Por Anselmo Montes *
Los socialistas creemos en la ética legislativa. La ley, entendida como un imperativo social, debe apuntar a reparar las injusticias así como a reparar todo daño al cuerpo individual o social.
Es sobre esta base que, a nuestro juicio, los legisladores no deberían atacar un acto jurídico justo, pactado libremente y conformado por la ley con el nombre de “paritarias”.
Asimismo, repugna la decisión del Poder Ejecutivo al pedir al Poder Legislativo que anule un acto legislativo justo, base del oportunamente convocado y realizado con la organización sindical de Luz y Fuerza de la Patagonia en cumplimiento de ese imperativo social.
Dado a conocer públicamente por el propio Poder Ejecutivo como un acto maduro para pactar salarios y condiciones de trabajo, aparece ahora como lamentable que el cuerpo legislativo se preste a las incongruencias del Poder Ejecutivo que navega alegremente entre miles de contradicciones.
Hoy ese mismo Poder Ejecutivo que firmó con su mano pretende utilizar el codo del Poder Legislativo para borrar lo que convalidó. En una detestable actitud que denuncia su franco enfrentamiento con la organización sindical a la que pretende "disciplinar" por haber priorizado los intereses de sus representados por sobre los intereses particulares.
Pretender, como lo pretende el Poder Ejecutivo al pedir al Poder Legislativo que no homologue el acuerdo alcanzado, es absolutamente repudiable.
* Resp. Político PSA del Chubut
Nota relacionada: No habrá aumento para Luz y Fuerza
Los socialistas creemos en la ética legislativa. La ley, entendida como un imperativo social, debe apuntar a reparar las injusticias así como a reparar todo daño al cuerpo individual o social.
Es sobre esta base que, a nuestro juicio, los legisladores no deberían atacar un acto jurídico justo, pactado libremente y conformado por la ley con el nombre de “paritarias”.
Asimismo, repugna la decisión del Poder Ejecutivo al pedir al Poder Legislativo que anule un acto legislativo justo, base del oportunamente convocado y realizado con la organización sindical de Luz y Fuerza de la Patagonia en cumplimiento de ese imperativo social.
Dado a conocer públicamente por el propio Poder Ejecutivo como un acto maduro para pactar salarios y condiciones de trabajo, aparece ahora como lamentable que el cuerpo legislativo se preste a las incongruencias del Poder Ejecutivo que navega alegremente entre miles de contradicciones.
Hoy ese mismo Poder Ejecutivo que firmó con su mano pretende utilizar el codo del Poder Legislativo para borrar lo que convalidó. En una detestable actitud que denuncia su franco enfrentamiento con la organización sindical a la que pretende "disciplinar" por haber priorizado los intereses de sus representados por sobre los intereses particulares.
Pretender, como lo pretende el Poder Ejecutivo al pedir al Poder Legislativo que no homologue el acuerdo alcanzado, es absolutamente repudiable.
* Resp. Político PSA del Chubut
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