viernes, julio 17, 2009

Piano, contrabajo y batería: Hernán Lugano Trío se presenta mañana en El Bodegón

Por El Tridente Producciones

18/07- Hernán Lugano Trío – Piano, contrabajo y batería. Se presentará en el Bodegón a la medianoche. Rivadavia 860. Valor de la entrada $25.

Hernán Lugano

Encasillar la música de Lugano con un nombre es poco adecuado. Este joven pianista porteño radicado en Bariloche, ha recorrido un largo camino por los escenarios del mundo desplegando ritmos que van desde el clásico, el cubano y el jazz latino y otras músicas.

Músico tremendo, desafiando las tendencias de la época, el mercado y sus modas marketineras, Lugano , como no muchos músicos del momento, posee una sonoridad y un universo musical que lo colocan en un casillero aparte, bien alejado de cualquier rótulo clasista y cualquier supuesto que lo identifique con algo previsible y estandarizado. Básicamente un músico under, fuera de la gran ruleta rusa que es el negocio de la música, Lugano continúa aportando elementos nuevos a la evolución de una música única y singular. Músicos notables de diversos géneros musicales, han elogiado el trabajo del pianista y otorgado una visión angular y perspectiva, que pueden ayudar a sintetizar el poderío de este artista, y definir su enorme bagage creativo: Astor Piazzolla, Eddie Palmieri, Tommy Flanagan, Egberto Gismonti, Peteco Carabajal, Lito Vitale, Chucho Valdez, Horacio Salgan, Richie Beirach, Enrico Rava, Martial Solal, Horacio Ferrer, Spinetta, etc, se han pronunciado, en distintas etapas de su carrera, muy elogiosamente respecto del trabajo de Lugano, en su doble faceta de compositor original, y pianista virtuoso.

Hernan Lugano es patagónico por adopción, vive en Barcelona y esta habituado a grabar en Dinamarca. Esta transitoriedad revela tanto el carácter centrífugo del jazz contemporáneo como el destino errante de varios músicos argentinos.

Sin embargo, en el caso de Lugano debemos sumar una paradoja que no lo ha favorecido en términos mediáticos, ya que el actual boom del jazz argentino lo encuentra fuera del país, y haciendo un jazz vinculado a la música argentina.

De cualquier modo, y más allá de omisiones y desencuentros, sus colegas y un público reducido pero fiel, lo siguen con suma atención. No seria exagerado afirmar que el pianista se ha convertido en un músico de músicos.

Sin dramatizar a las distancias, Lugano ha desarrollado un estilo pianístico y compositivo más bien ensimismado, exquisitamente musical y sabiamente aireado con pies rítmicos y giros melódicos que asociamos a la geografía argentina.

Queda claro que Lugano compone sobre materiales argentinos -de la milonga pampeana (Milonga Infinita) al candombe (CandombeMood) o el tango (Tango'n Blues)-, pero al interpretarlos se desprende de los modos vernáculos, y entonces queda flotando una cierta atmósfera argentina, casi un deja vú nacional, una reminiscencia que se filtra, episódicamente, entre las armonías a la Bill Evans, el martilleo preciso (clásico) de todas y cada una de las notas y el beat suspendido de un trío superior.

En ésta ocasión El Tridente Producciones presenta el trío de jazz que integra junto a prestigiosos músicos de la talla de Pope González, en contrabajo y Diego Pérez Beveraggi, en batería.

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