Enviado por Fiscalía de Esquel
Foto: Diario Río Negro
Los expertos del CONICET realizaron su trabajo de un modo más rápido de lo previsto. La tumba anónima tiene una bóveda de ladrillo por lo cual no fue necesario excavar. En el interior se encontraron restos de un cuerpo femenino vestido con ropas antiguas, también se encontraron los herrajes del cajón en que fue sepultado e indicios de un velorio. Si bien se tomaron muestras que serán analizadas, los expertos no descartan que el cuerpo allí encontrado tenga una data de aproximadamente medio siglo. El trabajo se realizó bajo una copiosa lluvia y mañana (jueves) continuarán siguiendo el protocolo que guía la actividad antropológica forense.
Rastros de lo que fue un ataúd, indicios de coronas, vestimentas antiguas, elementos que quedaron sujetados al concreto de la lápida y el estado de deterioro del cuerpo, hacen presumir a los antropólogos que se encontraron con la sepultura de una mujer que fue despedida con el rito tradicional al momento de su muerte, y que esta se habría producido varias décadas antes de la desaparición de Mónica Villagrán y su bebé.
Los expertos del CONICET realizaron su trabajo de un modo más rápido de lo previsto. La tumba anónima tiene una bóveda de ladrillo por lo cual no fue necesario excavar. En el interior se encontraron restos de un cuerpo femenino vestido con ropas antiguas, también se encontraron los herrajes del cajón en que fue sepultado e indicios de un velorio. Si bien se tomaron muestras que serán analizadas, los expertos no descartan que el cuerpo allí encontrado tenga una data de aproximadamente medio siglo. El trabajo se realizó bajo una copiosa lluvia y mañana (jueves) continuarán siguiendo el protocolo que guía la actividad antropológica forense.
Rastros de lo que fue un ataúd, indicios de coronas, vestimentas antiguas, elementos que quedaron sujetados al concreto de la lápida y el estado de deterioro del cuerpo, hacen presumir a los antropólogos que se encontraron con la sepultura de una mujer que fue despedida con el rito tradicional al momento de su muerte, y que esta se habría producido varias décadas antes de la desaparición de Mónica Villagrán y su bebé.
No obstante estas primeras apreciaciones, el trabajo no se detiene. El equipo del CENPAT CONICET tiene un protocolo para actuar en estas investigaciones y lo sigue al pie de la letra. El jueves continuarán relevando el lugar para asegurarse de que ningún detalle pudiera habérseles escapado.
Bóveda de ladrillo y concreto
La tumba está construida con piso y paredes de ladrillo y fue cubierta por una tapa de hormigón armado. El cuerpo fue sepultado dentro de un féretro, que si bien se halla totalmente deteriorado por el paso del tiempo, pudieron encontrarse sus herrajes.
Muestras
Los antropólogos forenses tomaron muestras que serán analizadas y permitirán saber con precisión la data de ese sepulcro y del deceso de su ocupante. En principio, las conclusiones arrojadas por el primer día de trabajo, se apartan de la hipótesis que señalaba ese lugar como aquel en que podrían haber sido sepultadas la joven y su beba cuyo paradero se desconoce desde hace siete años.
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