Por Gustavo De Vera
Mi hija de 14 años no entiende por qué la abrazo hoy como nunca.
¿Hasta cuándo la noche en Esquel seguirá siendo una ruleta rusa que en cada una de sus fatídicas vueltas, dispara al corazón de nuestros hijos?
Debajo del profundo dolor de la muerte de una niña de 14 años, vuelven a asomarse antiguos interrogantes y un puñado de infames certezas:
- La certeza de que sigue siendo homicida permitir que un menor se ponga al volante de un auto.
- La certeza de que un menor en la noche es una víctima en potencia.
- La certeza de que el negocio de la noche beneficia a unos pocos con el altísimo precio que todos pagamos en la vida de cada uno de estos pibes.
- La certeza de que el silencio es el peor pecado, y el mayor cómplice de esta tragedia.
Y las preguntas más elementales:
- ¿Qué hacen los pibes de 14, 15, 16, 17 años merodeando la ciudad a las cuatro de la mañana?
Es fácil: la ciudad no les ofrece ninguna alternativa para que puedan entretenerse o divertirse en lugares y horarios más adecuados.
Es fácil también señalar la responsabilidad de los padres… pero sólo quienes tienen hijos adolescentes sabemos a cuánta presión social estamos sometidos nuestros hijos y nosotros. Una presión que nace de las mismas entrañas de la sociedad que hoy se mira consternada.
- ¿Quién nos dijo que la felicidad, la diversión y la farra comienzan a las 3 de la madrugada?
Sin embargo, seguimos como zombies descerebrados organizando fiestas de 15 a partir de la medianoche, como si esa noche no fueran -también- menores de edad. Un discurso esquizofrénico, sin dudas.
- ¿Por qué entregamos a nuestros hijos a los mercaderes de la noche?
- ¿Hasta cuándo seguiremos ofreciéndolos, vulnerables como son, a los que habrán de sumergirlos en los pantanos del alcohol, la droga, las vejaciones y el abuso?
Colgaríamos de una soga en la plaza pública a quien osara ofrecer drogas a nuestros hijos; le arrancaríamos el corazón a quien se atreviera siquiera a tocarle el culo a nuestra hijas; encenderíamos una pira y arrojaríamos a ella a quien se acercara con una copa de alcohol a nuestros niños… siempre y cuando eso suceda ante nuestro ojos.
Pero dejamos que eso y mucho más amenace cada noche a nuestros chicos, cuando los dejamos ir de madrugada.
- ¿Hasta cuándo asistiremos pasivos a este desfile de carrozas que cargan lo mejor de nuestro futuro?
- ¿Acaso es necesario recordar la larga lista de jóvenes muertos, mutilados, desfigurados o lisiados que supimos conseguir?
¿Qué hacer?
Un viejo pensador sugería que para entender las causas de un problema, había que preguntarse quién se beneficia con él.
Esquel es un pueblo chico todavía. Nos ofrece la posibilidad de enfrentar estos problemas de frente.
Estoy convencido que bastaría tan la mitad de la energía y el consenso que empleamos en oponernos a la mina, para enfrentar esta otra forma de destruir nuestro futuro. Hay personas con ideas. Los jóvenes mismos piden ser escuchados de muchas maneras.
Seamos creativos, seamos sensatos. Seamos Firmes.
Nadie, ninguna institución ni autoridad podrá desarmar por sí misma un arma que nosotros mismos como comunidad, cargamos cada fin de semana por la noche.
Pero no estamos solos: otras comunidades; otros pueblos han enfrentado estos mismos dramas. Se calzaron sus pantalones largos y los padres tomaron parte del asunto.
Recuerdo que desde el 2003, hace ya seis años, invoqué por diversos medios la experiencia que en varias provincias del norte, realizaban los “Padres de La Ruta”.
Existe una página en Internet que da cuenta de sus resultados, contundentes.
Aprendamos, investiguemos, probemos entre todos.
¿Qué podríamos perder… además de lo que ya estamos perdiendo?
Nota relacionada: “Otro día triste”, por Ximena Angiorama
Mi hija de 14 años no entiende por qué la abrazo hoy como nunca.
¿Hasta cuándo la noche en Esquel seguirá siendo una ruleta rusa que en cada una de sus fatídicas vueltas, dispara al corazón de nuestros hijos?
Debajo del profundo dolor de la muerte de una niña de 14 años, vuelven a asomarse antiguos interrogantes y un puñado de infames certezas:
- La certeza de que sigue siendo homicida permitir que un menor se ponga al volante de un auto.
- La certeza de que un menor en la noche es una víctima en potencia.
- La certeza de que el negocio de la noche beneficia a unos pocos con el altísimo precio que todos pagamos en la vida de cada uno de estos pibes.
- La certeza de que el silencio es el peor pecado, y el mayor cómplice de esta tragedia.
Y las preguntas más elementales:
- ¿Qué hacen los pibes de 14, 15, 16, 17 años merodeando la ciudad a las cuatro de la mañana?
Es fácil: la ciudad no les ofrece ninguna alternativa para que puedan entretenerse o divertirse en lugares y horarios más adecuados.
Es fácil también señalar la responsabilidad de los padres… pero sólo quienes tienen hijos adolescentes sabemos a cuánta presión social estamos sometidos nuestros hijos y nosotros. Una presión que nace de las mismas entrañas de la sociedad que hoy se mira consternada.
- ¿Quién nos dijo que la felicidad, la diversión y la farra comienzan a las 3 de la madrugada?
Sin embargo, seguimos como zombies descerebrados organizando fiestas de 15 a partir de la medianoche, como si esa noche no fueran -también- menores de edad. Un discurso esquizofrénico, sin dudas.
- ¿Por qué entregamos a nuestros hijos a los mercaderes de la noche?
- ¿Hasta cuándo seguiremos ofreciéndolos, vulnerables como son, a los que habrán de sumergirlos en los pantanos del alcohol, la droga, las vejaciones y el abuso?
Colgaríamos de una soga en la plaza pública a quien osara ofrecer drogas a nuestros hijos; le arrancaríamos el corazón a quien se atreviera siquiera a tocarle el culo a nuestra hijas; encenderíamos una pira y arrojaríamos a ella a quien se acercara con una copa de alcohol a nuestros niños… siempre y cuando eso suceda ante nuestro ojos.
Pero dejamos que eso y mucho más amenace cada noche a nuestros chicos, cuando los dejamos ir de madrugada.
- ¿Hasta cuándo asistiremos pasivos a este desfile de carrozas que cargan lo mejor de nuestro futuro?
- ¿Acaso es necesario recordar la larga lista de jóvenes muertos, mutilados, desfigurados o lisiados que supimos conseguir?
¿Qué hacer?
Un viejo pensador sugería que para entender las causas de un problema, había que preguntarse quién se beneficia con él.
Esquel es un pueblo chico todavía. Nos ofrece la posibilidad de enfrentar estos problemas de frente.
Estoy convencido que bastaría tan la mitad de la energía y el consenso que empleamos en oponernos a la mina, para enfrentar esta otra forma de destruir nuestro futuro. Hay personas con ideas. Los jóvenes mismos piden ser escuchados de muchas maneras.
Seamos creativos, seamos sensatos. Seamos Firmes.
Nadie, ninguna institución ni autoridad podrá desarmar por sí misma un arma que nosotros mismos como comunidad, cargamos cada fin de semana por la noche.
Pero no estamos solos: otras comunidades; otros pueblos han enfrentado estos mismos dramas. Se calzaron sus pantalones largos y los padres tomaron parte del asunto.
Recuerdo que desde el 2003, hace ya seis años, invoqué por diversos medios la experiencia que en varias provincias del norte, realizaban los “Padres de La Ruta”.
Existe una página en Internet que da cuenta de sus resultados, contundentes.
Aprendamos, investiguemos, probemos entre todos.
¿Qué podríamos perder… además de lo que ya estamos perdiendo?
Nota relacionada: “Otro día triste”, por Ximena Angiorama
8 Comentá esta nota:
mi Daianita, mi nenita de 14 años se fue en el accidente el día 13 de julio y hoy aparte del infinito dolor que me carcome como un acido por dentro también me queda una bronca absoluta, un odio atroz que también me carcome y hago responsable a un padre, a RUBEN MENEM FERNANDEZ, el como padre fue el culpable de darle un arma a su hijo, un auto, que corto para siempre la vida de mi chiquita y la vida de su familia, sus padres y hermanos jamás volverán a ser lo que eran antes de esa madrugada, no creo en la justicia divina porque soy ateo y hoy mas que nunca no creo en ningún dios y la justicia de los hombres tampoco creo, ya que en un tiempo los veré a padre y al hijo manejando otro auto nuevo 0 km. Solo se que RUBEN MENEM FERNANDEZ anteriormente movió sus hilos políticos para que no le hicieran una multa a su hijo por manejar el auto. Mas culpable aun. Ojala cada padre piense en el futuro de sus hijos ya que son los RESPONSABLES de sus actos. Quisiera ver que esta vez no quede en la nada como siempre y que la justicia actúe y de un escarmiento a padres e hijos que andan por la vida como si no les importara la vida de los demás.
Gabriel Duarte
DNI 22.808.303
Gabriel..con respecto a tu comentario...Vos estas haciendo un mal en acusar a un padre que a mi modo no tuvo nada que ver,solo por hacerlo feliz al hijo.Vos no le regalarias un auto o es mas..a vos tus padres no lo hicieron?o a vos nunca se te cruzo por la cabeza pedir uno en tu adolescencia?..no veo xq tanta acusación?o sea..vos,que tanto culpas..con el mayor de los respetos a la flia...Vos sabias que pasando las 22 ya es responsabilidad de cada padre q un hijo menor ande despues de ese horario??Y si se te escaparon una vez,se te deben haber escapado varias veces antes..no crees?sabias?Entonces no veo cual es la postura tuya..en vez de escribir,acusar,criticar a personas..yo en tu lugar,hablaria con quien corresponda y le pregutaria..en que fallaron?o que sucedió en estos tiempos?Ya que tanto decis que la viste crecer,como lei en el chat..Xq no fuistes vos el q la aconsejo?no crees??yo pienso,que no es hora de andar acusando asi xq si,es hora de q cada uno en su hogar,donde hay menores,los aconsejen,que los adultos los comprendan y escuchen..
Un consejo..Apoyemos a la flia.en este momento de tan profundo dolor y mas adelante,critiquemos,acusemos y demas si hay razones para hacerlo,obio.
(Con el mayor de los respetos a la flia. involucrada).
anonimo: hacer a un hijo feliz esta muy bien, pero con responsabilidad...
anonimo
estoy de acuerdo en un punto con devera.... pero tambien tendriamos que destinar los fondos que se le da a la gente de la cultura a los jovenes y no siempre a los mismos "escritores" asi el fondo nacional de las artes o los fondos de cultura de la provincia no irian siempre a los mismos y muchos jovenes tendrian un proyecto y los sacariamos de la calle... todos tenemos que hacer algo, renunciar a algo.... yo propongo esto, es chiquito pero sirve me parece...
eva
No creo que sea momentos de culpas... No nos llevan a nada. Es momento de reflexionar y acompañarnos. Si la justicia debe actuar o no, es otra cuestión. ¡Aportemos! No sirve mezclar todo... política, fondos públicos, policiía.... Tomemos el tema en serio y comprometamosnos. El espacio de opinión de los jóvenes es importante, pero que los grandes seamos responsables, también.
Anónimo
tu comentario escrito desde la cobardía del anonimato tiene tan poco peso como tus letras que demuestran la falta de conocimiento del caso, que ancha y larga es la red del politicoamiguismo. se hombre y pensa por vos mismo.
Hola es la primera vez que escribo para este blog... pero este tema por el hecho de ser joven me ha tocado un poco de cerca y creo que es necesario dejar de echar culpas y empezar a poner todos un poco de nuestra parte par lograr algo... desde este simple comentario quisiera recordarles a todos los que nos estamos involucrando en este tema, que existe en nuestra ciudad una ordenanza la cual crea el Consejo Municipal de la Juventud y me parece oportuno para los tiempos que corren de reflotar esta idea y ponerla en marcha.. esto esta normado por la ordenanza Nº 148/05(crea el consejo municipal de la juventud), y la Ordenanza Nº 280/05(reglamento para su funcionamiento)... mas tarde tratare de subir las ordenanzas completas, por el momento les dejo los números de ellas... sin mas espero que en la charla del viernes surjan ideas superadoras y se dejen de lado ciertos egoísmos y luchemos todos por nuestros adolescentes y por un futuro mejor…
Alexis Ríos 30.190.840
horarios y lugares adecuados?
De que estan hablando?? que es adecuado? sos quien para decidirlo? o sea que reducimos todo a que el problema es el horario, o el lugar...? no entiendo.
la felicidad, la diversion y la farra empiezan cuando uno quiere, y no esta mal, se llama libertad, y cada uno la maneja a su antojo.
No entreguen mas a sus hijos a los mercaderes de la noche, entreguenselos, entonces, a los mercaderes diurnos??cual es la diferencia? una cuestion HORARIA?? entonces reducimos todo a que el problema son las tinieblas de la noche?!?!?
estaria bueno que si le ofrecen droga a tus hijos, o le tocan el culo, sepan que hacer, como manejarse, como decidir, como SER, sin necesidad de que andes atras colgando gente.
una persona de 14, 15 años, poco tiene de niño, pero si se lo trata como tal, dificil sera que pueda discernir, elegir.
Y si: los jovenes piden ser escuchados, pero siempre se ponen en discusion estupideces, de una muerte como esta, se analizan pavadas como si se toma a las tres de la mañana o a las cinco de la tarde, como si el echo no fuera el mismo, como si la luz solar produjera algun tipo de efecto apasiguador de vaya a saber uno que..
realmente no entiendo como de una cosa asi, se pueden llegar a estas conclusiones
es que, claro, es mas facil...mucho mas facil, hablar de cualquier cosa, en lugar de revisar el problema real, las bases, la mierda que es este mundo injusto, lo destructivo de la estructura familiar, la censura y la violencia con la que somos criados, el autoritarismo, la represion.
Y lo otro: el modelo que se ofrece, el joven estupido, que mira tele y sueña con ser "ALGUIEN" y obedece...entonces, si obedece...es bueno..
Indignacion, es lo que esto me produce....
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