lunes, junio 22, 2009

“¡Lo mismo un burro que un gran profesor! Sobre el encuentro entre Das Neves y Tedesco””


Por Corina Milán *

Sobre el encuentro entre el gobernador Mario Das Neves y el ministro Juan C. Tedesco en Trelew y sus declaraciones acerca de los docentes.

Sé que no me hace bien, pero no pude evitar leer en el chubutín las notas referidas a educación que la semana pasada tuvieron como protagonistas al Ministro de Educación nacional y al Gobernador de la provincia.

Si no tuvo la oportunidad de leer la papeleta oficial, le cuento: resulta que ambos funcionarios coinciden en su valoración negativa del accionar de los docentes. Resulta que los docentes son unos insensibles por quejarse por sus salarios, que son mejores que los que tenían en gestiones anteriores (porque lo de la herencia no lo dejan de decir, aunque haga años que son gobierno con rachas de “vacas gordísimas”).

Resulta que el que manda a reprimir y judicializa a trabajadores de la educación que pedían paritarias dice que forma “parte de una doctrina humanista que hace centro en el ser humano” (la sanata y la redundancia son de él: SIC).

Resulta que el sociólogo pseudo-progre que en los 90 hablaba de construir consensos institucionales tejiendo redes y que hoy no pone la cara para enfrentar los cientos de conflictos que atraviesa la educación a lo largo y ancho del país, se jacta de la obra pública como el mayor logro de su gestión (cuando todos sabemos que atrás de cada obra se montan impunemente negocios muy redituables para los funcionarios corruptos).

Resulta que el Ministro (uno de los gurúes de la reforma neoliberal que venía con los nuevos dogmas de las Ciencias de la Educación para hacer su aporte a la devastación del ya maltratado sistema -1) y el Gobernador (el caudillo autoritario 80% abogado que lleva a golpe de fusta y chicana el galope de Chubú) se elogian entre ellos por estar en el mismo bando, justo en la vereda de enfrente de la de los docentes. ¡Alcoyana-Alcoyana! ¡Bingo y Cambalache a la vez!

Mientras pienso por qué me enojo tanto, se cuela un pensamiento que viene de otro lado, del recuerdo de las palabras de una colega que en el acto del día de la bandera rescató el valor que Belgrano le daba a la educación, a la que consideraba el camino para la superación de la sociedad y a los maestros como el recurso privilegiado para guiar ese proceso. Él, que era un verdadero humanista y un intelectual que se bancaba con el cuerpo las ideas que defendía, donó la paga que el estado debía darle por sus servicios –pese a que estaba en una situación económica y personal complicada- para la construcción de cuatro escuelas; y por si fuera poco, se tomó el trabajo de redactarles un reglamento en cuyo primer artículo manifestaba que el maestro de escuela debe ser bien remunerado, por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer.

Y a esta altura, la irritación se vuelve pena: ¡qué diferencia de valores! ¡qué cortedad de miras tienen las figuras políticas de estos tiempos! ¡qué triste que esté tan degradada la imagen de los educadores y que a nadie le importe!

Sin embargo, me consuela creer en la importancia del trabajo que hago, me estimula pensar en que contribuyo mínimamente a que al menos uno de los cientos de alumnos con los que me vinculo no forme parte del rebaño amansado que camina sin ver el camino por el que lo lleva el patrón-poderoso de turno. Espero que algún chico logre construir el suficiente sentido crítico para ejercer su ciudadanía a conciencia y que el día de mañana no vote sin saber qué vota; o peor, no vote creyendo en que el patrón es bueno porque le dio la casa o el plan. Ojalá pueda ayudarlo a que aprenda que el patrón no es el dueño, aunque se porte como tal; que es un representante que nos debe rendir cuentas con respeto y que lo que hace, lo hace con nuestra plata y recursos; que no nos regala nada y que la política es mucho más que esta clase de políticos; que la política es pensar en el bien de la comunidad y que para pensar hay que saber y que por eso la educación es tan importante y que por eso hay patrones que no nos quieren a los que enseñamos a pensar.

Mientras pienso, ellos se jactan del inminente triunfo electoral. Ellos viven el voto como el aval democrático para seguir haciendo su juego. Yo sigo pensando: la historia muestra muchos casos de plazas llenas y líderes vitoreados que hirieron a la sociedad por acción u omisión, ¿qué nos depara el futuro? El poder es un ropaje que no siempre se corresponde con las esencias de quienes lo detentan. Los que marcan la diferencia son los que reúnen las mejores cualidades humanas a fuerza de aprendizaje y amor, siendo capaces de entregarse de esa misma forma, sin mezquindades, renunciando a los seductores beneficios del poder. Por algo Belgrano dejó tanto y se llevó tan poco.

* Docente en Esquel
D.N.I. 24.021.935

1- Para corroborarlo basta leer el artículo que escribió en Para qué sirve la escuela, compilado por su amigo Daniel Filmus (otro de los gurúes que terminaron acomodándose al lado del poder), en 1994.
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4 Comentá esta nota:

Unknown dijo...

Hola no estoy de acuerdo con todo lo que dice esta Sra. si realmente el sistema educativo y los docentes fueran tan buenos, no estariamos como estamos, siempre se habló de la escuela como un segundo hogar y demas versos... y resulta q lo unico que les interesa a los docentes es pasar acobrar a fin de mes y quedar bien con los directivos.. no les importa si el alumno aprende o no... con tal de no trabajar se prenden de cualquier cosa, llega el dia miercoles y ya quieren terminar la semana asi... cualquiera quiere ser docente... encima se cargan de horas, las q nunca les son suficientes dejando todo a medias total los que pierden son los alumnos... ellos siguen cobrando igual... y despues se quejan del gobierno... no esque salgo en defensa de este, que por cierto tengo muchas criticas tambien.. lo unico que me queda es luchar y hacer lo mejor para ser mejor que los demas... ya que a ellos no les interesa nada mas.. docentes sigan com estan total las consecuencias la tendremos nosotros y nuestros hijos...

matías dijo...

Evidentemente, silencio habla desde la más completa y absoluta ignorancia, algo muy común en nuestro querido y afectado país. Pero debo decir que no es su culpa, es simplemente una víctima más del vaciamiento intelectual de las últimas decadas, producto de un sistema político y económico que ha despreciado la educación como vía de crecimiento y búsqueda del bienestar de una sociedad. Todas las críticas y señalamientos referidos a "los docentes" carecen de fundamentación, y pecan de ser vagos y excesivamente generales. Obviamente, el sistema educativo y los docentes deben hacer una autocrítica, y corregir vicios enquistados durante tanto tiempo. No obstante esto, todos los comentarios vertidos por este anónimo, son tan vanales y superficiales que podrían ser afirmados por cualquier hijo de vecino. Por otro lado, sería interesante conocer desde qué lugar de autosuficiencia está escribiendo, qué lo hace pensar que es tan "luchador por los demás", como él mismo sostiene. Ni siquiera sabemos quién es. Por eso, el clásico consejo: cuando alguien no conoce algo, lo mejor que puede hacer es llamarse a su seudónimo (silencio).

Corina dijo...

Estimado silencio: lamentablemente las consecuencias de toda la conflictividad que atraviesa la EDUCACIÓN en nuestro país hace rato la sufren tus hijos y los de todos (los docentes también son padres y madres). Incluso tus propias dificultades para sostener argumentos que vayan más allá de los lugares comunes que circulan como "verdades" improbables (o sea, son falacias) dan cuenta de que también tenés problemas de tipo educativo. Generalizar y simplificar los problemas para neutralizarlos también es uno de los mecanismos que lleva a que todo esté como tanto te molesta.
Hay docentes mediocres o irresponsables como en todas las profesiones y rubros; aunque resulte una obviedad es necesario mencionar (porque evidentemente no tenés esta noción) que hay también docentes idóneos, cumplidores, apasionados y que hacen su tarea más que bien. Si no fuera así, el sistema hubiera colapsado hace rato y esataríamos mucho peor de lo que vos decís y demostrás.
Pero volviendo a tus demandas, yo también creo que los docentes como gremio (para seguir tu línea de "todos en la misma bolsa")tenemos y podemos mejorar nuestro servicio a la comunidad; pero eso VALE: hay que capacitar y pagar sueldos acordes a la excelencia. Si los docentes ganan mal, viven mal, no pueden actualizarse, no se sienten valorados ni motivados y por mucha garra que le pongan la calidad de la educación también sufre. ¿Entendés silencio?
Como docente de tiempo completo, no me voy a perder la oportunidad de enseñarte algo: hay una milonga de un sabio que se llamaba Atahualpa Yupanqui que se llama como vos y en su letra dice: "le tengo rabia al silencio por todo lo que perdí, que no se quede callado quien quiera vivir feliz".
Cordiales saludos

matías dijo...

Eso... y "BANAL" se escribe con "B"!!! Salud

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