lunes, julio 27, 2009

Opinión: “Después De Todo", por Corina Milán

Por Corina Milán*

Decí, por Dios, qué me has dao
que estoy tan cambiao,
no sé más quién soy...”

Enrique Santos Discépolo, Malevaje


Lanata se vendió junto con Crítica”, escribía un amigo en un mensaje de texto, el pasado jueves, mientras emitían el programa en el que el periodista entrevistaba al Gobernador de Chubut.

Lamentablemente, así parece si reparamos en la indulgencia con la que en estos últimos tiempos viene tratando a los políticos del momento. Quedaba poco -y se nota que ya nada- de aquel que hacia fines de los 80 fundara Página 12, inventando formatos y un estilo de investigación sobre temas políticos que marcó un hito en el periodismo argentino; aquel que se atrevía a denunciar los negociados de la fiesta menemista, mientras todo el mundo celebraba el uno a uno.

De qué otra forma puede leerse el hecho de su apacible, abúlica, distraída actitud para entrevistar a MARIO2011, quedándose callado ante el elogio monologado del caudillo que le cuenta al país que convirtió a Chubut en la tierra prometida, que se jacta de ser “un amante de la libertad” (supongo que esa condición hace que se la guarde celosamente para él), que está realizando sus utopías de militante comprometido en los ’70 (frase tan “progre” como inverosímil), que siempre cuestionó al temerario matrimonio K (con el que supo mantener fraternales relaciones hasta no hace tanto), etc., etc.

Tampoco quedan demasiadas opciones de interpretación cuando el periodista, famoso por el nivel de información que maneja, se hace alevosamente el otario al referirse a temas controvertidos (dice “no estar al tanto”), dando al entrevistado el pie justo para su fabulada versión. En una de estas oportunidades, en referencia al conflicto con los maestros reprimidos, el gobernador explicó que fue una operación de un par de gremialistas quienes, prácticamente, secuestraron a la Ministro de Educación en su despacho; paso seguido a ponerle moño con el anuncio del aumento para el sector docente recién sacado del horno (que puesto en porcentaje, sin decir cuál es el básico hoy, ni cuál es el costo de vida de la región, ni desde hace cuánto no hay aumentos y desde hace cuánto más no existen paritarias, suena ESPECTACULAR). Otro momento antológico de la narración dasnevista corresponde a la anécdota del problema con el policía que lo paró en un control caminero como una suerte de afrenta de la que fuera víctima, y que aceptó mansamente porque le gusta dar el ejemplo (por supuesto, no hizo mención a lo que después le pasó al policía).

Y si hubiera todavía alguna duda sobre la mutación lanatiana, basta observar las señales de amnesia a la hora de preguntar sobre hechos verdaderamente pesados que involucran a la gestión del candidato y que fueron referidos en informes de investigación en sus propios programas de este ciclo (quien quiera chequearlo, busque los videos); como cuando se refirió al NEPOTISMO, o a la falta de leyes para detener a la MINERÍA CONTAMINANTE, o cuando habló sobre LA ENTREGA DE RECURSOS NATURALES COMO EL PETRÓLEO (programa con Pino Solanas), o cuando se mencionaron negociados vinculados a LA PESCA (en un reciente programa con la periodista del Diario Crítica, Jessica Bossi).

Una lástima. No queda más remedio que tacharlo de la lista –cada vez más breve- de periodistas (iba a escribir la palabra “independientes”, pero me suena la voz de Aliverti diciendo que el periodismo no es el cuarto poder, sino que es parte DEL PODER) de los que se podía esperar una posición alternativa al lobbismo. Qué penoso ver que el tipo que se atrevía a mostrar las operaciones del menemato, hoy haga entrevistas parecidas a las que Neustadt le facilitaba, en esa misma época, al de la Ferrari.

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