Por Abla Carballo *
“Si la democracia es el gobierno del pueblo entonces que el pueblo decida sobre los grandes temas”
Miembro de Autodeterminación y Libertad, movimiento político por el cual fue diputado nacional por el período del 2001 al 2005. Anteriormente ejerció la misma función legislativa del `89 al `93, Luis Zamora, estuvo por primera vez en Esquel como ciudadano del órgano de la UAC –Unión de Asambleas Ciudadanas- desde su fundación.
A.C. ¿Su interés por la lucha contra la extracción minera desde cuando comienza?
L.Z.-- A partir del 2002 me ligué mucho al tema de Esquel por la lucha contra las megamineras y amenazas y represalias que sufrían los militantes de la causa. Simultáneamente comencé a tener contacto con otras localidades del país que pedían ayuda al Congreso por el contexto similar en diversos escenarios del país”.
A.C. Como hombre político ¿cuál es su opinión acerca de legisladores nacionales que no escuchan el reclamo por el cambio de la Ley de Minería argentina y tienen en sus provincias explotaciones a pesar del No de sus representados?
L.Z.—Yo creo que la corporación política está íntimamente vinculada a los intereses empresarios, este es un ejemplo.
Yo presenté un proyecto de prohibición de Minería a Cielo Abierto con Uso de Substancias Tóxicas. No logré que se tratara. La presidencia de la Comisión de Minería la tenía Gioja (hermano del gobernador de San Juan), que son prácticamente voceros de las empresas. Más que tener vínculos, hablan en defensa de los intereses empresarios de la megaminería contaminante. Ello no quita que haya presentado un proyecto, aún cuando la mayoría no lo trató. Y ahora habrá otros que presenten proyectos con el mismo propósito. Lo mismo que algún concejal hubiera presentado un proyecto (anti minero) acá en Esquel en el año 2002, 2003 y el pueblo no se hubiera reunido. Sin embargo el pueblo tuvo que movilizarse, reclamando ser consultado, reclamando una Consulta Popular y después del resultado vino el contundente No A La Mina en Esquel. Eso se extendió a la prohibición en la provincia (del Chubut).
A.C. ¿Qué queda por hacer, si a pesar de la contundencia que señaló, sigue en vigencia el proyecto minero “Navidad” en Chubut, por ejemplo?
L. Z.—Queda pendiente todo el Estatuto Minero votado en la década menemista que son varias leyes y tratado binacional con Chile, firmado en 1997 y ratificado en el Congreso Nacional durante la presidencia de De La Rúa. Lo cual demuestra que es una corporación política. No es un gobierno. Y hoy el gobierno de Kirchner no tocó una sola ley del Estatuto menemista con lo cual hay una continuidad de la corporación política, en defensa de estos intereses. Al contrario, la presidenta Cristina Fernández vetó la Ley de Protección de los Glaciares para defender los intereses mineros, en perjuicio de los intereses del pueblo.
A.C. ¿Cuál sería su pronóstico ante la sordera de los gobiernos y los Estados provinciales que no acatan pedidos de los ciudadanos por temas tan delicados?
L. Z.—Eso no nos hace sentir impotentes, porque cuando el proyecto de Agua Rica en Catamarca fue aprobado por esta corporación política, el pueblo de Andalgalá salió y se opuso, lo pararon aún con represión de por medio.
A.C. Usted demostró ser un político inusual por su comportamiento sencillo, no fue codicioso ni buscó honores, ¿cuál sería su aporte a esta XII reunión de la UAC?
L. Z.-- Esto es una ida y vuelta. Yo vengo a enriquecerme y a aportar mi granito a una decisión colectiva. He trabajado dos cosas, que, al mismo tiempo no son originales mías sino tomadas de los grupos de trabajo. Por un lado, hay instrumentos de un modelo agroexportador extractivo basado en el monocultivo ¿cómo lo cuestiona?, bueno… ahí viene la prohibición de la minería a cielo abierto y he presentado proyectos sobre el tema. Y el tema del glifosato y la soja transgénica, el 70% del área sembrada del país con la soja que avanza desforestando y erosionando la tierra, provocando migraciones humanas, concentrando gran resistencia de pueblos que han sido obligados a emigrar. Cultivos que estimulan la reaparición de enfermedades provocadas por el Dengue; grandes inundaciones en Tartagal, realidades ambientales que tienen que ver con la expulsión de pueblos y la desforestación a caballo de la soja.
La tierra siempre estuvo vinculada a la alimentación, en cambio ahora esos cultivos sirven para alimentar chanchos o combustibles para automóviles.
Se está perdiendo un bien común como es la tierra para la soberanía alimentaria –el derecho a la alimentación- por un negocio para unos pocos.
De manera que, desde el gobierno hasta los que se llaman opositores, llámese Mesa de Enlace y la dirigencia política que la rodea, están de acuerdo con ese modelo. Apenas se pelean por quién se queda con poco más o poco menos de las ganancias de ese negocio. Pero nadie cuestiona la soja, como Andrés Carrazco y personalidades importantes que integran la Conicet y hacen una investigación, de cómo embriones humanos son contaminados por la soja y cómo ello es perjudicial para el ser humano son aplastados en grado discriminado para que no salga a la luz, para que no afecte un gran negocio como es hoy la soja en el mundo. `La República Unida de la Soja` es el nombre que están dando a países como Brasil, Argentina y el Cono Sur por el cultivo de la soja transgénica.
En cuanto a la explotación minera hay una discusión, en donde algunos dicen que hay que cobrarles más impuestos. No. Lo que contamina no se puede cobrar impuestos. Yo no cobro impuestos para que me maten de a poco o viva más o menos mejor mientras me matan.
Al mismo tiempo, sobre la propuesta de la que usted preguntó, creo que se trata del reclamo de que nada se haga sin consultas populares. Es un tema fundamental porque es el arma para enfrentar tanto poder económico y político, cuando los pueblos toman en sus manos las decisiones. Yo creo que si la democracia es el gobierno del pueblo, entonces que el pueblo decida sobre los grandes temas. ¿A quién le pidieron permiso para transformar toda la tierra argentina en cultivos de soja contaminante? ¿A quién le pidieron permiso para contaminar ´chicos banderilleros` que van marcando a los aviones (fumigadores) el uso del glifosato, un herbicida, plaguicida que mata todo menos el yuyo sojero?
Entonces, es un desafío para que nada de eso sea llevado adelante sin Consulta Popular. Es el ejemplo que también dio Esquel. Si hay debate entre el poder político y el poder popular: consulten al pueblo para ver quién decide. Y si los gobiernos siguen con los proyectos políticos que la población repudia, los pueblos tenemos que hacer algo.
Las asambleas autoconvocadas; organizaciones; no permitir a dirigentes que quieran lucrar y hacer copartícipes a instituciones que serán `usadas`; conservar el espíritu de participación horizontal es lo que invita a los ciudadanos para que se acerquen y sean protagonistas. Lo que demuestra que las batallas contraculturales se pueden ganar.-
• DNI 4159560
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“Si la democracia es el gobierno del pueblo entonces que el pueblo decida sobre los grandes temas”
Miembro de Autodeterminación y Libertad, movimiento político por el cual fue diputado nacional por el período del 2001 al 2005. Anteriormente ejerció la misma función legislativa del `89 al `93, Luis Zamora, estuvo por primera vez en Esquel como ciudadano del órgano de la UAC –Unión de Asambleas Ciudadanas- desde su fundación.
A.C. ¿Su interés por la lucha contra la extracción minera desde cuando comienza?
L.Z.-- A partir del 2002 me ligué mucho al tema de Esquel por la lucha contra las megamineras y amenazas y represalias que sufrían los militantes de la causa. Simultáneamente comencé a tener contacto con otras localidades del país que pedían ayuda al Congreso por el contexto similar en diversos escenarios del país”.
A.C. Como hombre político ¿cuál es su opinión acerca de legisladores nacionales que no escuchan el reclamo por el cambio de la Ley de Minería argentina y tienen en sus provincias explotaciones a pesar del No de sus representados?
L.Z.—Yo creo que la corporación política está íntimamente vinculada a los intereses empresarios, este es un ejemplo.
Yo presenté un proyecto de prohibición de Minería a Cielo Abierto con Uso de Substancias Tóxicas. No logré que se tratara. La presidencia de la Comisión de Minería la tenía Gioja (hermano del gobernador de San Juan), que son prácticamente voceros de las empresas. Más que tener vínculos, hablan en defensa de los intereses empresarios de la megaminería contaminante. Ello no quita que haya presentado un proyecto, aún cuando la mayoría no lo trató. Y ahora habrá otros que presenten proyectos con el mismo propósito. Lo mismo que algún concejal hubiera presentado un proyecto (anti minero) acá en Esquel en el año 2002, 2003 y el pueblo no se hubiera reunido. Sin embargo el pueblo tuvo que movilizarse, reclamando ser consultado, reclamando una Consulta Popular y después del resultado vino el contundente No A La Mina en Esquel. Eso se extendió a la prohibición en la provincia (del Chubut).
A.C. ¿Qué queda por hacer, si a pesar de la contundencia que señaló, sigue en vigencia el proyecto minero “Navidad” en Chubut, por ejemplo?
L. Z.—Queda pendiente todo el Estatuto Minero votado en la década menemista que son varias leyes y tratado binacional con Chile, firmado en 1997 y ratificado en el Congreso Nacional durante la presidencia de De La Rúa. Lo cual demuestra que es una corporación política. No es un gobierno. Y hoy el gobierno de Kirchner no tocó una sola ley del Estatuto menemista con lo cual hay una continuidad de la corporación política, en defensa de estos intereses. Al contrario, la presidenta Cristina Fernández vetó la Ley de Protección de los Glaciares para defender los intereses mineros, en perjuicio de los intereses del pueblo.
A.C. ¿Cuál sería su pronóstico ante la sordera de los gobiernos y los Estados provinciales que no acatan pedidos de los ciudadanos por temas tan delicados?
L. Z.—Eso no nos hace sentir impotentes, porque cuando el proyecto de Agua Rica en Catamarca fue aprobado por esta corporación política, el pueblo de Andalgalá salió y se opuso, lo pararon aún con represión de por medio.
A.C. Usted demostró ser un político inusual por su comportamiento sencillo, no fue codicioso ni buscó honores, ¿cuál sería su aporte a esta XII reunión de la UAC?
L. Z.-- Esto es una ida y vuelta. Yo vengo a enriquecerme y a aportar mi granito a una decisión colectiva. He trabajado dos cosas, que, al mismo tiempo no son originales mías sino tomadas de los grupos de trabajo. Por un lado, hay instrumentos de un modelo agroexportador extractivo basado en el monocultivo ¿cómo lo cuestiona?, bueno… ahí viene la prohibición de la minería a cielo abierto y he presentado proyectos sobre el tema. Y el tema del glifosato y la soja transgénica, el 70% del área sembrada del país con la soja que avanza desforestando y erosionando la tierra, provocando migraciones humanas, concentrando gran resistencia de pueblos que han sido obligados a emigrar. Cultivos que estimulan la reaparición de enfermedades provocadas por el Dengue; grandes inundaciones en Tartagal, realidades ambientales que tienen que ver con la expulsión de pueblos y la desforestación a caballo de la soja.
La tierra siempre estuvo vinculada a la alimentación, en cambio ahora esos cultivos sirven para alimentar chanchos o combustibles para automóviles.
Se está perdiendo un bien común como es la tierra para la soberanía alimentaria –el derecho a la alimentación- por un negocio para unos pocos.
De manera que, desde el gobierno hasta los que se llaman opositores, llámese Mesa de Enlace y la dirigencia política que la rodea, están de acuerdo con ese modelo. Apenas se pelean por quién se queda con poco más o poco menos de las ganancias de ese negocio. Pero nadie cuestiona la soja, como Andrés Carrazco y personalidades importantes que integran la Conicet y hacen una investigación, de cómo embriones humanos son contaminados por la soja y cómo ello es perjudicial para el ser humano son aplastados en grado discriminado para que no salga a la luz, para que no afecte un gran negocio como es hoy la soja en el mundo. `La República Unida de la Soja` es el nombre que están dando a países como Brasil, Argentina y el Cono Sur por el cultivo de la soja transgénica.
En cuanto a la explotación minera hay una discusión, en donde algunos dicen que hay que cobrarles más impuestos. No. Lo que contamina no se puede cobrar impuestos. Yo no cobro impuestos para que me maten de a poco o viva más o menos mejor mientras me matan.
Al mismo tiempo, sobre la propuesta de la que usted preguntó, creo que se trata del reclamo de que nada se haga sin consultas populares. Es un tema fundamental porque es el arma para enfrentar tanto poder económico y político, cuando los pueblos toman en sus manos las decisiones. Yo creo que si la democracia es el gobierno del pueblo, entonces que el pueblo decida sobre los grandes temas. ¿A quién le pidieron permiso para transformar toda la tierra argentina en cultivos de soja contaminante? ¿A quién le pidieron permiso para contaminar ´chicos banderilleros` que van marcando a los aviones (fumigadores) el uso del glifosato, un herbicida, plaguicida que mata todo menos el yuyo sojero?
Entonces, es un desafío para que nada de eso sea llevado adelante sin Consulta Popular. Es el ejemplo que también dio Esquel. Si hay debate entre el poder político y el poder popular: consulten al pueblo para ver quién decide. Y si los gobiernos siguen con los proyectos políticos que la población repudia, los pueblos tenemos que hacer algo.
Las asambleas autoconvocadas; organizaciones; no permitir a dirigentes que quieran lucrar y hacer copartícipes a instituciones que serán `usadas`; conservar el espíritu de participación horizontal es lo que invita a los ciudadanos para que se acerquen y sean protagonistas. Lo que demuestra que las batallas contraculturales se pueden ganar.-
• DNI 4159560
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