viernes, junio 05, 2009

Abra Pampa: denuncian que los habitantes están “condenados” por los deshechos mineros


Enviado por Alicia Jardel
Fuente: Primera Fuente


“Los habitantes de Abra Pampa están condenados por la contaminación de las mineras”. Así lo describió una docente rural que durante un año enseñó en una escuela de esa localidad de la puna jujeña. Hoy, a causa de trece casos de cáncer en niños del lugar, el establecimiento educativo cerró sus puertas. “Los chicos padecen cáncer y otras enfermedades típicas de adultos”, sostuvo la docente. El terrible daño causado por desechos abandonados de antiguas explotaciones mineras. Un lugar recóndito donde la resistencia social toma mayor protagonismo pero la impunidad sigue matando gente.

Se la percibe temerosa y no es para menos. Tras la publicación de ayer sobre la masacre silenciosa que se vive en la puna jujeña, esta maestra y su familia recibieron llamados telefónicos intimidatorios. Sabe que hablar de su dura experiencia como docente en una escuela de Abra Pampa permite romper el silencio que el gobierno y las empresas mineras que explotan en la zona pretenden imponer para que no se difunda lo que está pasando.

Durante el año que trabajó en la escuela Nº 245 Teresa Monay, en Carahuasi (Abra Pampa), Natalia Mechaluca vivió en carne propia lo que es morirse de a poco por tener la sangre contaminada con plomo. Notó que de 5 microgramos por decilitro de sangre de este elemento pasó a tener 18. Si este valor ya es muy alto para el organismo de un adulto, los estragos son mucho más sensibles en los niños. Da cuenta de esto, los trece chicos que alguna vez fueron alumnos de Natalia y que hoy padecen cáncer.

Como las denuncias de diversas agrupaciones sociales sobre esta situación comenzaron a adquirir mayor trascendencia a nivel nacional, el gobierno jujeño lejos de intentar realizar tareas de remediación ambiental y frenar las explotaciones mineras que destruyen la puna, optó en marzo pasado por cerrar la escuela donde Natalia enseñaba junto a otros dos docentes.

“Lo que viví en ese lugar es terrible. Las minas contaminan el aire y el agua con plomo, arsénico y cianuro, entre otros elementos. La gente se está muriendo. Los chicos padecen cáncer y otras enfermedades típicas de adultos como problemas respiratorios y afecciones pulmonares. Hay gran cantidad de tumores en el útero y en los pulmones de la gente de Carahuasi”, describió la docente santafecina.

La resistencia social crece

Claro que la resistencia social ante el desastre ambiental de las mineras, con el tiempo, logró algunos avances que permitieron mitigar en algo la delicada realidad de la zona. Luego de incontables protestas y denuncias, en marzo comenzaron a retirarse los desechos químicos a base de cianuro que se hallaban dispersos en la ex mina puneña Pan de Azúcar. La escoria fue trasladada a instalaciones de Minera El Aguilar para su tratamiento final.

Pan de Azúcar, ubicada a 20 kilómetros de Carahuasi, a 3.850 metros sobre el nivel del mar fue abandonada hace unos 25 años dejando desechos altamente peligrosos, afectando a poblaciones y animales de la región. Allí se obtenían concentrados de plomo, plata y zinc con altos contenidos de antimonio.

Sin embargo, así como tuvieron que pasar más de dos décadas para quitar los desechos contaminantes de Pan de Azúcar, aún no se sabe qué pasará con la escoria librada a los fuertes vientos puneños de la fundidora Metal Huasi.

Cerrada en 1990, Metal Huasi, es responsable, según denunciaron ONG ambientalistas, de unas 10.000 toneladas de escoria vitrificada y otras 600 de humos blancos -similares a cenizas-, los más volátiles y tóxicos.

Ocho de cada diez niños de Abra Pampa, enfermos por el plomo

Recientemente la Universidad Nacional de Jujuy, encargada de evaluar el impacto de la actividad de compañías mineras en la región, dio a conocer que el 81 por ciento de los niños que habitan la comunidad de Abra Pampa, tiene plomo en sangre en cantidades dañinas para su salud.

"Los límites máximos permitidos en Argentina son de 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre pero hay países que bajaron esos límites", la "literatura científica dice que a partir de cinco miligramos los niños tiene daño neuromadurativos", sostiene el estudio.

"Un 81 por ciento de la población infantil muestrada tiene valores por arriba de cinco microgramos por decilitro en sangre, o sea, que es población infantil en riesgo", precisó la titular del Grupo de Investigación Química Aplicada (INQA) de la Universidad de Jujuy, Graciela Bovi, en declaraciones reproducidas por la Argensur.Info. Los valores corresponden a un muestreo de 234 chicos de entre 5 y 12 años habitantes de este pueblo puneño.

“Los habitantes de Abra Pampa están condenados por la contaminación de las minas. Como saben el daño que estas causan, las empresas traen obreros de otras partes del país y de Bolivia a trabajar. Los que denunciamos lo que está pasando allá recibimos amenazas pero, por mi integridad y mi familia, prefiero no decir de dónde provienen”, agregó Mechaluca. La maestra de 29 años hoy continúa con su vocación docente en una escuela rural de Formosa, alejada del impacto de las mineras. Sin embargo todavía soporta el daño que por un año la impunidad dejó en su sangre.

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