Por Consejo Asesor Indígena
“No entreguen Carhue al winca”, dejó como testamento el toki Calfucura, guerrero de la resistencia de nuestro pueblo durante las luchas previas a la consolidación del Estado nacional argentino y la campaña militar “al desierto” que buscó nuestro exterminio. Carhue, tierras de invernada, era la entrada estratégica de los capitales al dominio de las tierras productivas de la pampa húmeda, el símbolo del control del territorio que 150 años después hacen sangrar las trasnacionales de la soja, la carne y las semillas.
Hoy Villa La Angostura es Carhue, símbolo de la apropiación violenta del territorio ancestral para negocios y negociados de todo tipo. Hoy el espacio territorial de la comunidad Paicil-Antreao en VLA es el teatro de operaciones de una prueba piloto de militarización bajo las reglas de la democracia y el estado de derecho; de eliminación del conflicto por sofocamiento y asfixia política, institucional y social; de sorda limpieza étnica para despejar el terreno a los “inversores”.
La situación creada nos pone en una encrucijada histórica. O somos justos o somos cómplices. No hay espacio político para jugar al “indio amigo” del poder ante el agudizamiento de la negación de nuestros derechos legales y legítimos reconocidos por el propio Estado argentino.
* El copamiento armado del espacio territorial de la Paicil-Antreao
* Los responsables institucionales y políticos
* El CAI ante este conflicto
El copamiento armado del espacio territorial de la Paicil-Antreao
El 2 de diciembre de 2009 un dispositivo especial de la policía de Neuquén concretó el desalojo de una de las fracciones del antiguo lote agrícola-pastoril Nº 9 de 625 hectáreas , espacio de la ocupación tradicional de la comunidad mapuche Paisil-Antreao desde fines de siglo XIX.
El desalojo en favor de un ex empleado petrolero norteamericano permitió al Estado provincial de Neuquén instaurar un estado de terror en toda el área del cerro Belvedere, lugar de asentamiento y reasentamiento de numerosas familias de esta comunidad mapuche. Así, la causa iniciada por William Fisher -que consiguió una orden de desalojo en 2007- está siendo usada para: militarizar todo el espacio de ocupación real de la comunidad en el ejido municipal de Villa La Angostura ; patrullar con armas el espacio e instalar puestos policiales en cercanía de las rukas; restringir al extremo los derechos y las garantías de la población que vive y transita en el lugar; convertir a las lammgen y peñi en prisioneros en su propio territorio; desatar una verdadería cacería humana por el bosque; realizar operativos armados constantes (que incluyen torturas psicológicas con armas largas a menores de hasta 2 años), detenciones sin orden judicial y torturas en comisaría Nº 28; vigilancia y hostigamiento policial y de parapoliciales en los barrios populares a activistas de la comunidad; e reinstalar argumentos persecutorios sobre presuntos “infiltrados” al interior del pueblo mapuche que resiste el avance ilegítimo sobre el wallmapu (territorio ancestral del pueblo mapuche).
Al momento, por lo menos unas 40 personas están en virtual prisión domiciliaria, aislados del resto de la población local por un cerco policial, la desinformación y manipulación de la información a través de los medios de comunicación locales y regionales y la técnica del rumor. La asfixia es psicológica y también económica, ya que la gran mayoría no puede desplazarse a sus lugares habituales de trabajo por temor a persecución policial al desplazarse, a la posibilidad de la destrucción de las rukas si quedan solas y el terror instalado en los niños que no pueden ver alejarse a los mayores mientras les alumbran las viviendas con reflectores por la noche.
No se conocen órdenes de allanamientos ni pedidos de capturas, ya que el recurso imposible de probar que usa la policía es la del rumor y los tiroteos constantes. Las familias fueron virtualmente expulsadas al bosque y obligadas a la clandestinidad.
El movimiento de las unidades de la policía es constante, desconociéndose el número de efectivos emplazados en el bosque, por lo que no puede descartarse una escalada represiva.
* Desalojo y represión del 2/12/09
El 2 de diciembre pasado, un número indeterminado de policías pertenecientes a por lo menos tres divisiones especializadas diferentes –según lo que informó la prensa- concretó el desalojo de la fracción en conflicto con Fischer y en un movimiento de pinzas instaló dos puestos policiales en el territorio de la comunidad.
Un puesto se instaló para garantizar que Fischer y el personal contratado por él –un grupo de 15 personas encapuchadas, algunos de la vecina ciudad de Bariloche- levantara rápidamente una casilla y un baño químico. El otro, fuera del predio que alcanza la orden de desalojo, custodia el proyecto de 5 hectáreas que uno de los inversores privados “donó” a la Mutual de la policía del Neuquén para la construcción de cabañas.
El desalojo comenzó a primeras horas de la mañana y duró hasta las 21 aproximadamente.
La policía, con la intervención de personal de identidad encubierta supuestamente contratada por el beneficiario de la medida, destruyó dos ruka de madera de modo que fue imposible reutilizar los elementos para reconstruir una vivienda en otro lugar. Con los restos, por la noche la policía hizo fuego para quemar la bandera que unifica al pueblo mapuche desde 1992 y para un asado del grupo que pernoctó. A las mujeres que asistían a la destrucción los policías le hicieron gestos obscenos y exhibieron sus genitales. A los niños atemorizaron con perros Rottweiler conocidos por su ferocidad.
Fueron interceptadas y bloqueadas ilegalmente las señales de los teléfonos celulares de los miembros de la comunidad.
Fueron demorados por cinco horas en comisaría 28 un muchacho de la comunidad Paicil-Antreao y otro del lof Quintriqueo.
* Persecución armada y detenciones del sábado 21/12/2009
Alrededor de las 13 del sábado 21 de diciembre, un grupo de mapuche fue rodeado en plena zona boscosa del territorio por policías del grupo especial GEOP que disparó con armas largas; luego, efectivos de la policía de la comisaría local los golpearon en el lugar. Detuvieron a tres muchachos, uno de ellos de 16 años. Estuvieron varios horas incomunicados, siendo golpeados y torturados. Realizaron un fraudulento secuestro de armas. Se desconocen los cargos y la situación procesal de los tres apresados. No se permitió verlos durante la detención.
El ataque a la comunidad se inició alrededor de las 13, duró por lo menos una hora y media aproximadamente, hasta que los detenidos son bajados a la comisaría local, ubicada a un par de km del espacio territorial en la ladera del cerro Belvedere. Alrededor de las 20 son llevados al hospital local. Son liberados alrededor de las 22.
Está perfectamente identificado el policía que encañonó con un arma larga a una menor de 2 (dos) años, entre otros hechos aberrantes violatorio de los más elementales derechos humanos.
* Persecución armada y detención del domingo 3/01/2010
A primera hora de la mañana, la policía realizó corridas a tiros durante los que quedó atrapado un grupo de turistas. Había gente mayor. Las corridas y disparos se prolongaron durante toda la tarde y noche. La gente no puede salir de sus rukas ni siquiera a verificar la situación de sus vecinos. La versión oficial fue que mapuche atacaron a la policía con bombas molotov y clavos miguelito.
Alrededor de las 20 fue detenido un miembro de la comunidad Paisil-Antreao, por averiguación de antecedentes supuestamente. Fue liberado alrededor de las 15 del lunes siguiente, totalmente golpeado. Desde comisaría no se lo llevó al hospital; él no quizo ir a certificar la golpiza por temor a las represalias. Durante todas esas hora no se lo pudo ver ni tener información oficial sobre su situación procesal.
En tanto, vecinos de la localidad se entrevistaron con funcionarios municipales solicitándole que intercedan para frenar la escalada de violencia. Rechazaron toda intermediación para pacificar la situación haciendo la apología de la violencia y haciendo explícita una posición a favor de profundizar la represión.
Los responsables políticos e institucionales de la represión y el despojo
Los estados nacional, neuquino y municipal comparten cuotas de responsabilidad histórica y actual por la negación y violación sistemática de los derechos del pueblo mapuche en general y, en particular, de la comunidad Paicil-Antreao. Todos y cada uno son responsables de no aplicar el artículo 75 de la Constitución Nacional , el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, marcos normativos que superan con creces incluso los alcances de la ley nacional de emergencia de los territorios indígenas que tampoco aplicaron en este caso.
Es imprescindible que haya explicaciones sobre la aplicación del Acta acuerdo entre la Comunidad Paicil Antriao, la Confederación Neuquina , el INAI y la Municipalidad de Villa la Angostura de 2005.
En cuanto a la barbarie desatada el 2 de diciembre, la que se mantiene hasta la fecha, exigimos una investigación seria e independiente sobre:
- la decisión del dispositivo policial;
- la violación de DD.HH. y las leyes vigentes por parte del cuerpo de policía dependiente de la comisaría Nº28 y de los cuerpos especiales intervinientes;
- la intervención de particulares en el desalojo;
- la intervención de la Mutual policial del Neuquén en el desalojo y su participación en el negocio inmobiliario del área Belvedere;
- la persecución y espionaje ilegal desplegado ante domicilios particulares fuera del territorio en conflicto; entre otros puntos..
El CAI ante este conflicto
En 1879, el general Roca se instaló con 6000 soldados en Carhue. Por las armas doblegó Carhue y desplegó el aukan a todo el territorio ancestral, de cuya muerte y dolor estamos reconstituyéndonos como pueblo en lucha. Cuando en 2003 la comunidad Paisil-Antreao se reconstituye como comunidad y recupera fracciones en el cerro Belvedere estaba, a la vez, superando la derrota de Carhue. William Fischer es beneficiario de esa confrontación histórica por la vida en el territorio.
La “campaña al desierto” se hizo con aportes de los terratenientes de la zona; hoy pagan adicionales a la policía, como reconoció el propio comisario de VLA Nelson Ledesma quien reconoció que tanto Fischer como el arquitecto Daniel Ducau, otro de los supuestos propietarios con derechos en el lugar, pagan para tener “protección y seguridad”.
El predio de varias hectáreas en el Belvedere que dice “propiedad privada Mutual policial” es la prueba concreta del soborno de los inversores a la policía del Neuquén, que defienden su propio capital de inversión cuando reprimen al pueblo mapuche. Las oficinas de Obras Particulares del municipio local no pueden ignorar esa realidad al momento de abrirle un expediente para autorizar la construcción de las cabañas proyectadas.
Hace unos meses, la Sociedad Rural de Neuquén y Carlos Natalio “Nuno” Sapag iniciaron una campaña sucia de demonización del pueblo mapuche. Primero la campaña ideológica, después las balas. A través de una sociedad anónima, el hermano mayor del gobernador Sapag construye una hostería en Puerto Manzano, a un par de km del Belvedere. Cuando pidió respaldar al juez de Zapala para que desaloje a una comunidad mapuche de Quillén, respaldó de hecho al juez Videla y a Fischer con su grupo de matones encapuchados.
¿Quién es terrorista cuando un policía uniformado, que sabe que toda la comunidad lo conoce, a cara descubierta encañona a una niña de 2 años, a otro de 11, a otro de 12 y esposa a uno de 16?
* Respaldamos total e incondicionalmente a la comunidad Paicil-Antreao que desde 2003 resiste todos y cada uno de las humillaciones, despojos y atropellos ilegales e ilegítimos por parte de las autoridades y del poder económico concentrado en VLA.
* No permitiremos la negociación del territorio ancestral.
* Exigimos el retiro total y definitivo de las fuerzas represivas del espacio de la comunidad y una investigación total sobre el conflicto.
Marici weu !!! Marici weu !!! Marici weu !!!
CAI
“No entreguen Carhue al winca”, dejó como testamento el toki Calfucura, guerrero de la resistencia de nuestro pueblo durante las luchas previas a la consolidación del Estado nacional argentino y la campaña militar “al desierto” que buscó nuestro exterminio. Carhue, tierras de invernada, era la entrada estratégica de los capitales al dominio de las tierras productivas de la pampa húmeda, el símbolo del control del territorio que 150 años después hacen sangrar las trasnacionales de la soja, la carne y las semillas.
Hoy Villa La Angostura es Carhue, símbolo de la apropiación violenta del territorio ancestral para negocios y negociados de todo tipo. Hoy el espacio territorial de la comunidad Paicil-Antreao en VLA es el teatro de operaciones de una prueba piloto de militarización bajo las reglas de la democracia y el estado de derecho; de eliminación del conflicto por sofocamiento y asfixia política, institucional y social; de sorda limpieza étnica para despejar el terreno a los “inversores”.
La situación creada nos pone en una encrucijada histórica. O somos justos o somos cómplices. No hay espacio político para jugar al “indio amigo” del poder ante el agudizamiento de la negación de nuestros derechos legales y legítimos reconocidos por el propio Estado argentino.
* El copamiento armado del espacio territorial de la Paicil-Antreao
* Los responsables institucionales y políticos
* El CAI ante este conflicto
El copamiento armado del espacio territorial de la Paicil-Antreao
El 2 de diciembre de 2009 un dispositivo especial de la policía de Neuquén concretó el desalojo de una de las fracciones del antiguo lote agrícola-pastoril Nº 9 de 625 hectáreas , espacio de la ocupación tradicional de la comunidad mapuche Paisil-Antreao desde fines de siglo XIX.
El desalojo en favor de un ex empleado petrolero norteamericano permitió al Estado provincial de Neuquén instaurar un estado de terror en toda el área del cerro Belvedere, lugar de asentamiento y reasentamiento de numerosas familias de esta comunidad mapuche. Así, la causa iniciada por William Fisher -que consiguió una orden de desalojo en 2007- está siendo usada para: militarizar todo el espacio de ocupación real de la comunidad en el ejido municipal de Villa La Angostura ; patrullar con armas el espacio e instalar puestos policiales en cercanía de las rukas; restringir al extremo los derechos y las garantías de la población que vive y transita en el lugar; convertir a las lammgen y peñi en prisioneros en su propio territorio; desatar una verdadería cacería humana por el bosque; realizar operativos armados constantes (que incluyen torturas psicológicas con armas largas a menores de hasta 2 años), detenciones sin orden judicial y torturas en comisaría Nº 28; vigilancia y hostigamiento policial y de parapoliciales en los barrios populares a activistas de la comunidad; e reinstalar argumentos persecutorios sobre presuntos “infiltrados” al interior del pueblo mapuche que resiste el avance ilegítimo sobre el wallmapu (territorio ancestral del pueblo mapuche).
Al momento, por lo menos unas 40 personas están en virtual prisión domiciliaria, aislados del resto de la población local por un cerco policial, la desinformación y manipulación de la información a través de los medios de comunicación locales y regionales y la técnica del rumor. La asfixia es psicológica y también económica, ya que la gran mayoría no puede desplazarse a sus lugares habituales de trabajo por temor a persecución policial al desplazarse, a la posibilidad de la destrucción de las rukas si quedan solas y el terror instalado en los niños que no pueden ver alejarse a los mayores mientras les alumbran las viviendas con reflectores por la noche.
No se conocen órdenes de allanamientos ni pedidos de capturas, ya que el recurso imposible de probar que usa la policía es la del rumor y los tiroteos constantes. Las familias fueron virtualmente expulsadas al bosque y obligadas a la clandestinidad.
El movimiento de las unidades de la policía es constante, desconociéndose el número de efectivos emplazados en el bosque, por lo que no puede descartarse una escalada represiva.
* Desalojo y represión del 2/12/09
El 2 de diciembre pasado, un número indeterminado de policías pertenecientes a por lo menos tres divisiones especializadas diferentes –según lo que informó la prensa- concretó el desalojo de la fracción en conflicto con Fischer y en un movimiento de pinzas instaló dos puestos policiales en el territorio de la comunidad.
Un puesto se instaló para garantizar que Fischer y el personal contratado por él –un grupo de 15 personas encapuchadas, algunos de la vecina ciudad de Bariloche- levantara rápidamente una casilla y un baño químico. El otro, fuera del predio que alcanza la orden de desalojo, custodia el proyecto de 5 hectáreas que uno de los inversores privados “donó” a la Mutual de la policía del Neuquén para la construcción de cabañas.
El desalojo comenzó a primeras horas de la mañana y duró hasta las 21 aproximadamente.
La policía, con la intervención de personal de identidad encubierta supuestamente contratada por el beneficiario de la medida, destruyó dos ruka de madera de modo que fue imposible reutilizar los elementos para reconstruir una vivienda en otro lugar. Con los restos, por la noche la policía hizo fuego para quemar la bandera que unifica al pueblo mapuche desde 1992 y para un asado del grupo que pernoctó. A las mujeres que asistían a la destrucción los policías le hicieron gestos obscenos y exhibieron sus genitales. A los niños atemorizaron con perros Rottweiler conocidos por su ferocidad.
Fueron interceptadas y bloqueadas ilegalmente las señales de los teléfonos celulares de los miembros de la comunidad.
Fueron demorados por cinco horas en comisaría 28 un muchacho de la comunidad Paicil-Antreao y otro del lof Quintriqueo.
* Persecución armada y detenciones del sábado 21/12/2009
Alrededor de las 13 del sábado 21 de diciembre, un grupo de mapuche fue rodeado en plena zona boscosa del territorio por policías del grupo especial GEOP que disparó con armas largas; luego, efectivos de la policía de la comisaría local los golpearon en el lugar. Detuvieron a tres muchachos, uno de ellos de 16 años. Estuvieron varios horas incomunicados, siendo golpeados y torturados. Realizaron un fraudulento secuestro de armas. Se desconocen los cargos y la situación procesal de los tres apresados. No se permitió verlos durante la detención.
El ataque a la comunidad se inició alrededor de las 13, duró por lo menos una hora y media aproximadamente, hasta que los detenidos son bajados a la comisaría local, ubicada a un par de km del espacio territorial en la ladera del cerro Belvedere. Alrededor de las 20 son llevados al hospital local. Son liberados alrededor de las 22.
Está perfectamente identificado el policía que encañonó con un arma larga a una menor de 2 (dos) años, entre otros hechos aberrantes violatorio de los más elementales derechos humanos.
* Persecución armada y detención del domingo 3/01/2010
A primera hora de la mañana, la policía realizó corridas a tiros durante los que quedó atrapado un grupo de turistas. Había gente mayor. Las corridas y disparos se prolongaron durante toda la tarde y noche. La gente no puede salir de sus rukas ni siquiera a verificar la situación de sus vecinos. La versión oficial fue que mapuche atacaron a la policía con bombas molotov y clavos miguelito.
Alrededor de las 20 fue detenido un miembro de la comunidad Paisil-Antreao, por averiguación de antecedentes supuestamente. Fue liberado alrededor de las 15 del lunes siguiente, totalmente golpeado. Desde comisaría no se lo llevó al hospital; él no quizo ir a certificar la golpiza por temor a las represalias. Durante todas esas hora no se lo pudo ver ni tener información oficial sobre su situación procesal.
En tanto, vecinos de la localidad se entrevistaron con funcionarios municipales solicitándole que intercedan para frenar la escalada de violencia. Rechazaron toda intermediación para pacificar la situación haciendo la apología de la violencia y haciendo explícita una posición a favor de profundizar la represión.
Los responsables políticos e institucionales de la represión y el despojo
Los estados nacional, neuquino y municipal comparten cuotas de responsabilidad histórica y actual por la negación y violación sistemática de los derechos del pueblo mapuche en general y, en particular, de la comunidad Paicil-Antreao. Todos y cada uno son responsables de no aplicar el artículo 75 de la Constitución Nacional , el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, marcos normativos que superan con creces incluso los alcances de la ley nacional de emergencia de los territorios indígenas que tampoco aplicaron en este caso.
Es imprescindible que haya explicaciones sobre la aplicación del Acta acuerdo entre la Comunidad Paicil Antriao, la Confederación Neuquina , el INAI y la Municipalidad de Villa la Angostura de 2005.
En cuanto a la barbarie desatada el 2 de diciembre, la que se mantiene hasta la fecha, exigimos una investigación seria e independiente sobre:
- la decisión del dispositivo policial;
- la violación de DD.HH. y las leyes vigentes por parte del cuerpo de policía dependiente de la comisaría Nº28 y de los cuerpos especiales intervinientes;
- la intervención de particulares en el desalojo;
- la intervención de la Mutual policial del Neuquén en el desalojo y su participación en el negocio inmobiliario del área Belvedere;
- la persecución y espionaje ilegal desplegado ante domicilios particulares fuera del territorio en conflicto; entre otros puntos..
El CAI ante este conflicto
En 1879, el general Roca se instaló con 6000 soldados en Carhue. Por las armas doblegó Carhue y desplegó el aukan a todo el territorio ancestral, de cuya muerte y dolor estamos reconstituyéndonos como pueblo en lucha. Cuando en 2003 la comunidad Paisil-Antreao se reconstituye como comunidad y recupera fracciones en el cerro Belvedere estaba, a la vez, superando la derrota de Carhue. William Fischer es beneficiario de esa confrontación histórica por la vida en el territorio.
La “campaña al desierto” se hizo con aportes de los terratenientes de la zona; hoy pagan adicionales a la policía, como reconoció el propio comisario de VLA Nelson Ledesma quien reconoció que tanto Fischer como el arquitecto Daniel Ducau, otro de los supuestos propietarios con derechos en el lugar, pagan para tener “protección y seguridad”.
El predio de varias hectáreas en el Belvedere que dice “propiedad privada Mutual policial” es la prueba concreta del soborno de los inversores a la policía del Neuquén, que defienden su propio capital de inversión cuando reprimen al pueblo mapuche. Las oficinas de Obras Particulares del municipio local no pueden ignorar esa realidad al momento de abrirle un expediente para autorizar la construcción de las cabañas proyectadas.
Hace unos meses, la Sociedad Rural de Neuquén y Carlos Natalio “Nuno” Sapag iniciaron una campaña sucia de demonización del pueblo mapuche. Primero la campaña ideológica, después las balas. A través de una sociedad anónima, el hermano mayor del gobernador Sapag construye una hostería en Puerto Manzano, a un par de km del Belvedere. Cuando pidió respaldar al juez de Zapala para que desaloje a una comunidad mapuche de Quillén, respaldó de hecho al juez Videla y a Fischer con su grupo de matones encapuchados.
¿Quién es terrorista cuando un policía uniformado, que sabe que toda la comunidad lo conoce, a cara descubierta encañona a una niña de 2 años, a otro de 11, a otro de 12 y esposa a uno de 16?
* Respaldamos total e incondicionalmente a la comunidad Paicil-Antreao que desde 2003 resiste todos y cada uno de las humillaciones, despojos y atropellos ilegales e ilegítimos por parte de las autoridades y del poder económico concentrado en VLA.
* No permitiremos la negociación del territorio ancestral.
* Exigimos el retiro total y definitivo de las fuerzas represivas del espacio de la comunidad y una investigación total sobre el conflicto.
Marici weu !!! Marici weu !!! Marici weu !!!
CAI
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