jueves, junio 25, 2009

Informe: “Volvió a explotar la Megacausa”


Por José Fernando Nuño*

La Megacausa explotó el miércoles cuando se sentó nuevamente en el banquillo de los acusados el fundamentalista dicen algunos otros de sus coimputados lo califican de delirante pero lo cierto es que fue el gerente general del Banco en la época de la gran crisis 2001 cuando estuvo cerrado y sin embargo dicen que lo sacó a flote con la ayuda del ex vicepresidentre el gremialista González.

No se explica cómo está imputado cuando fue indudablemente el colaborador, informado o ilustrador de la fiscal Ana Casajùs que, en su momento, sacó chapa con esta causa y luego se fue de la provincia.

Inculpó de los grandes desarreglos al ex gobernador Lizurume, al ex presidente del Banco Jorge Barcia y al ex vice Roberto Jones a todo el directorio que no hacía nada.

Dijo que los abogados Pandolfi de los hnos. Fernández y Heredia de José Arrechea fueron a verlo a Hubo Barone jefe de la defensa pública para que influya a través del abogado designado Sergio Rey para que John Williams, el puro, no declare porque embarraba a todo el mundo.

Hago mío porque es veraz y yo estuve en la audiencia el informe oficial del periodista José Luis Pope del ministerio público fiscal.

Hoy seguramente vendrán las réplicas y contrarréplicas de los coimputados especialmente ex funcionarios tocados por esta declaración inédita.

Durante aproximadamente cuatro horas estuvo declarando el ex gerente general del Banco del Chubut, contador John Williams, relatando diversas circunstancias donde fueron protagonistas ex funcionarios de la entidad y también personajes del poder político, con la particularidad que aceptó y pidió ser consultado por parte de los acusadores, ya sea Fiscalía o querella, porque indicó que necesitaba sacarse las dudas acerca de la acusación que lo tiene como uno de los imputados.

El declarante expresó en el comienzo que obviamente siente, de acuerdo a como se vienen dando los hechos, que debe ser condenado por el Tribunal, diciendo que siempre se prestó a la requisitoria de la Justicia en sus distintas etapas, declarando todo lo que sabe y aportando documental como prueba, pero siempre terminó perjudicado, llegando a estar acusado, con prohibición de salir del país y otras medidas. “Yo no me quiero morir con esta duda” manifestó Williams, agregando que se cansó de explicar y contar siempre lo mismo, “y como voy a expresar lo mismo creo estar en un problema”. Además de comentar las presiones recibidas en torno a esta causa, pidió que le pregunten todo lo que quieran.

Comentó que en 2002, ya conociendo de su proceso, llegó a charlar alguna vez con Blas Mesa Evans sobre esta situación, habiéndole manifestado el abogado que su implicancia se daba por no desimplicar a los integrantes del Directorio. Es decir, todo le pasaba por no despegar con sus declaraciones a los directores del Banco, cosa que no iba a realizar, dado que nunca trabajaban como debían.

LA DENUNCIA CONTRA DEFENSORES

Una situación particular se vivió cuando el Dr. Pandolfi, defensor de los hermanos Héctor y Orlando Fernández pidió que solo conteste sobre temas relacionados con su imputación particular y preguntó si las defensas podían participar del interrogatorio. Williams respondió que iba a declara lo que se le cante, lo que tuviera ganas, en el afán de ejercer sus derechos, a la vez que indicó no iba a responder preguntas de las defensas.

Pero subrayó que el Dr. Heredia, junto al propio Dr. Pandolfi , cuando pasó a ser defendido por el Dr. Sergio Rey, integrante de la Defensa Pública , se reunieron con el Dr. Hugo Barone, titular del Ministerio de la Defensa para evitar una posible declaración, y agregó que su anterior abogado, el Dr. Luis López Salaberry, defensor actual del Lic. Roberto Jones, no había dejado decir la verdad, con la excusa de mantener una estrategia.

El Dr. Pandolfi admitió la existencia de una reunión, aunque desmintió los dichos de Williams, calificándolos de insinuaciones calumniosas, en tanto el Dr. Heredia habló de falsedad, además de reservarse el derecho de impugnar preguntas de los acusadores.

El Dr. Daniel Baez solicitó el testimonio de John Williams, manifestando no haber imaginado nunca la posibilidad de coartar el derecho a la defensa de un ciudadano, tal como quedó evidenciado, por lo que evaluarán posibles acciones a seguir, debido a lo denunciado por el imputado.

EL INTERROGATORIO Y LA DECLARACION DE WILLIAMS

Luego de esto, el Dr. Silvestroni, integrante de la querella representante del Banco comenzó el interrogatorio que se extendió hasta las 13,30, habiendo intervenido en la última parte el Dr. Baez, del Ministerio Público Fiscal.

En el transcurso de la declaración se pudo escuchar relatos sobre diversas circunstancias que Williams vivió durante su estadía en el Banco, según sus propias palabras, tres años donde pasó absolutamente de todo, contando desde el temor evidente de los empleados bancarios a propósito de las directivas emanadas de los superiores, pasando por la presión ejercida por los empresarios y el poder político, hasta la falta de compromiso laboral de la mayoría de los directores de la entidad.

En ese contexto, y como reflejo de lo antedicho, mencionó que el 19 de diciembre de 2001 envió una nota a directores, al Ministro de Economía y al gobernador por un hecho ocurrido el día anterior, 18 de enero. Ese día desde Trelew piden autorización para que Orlando Fernández pueda cobrar un cheque de 15 mil pesos, negando el mismo esa posibilidad, recibiendo como contrapartida un nuevo llamado donde le dicen que Fernández iba “recaliente” hacia Rawson. Comenta haber hablado con Mario González y Ana Zamarreño para que lo atiendan, pero no era posible realizar esa operación porque el Banco no estaba en condiciones de hacerlo.

Entonces viene uno de los directores, Rodolfo Quiroga, diciéndole que lo había llamado Cacho Lizurume para arreglar el tema con Fernándes, lo cuál me puso muy mal: “ahí decidí redactar una nota a los directores, al Ministro y al gobernador donde les decía: muchachos, déjense de joder, en otras palabras...” . Reconoció que el mismo Lizurume lo llegó a llamar para pedirle por la liberación de fondos para el empresario.

También dijo haber solicitado a Roberto Jones, junto al síndico Viñals, que haga algo con Barcia para que pare de emitir giros en descubierto, además de haberle contado sobre el endeudamiento de Arrechea, a la vez que el síndico le contó en el mismo encuentro que el bloque justicialista estaba dispuesto a elevar denuncia penal por situación de Áridos Fontana.

Aquí agregó que Samamé fue a Procuración para anticiparse al justicialismo y proteger mediante su denuncia a su amigo Lizurume. Viñals le pidió a Jones que se juegue las pelotas por las medidas que iba tomando el propio contador, pero de cada reunión nos íbamos conformes y después no hacía absolutamente nada.

En su larga exposición, que continuaba a partir de las 16 hs., dejó constancia con sus dichos que la cuenta de Tecneco la manejaba el propio Barcia y detalló como trataron de refinanciar la deuda a través de Ley de refinanciación de pasivos que no estaba vigente y que aceptaba títulos provinciales, cuyo valor en plaza era del 28 por ciento, a un valor de mas del 70 por ciento. El dice haber opuesto resistencia a la entrada de esos bonos al Banco, que luego fueron encontrados en los allanamientos realizados en la sucursal del Banco en Gaiman, dejando entrever que pertenecían a los hermanos Fernándes.

Sobre estos últimos, indicó que el 24 de febrero de 2001, Jones lo llama para manifestarle el descontento que existía sobre su persona de parte de Barcia y Fernándes, con quienes trató de hablar en un viaje a Comodoro para la inauguración de los Astilleros con la presencia de De la Rúa. Barcia directamente lo esquivó, mientras que con Héctor Fernándes se reunió la semana siguiente en Rawson y recuerda la frase final del empresario: “ si vos tenés problemas con Cacho (por Lizurume) Roberto (por Jones) o Jorge (Barcia), los vas a tener con nosotros...”

Siempre, en el transcurso de su declaración, dejó traslucir que debió meterse en medio del tornado para poder precisar como se daba el tema de las autorizaciones para los mayores endeudamientos. En ese sentido, dijo que consiguió se le concedieran facultades amplias, ya que los directores preferían que otro se ocupe: “me dieron facultades pero me dejaron solo. Yo necesitaba responsabilizar, precisar quienes eran los que autorizaban, y había mucho temor, me decían que no me metiera con esta gente, que en serio eran mafiosos...” , manifestó Williams, precisando que se referían a los hermanos Fernándes, que actuaban a través de Barcia y cía.. Nombró a Nora Side, quien practicó el no te metás, y al gerente Raúl González, entre otros, que alguna vez le dijo: “yo quiero seguir viviendo en Trelew”.

Relató que una vez el director Quiroga dijo que no iba a pronunciarse sobre aspectos relacionados con la cuenta de Aridos Fontana, porque tenía sus reservas, cuando en realidad era su deber, ya que para eso cobraba y tenía obligaciones, pero recibía instrucciones de Samamé. Esto coincidió con los cambios que el iba produciendo como gerente general, y la decisión de cambiar a Luis Vila y Carrizo de funciones.

En febrero de 2001 Quiroga le advierte que esos cambios le pueden costar la cabeza, a lo que contesta sobre la necesidad de los mismos y su firme postura al respecto. Entonces Quiroga le espetó: “mirá Williams, acá si mi culito no me lo cuido yo, nadie me lo cuida”. Esa era la postura de la mayoría que veían lo que pasaba pero no decían nada por temor.

Habló también de la falta de autorizaciones para los créditos en descubierto, ratificando la responsabilidad de Silvia Beros sobre cuentas como las de Áridos Fontana, Geosur y Amep, entre otras. Se acostumbraba a las autorizaciones verbales, por teléfono, cosa que se cambió con su decisión de informar todo por escrito. A Silvia Beros, adscripta a gerencia general, la envió a formar parte de una gerencia que no tuviera vinculación ni facultad para asistir a las empresas. Había muchas incompatibilidades, y en este caso, no era compatible que maneje cuentas y haga análisis crediticio a la vez, consideró.

El contador John Williams sigue declarando por la tarde, desde las 16 hs. en el Teatro Verdi, según lo dispuesto por el Tribunal presidido por el Dr. Roberto Portela, no habiendo aceptado la posibilidad de protección policial, dejando constancia que dará a conocer cualquier tipo de presión, que ya ha sufrido tanto él como su familia según lo hizo saber, en forma oral y pública ante este cuerpo colegiado.

* DNI 5.192.940

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