Por Juan Zuoza
Viene de acá. Cabe señalar también que desde que asumió en el ministerio, personal sin conocimiento de la ruralidad, se pretendió cerrar escuelas rurales, especialmente algunos internados. Estas incomprensibles desprolijidades entonces, quizás sean instrumentos para que fracase la educación rural y se proceda al cierre pretendido.
También se pretende que concurran a esa escuela (de región III) docentes de la Región I (zona lago Puelo), es decir, nuevamente primando una lógica inentendible, inaplicable e insustentable en el tiempo.
Como si fuera poco, las Sras. Elías y Cigudosa pretenden imponer que la labor de los docentes itinerantes sea “a término por un año”, es decir, que se llame a concurso anualmente para cubrir los cargos. Esto, además de avasallar el derecho de estabilidad en el cargo de los docentes, carece de toda lógica sustentable, ya que las itinerancias las realizamos los docentes con nuestros vehículos particulares, los cuales tienen un deterioro notable y necesitan del constante mantenimiento. ¿Cómo pretenderán entonces que realicemos el mantenimiento de nuestras unidades si no nos dan continuidad en el cargo? ¿No se dan cuenta que la asistencia mecánica es tan costosa que muchas veces debemos pagarlas en largas cuotas que exceden el tiempo de trabajo pretendido? ¿Cuál es el principio de sustentabilidad del sistema que estas personas manejan? ¿Acaso los docentes itinerantes deben durar en el cargo lo que dure la vida útil de su auto?
Como si fuera poco, si todos los años se renovara al personal docente… ¿Qué conocimiento de las comunidades y contextualización de contenidos se pretende, sin dar continuidad a los docentes?
Llamarlo “vergüenza” me resulta poco. El daño institucional que se le ha hecho al Ministerio y a un sistema de asistencia a las escuelas rurales que, como dije al principio, era un ejemplo de Chubut hacia el país.
También se pretende que concurran a esa escuela (de región III) docentes de la Región I (zona lago Puelo), es decir, nuevamente primando una lógica inentendible, inaplicable e insustentable en el tiempo.
Como si fuera poco, las Sras. Elías y Cigudosa pretenden imponer que la labor de los docentes itinerantes sea “a término por un año”, es decir, que se llame a concurso anualmente para cubrir los cargos. Esto, además de avasallar el derecho de estabilidad en el cargo de los docentes, carece de toda lógica sustentable, ya que las itinerancias las realizamos los docentes con nuestros vehículos particulares, los cuales tienen un deterioro notable y necesitan del constante mantenimiento. ¿Cómo pretenderán entonces que realicemos el mantenimiento de nuestras unidades si no nos dan continuidad en el cargo? ¿No se dan cuenta que la asistencia mecánica es tan costosa que muchas veces debemos pagarlas en largas cuotas que exceden el tiempo de trabajo pretendido? ¿Cuál es el principio de sustentabilidad del sistema que estas personas manejan? ¿Acaso los docentes itinerantes deben durar en el cargo lo que dure la vida útil de su auto?
Como si fuera poco, si todos los años se renovara al personal docente… ¿Qué conocimiento de las comunidades y contextualización de contenidos se pretende, sin dar continuidad a los docentes?
Llamarlo “vergüenza” me resulta poco. El daño institucional que se le ha hecho al Ministerio y a un sistema de asistencia a las escuelas rurales que, como dije al principio, era un ejemplo de Chubut hacia el país.
A algunos docentes nos despojaron de las escuelas donde veníamos trabajando hace más de 10 años, donde conocíamos a todas la familias, las historias personales de nuestros alumnos, donde los veíamos crecer y pasar a familias enteras durante estos años, generando lazos importantísimos con las comunidades y el personal de las escuelas, con las ventajas para el sistema educativo que ello importa, sobre todo en áreas rurales donde se necesita el vínculo con la comunidad, mucho más profundo que en cualquier otro lugar. Pero estos aspectos son ignorados por Cigudosa y Elías, pretendiendo una atención cuasi robótica de las escuelas, donde el docente debe deshumanizarse y no debe conocer el entorno donde trabaja, con la frialdad que sucede muchas veces en los grandes centros urbanos.
Hemos sido pioneros en la adecuación y contextualización de materiales de estudio, hemos llevado las últimas tecnologías a las áreas aisladas, hemos ejercido con orgullo y profesionalismo nuestra labor, hemos avanzado en áreas temáticas nunca antes abordadas en la ruralidad, hemos sentado precedente de metodologías de trabajo, hemos asistido a las escuelas aún en las épocas más difíciles del país cuando ni siquiera nos alcanzaba para comprar un neumático. Hemos dado todo.
Sin embargo, todo ese trabajo hoy se lo ha tirado a la basura.
Me veo obligado a hacer público lo que está aconteciendo, dado el hermetismo absoluto de los responsables de la educación media, que a pesar de la probada improcedencia de sus actos, mantiene su verticalismo incomprensible, generándole al Estado provincial conflictos judiciales a su costa. Si al menos tuviesen la humildad de admitir que se equivocaron y llamasen al diálogo amable, profesional y realístico para encontrar una solución en conjunto con las personas que tenemos amplia experiencia de campo… pero es algo que lamentablemente lo veo imposible, dado el hermetismo y el verticalismo manifiesto.
Como reflexión final, cabe señalar que en el sistema educativo no sólo se enseña y se aprende, sino que se ejemplifica y se asimila. ¿Qué valores se pretende que nuestros alumnos asimilen, cuando algunas autoridades se niegan inexplicablemente al diálogo y ejercen un verticalismo abrumador y desconcertante?
¿Pretenderán las Sras. Elías y Cigudosa que nuestros alumnos el día de mañana “echen” a sus empleados de un día para el otro, que no respeten sus derechos a estabilidad en el cargo, y que pongan en riesgo la estabilidad de familias enteras?
¿Pretenderán estas señoras que nuestros alumnos no respeten las normas, leyes, ni procedimientos y que a su vez “inventen” o “fabulen” sobre reglamentaciones y que a pesar de su inexistencia se las pretenda exigir?
Llamo a la reflexión a las autoridades, invitando al diálogo y a la búsqueda de soluciones.
Sin embargo, todo ese trabajo hoy se lo ha tirado a la basura.
Me veo obligado a hacer público lo que está aconteciendo, dado el hermetismo absoluto de los responsables de la educación media, que a pesar de la probada improcedencia de sus actos, mantiene su verticalismo incomprensible, generándole al Estado provincial conflictos judiciales a su costa. Si al menos tuviesen la humildad de admitir que se equivocaron y llamasen al diálogo amable, profesional y realístico para encontrar una solución en conjunto con las personas que tenemos amplia experiencia de campo… pero es algo que lamentablemente lo veo imposible, dado el hermetismo y el verticalismo manifiesto.
Como reflexión final, cabe señalar que en el sistema educativo no sólo se enseña y se aprende, sino que se ejemplifica y se asimila. ¿Qué valores se pretende que nuestros alumnos asimilen, cuando algunas autoridades se niegan inexplicablemente al diálogo y ejercen un verticalismo abrumador y desconcertante?
¿Pretenderán las Sras. Elías y Cigudosa que nuestros alumnos el día de mañana “echen” a sus empleados de un día para el otro, que no respeten sus derechos a estabilidad en el cargo, y que pongan en riesgo la estabilidad de familias enteras?
¿Pretenderán estas señoras que nuestros alumnos no respeten las normas, leyes, ni procedimientos y que a su vez “inventen” o “fabulen” sobre reglamentaciones y que a pesar de su inexistencia se las pretenda exigir?
Llamo a la reflexión a las autoridades, invitando al diálogo y a la búsqueda de soluciones.
* 23.968.540
Profesor Itinerante de Inglés – Región III
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