (o se pretenden materializar) en cuencas comunes sin que existan aún planes generales de utilización, según mandata dicho cuerpo legal.
Los dirigentes basan su solicitud en el plan de concretar iniciativas como la represa La Elena en la provincia argentina del Chubut, sobre el río Corcovado (conocido también como Carrenleufú), que desagua en el Palena chileno. Se teme que su materialización genere impactos en la zona de la cuenca Palena-Queulat, definida como “territorio emprende” por el Gobierno chileno, la sociedad civil y el sector privado, con priorización para el turismo sustentable.
También su preocupación alcanza los proyectos mineros que se planean ejecutar por parte de la empresa Fomicruz en Monte Zeballos involucrando el río Los Antiguos (en la provincia argentina de Santa Cruz), afluente del lago General Carrera chileno, área declarada Zona de Interés Turístico Nacional y también considerada por el Gobierno, la sociedad civil y el sector privado como Territorio Emprende Chelenko. A esto se agregan los trabajos de exploración que realiza la minera Deprominsa (filial de la canadiense Suramina Resources Inc.) en el sector aledaño al trasandino lago Pueyrredón, afluente del chileno lago Cochrane.
ACTIVIDADES EN LADO CHILENO
En el caso de Chile, avanza la tramitación del complejo HidroAysén, sobre el río Baker (cuenca compartida con Argentina a través del lago Buenos Aires) y el río Pascua (cuenca compartida con argentina a través del lago San Martín). En el primero se contemplan 2 mega represas en tanto que en el segundo tres para una potencia instalada de 2.750 megawatts. Hoy se tramita en Canadá un reclamo del Consejo de Defensa de la Patagonia en contra del Estado chileno por incumplimiento del Acuerdo de Cooperación Ambiental con el país norteamericano, que establece que cualquier persona o institución puede denunciar la falta de cumplimiento u omisión de uno de dichos países de su legislación interna, a fin de evitar el dumping ambiental. Al no contarse con los planes generales de utilización de cuencas compartidas que establece el Protocolo sobre Recursos Hídricos Compartido y estar aún así tramitándose el estudio de impacto ambiental de HidroAysén se estaría vulnerando la Ley chilena. La presentación fue acogida a trámite en diciembre pasado por la Comisión para la Cooperación Ambiental de Canadá
De ahí que la preocupación de los concejales de Trevelin y Puerto Madryn, y dirigentes del Comité de Defensa de la Provincia de Palena, Aguas Libres de Futaleufú, la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida y el Consejo de Defensa de la Patagonia, entre otros organismos participantes del Segundo Parlamento Medioambiental de la Patagonia, se centre en el avance de iniciativas que impactarían recursos hídricos compartidos y comunidades aledañas a las cuencas. Su interés es que se evalúen entre ambos países los diversos aspectos relacionadas en estos emprendimientos.
El impacto de mega proyectos en recursos hídricos compartidos ya se ha analizado en otras regiones del país, como el caso del XXVI Comité de Integración Región de Los Lagos realizado en Valdivia en septiembre del año pasado donde se decidió conformar subgrupos binacionales de expertos de cuencas hídricas compartidas para analizar el caso del río Puelo, que ni siquiera está actualmente en evaluación.
EL TRATADO DE MEDIOAMBIENTE
El Protocolo Específico sobre Recursos Hídricos Compartidos señala explícitamente en su artículo 1º que “las Partes convienen en que las acciones y programas relativas al aprovechamiento de recursos hídricos compartidos se emprenderán conforme al concepto de manejo integral de la cuencas hidrográficas. El aprovechamiento de los recursos hídricos en el territorio de una de las partes, pertenecientes a una cuenca común, no deberá causar perjuicios a los recursos hídricos compartidos, a la cuenca común o al medio ambiente”. Para estos efectos, el artículo 4 del Protocolo citado, señala que “las Partes (…) entienden como recurso hídrico compartido el agua que escurriendo en forma natural cruza o coincide total o parcialmente con el límite internacional terrestre argentino-chileno”.
En tanto, el artículo 5 señala que “las acciones y programas de aprovechamiento de los recursos hídricos compartidos se efectuarán en forma coordinada o conjunta a través de planes generales de utilización.
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