jueves, abril 22, 2010

Un investigador del CENPAT advierte que en la cadena andina hay 500 volcanes activos


Enviado por CENPAT

En un artículo que publicó en la revista “Ciencia Hoy”, el Dr. Miguel J.F.Haller, de la Unidad de Investigación Geología y Paleontología del Centro Nacional Patagónico sostiene que los especialistas denominan peligros volcánicos a los creados por cualquier proceso relacionado con volcanes que pueda afectar la vida y los bienes de las personas.

El investigador del CONICET y profesor de la Universidad de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco señala que “hay unos quinientos volcanes activos en todo momento en nuestro planeta”, agregando que “en la cadena andina, que compartimos con Chile, hay cerca de dos mil, de los cuales unos quinientos se clasifican hoy como activos….”

Más detalles

En el marco de referencia de la erupción de volcán Chaitén iniciada en mayo de 2008 en el sur de Chile, se describen los procesos volcánicos que pueden afectar la vida y los bienes de las personas. Los fenómenos volcánicos más destructivos son los Flujos Piroclásticos, constituidos por una mezcla de gas, burbujas de vidrio volcánico, cristales y fragmentos de roca. Su temperatura puede variar en el orden de los 600°C y su velocidad descendente puede alcanzar en ocasiones extremas los 200 km/h. Algunos flujos piroclásticos llegaron hasta una distancia de 100 km de su lugar de emisión; debido a la gran masa que los compone, pueden ascender cuestas menores. Voltean, destruyen, entierran o atrapan todos los objetos que encuentran en su paso y provocar la combustión de materiales como hidrocarburos, vegetación y viviendas.

Cenizas volcánicas

Las cenizas volcánicas son las partículas con vidrio volcánico, roca y minerales, con diámetros menores de 2mm, impulsadas a la atmósfera durante una erupción volcánica. Como consecuencia de exposición a cenizas volcánicas, las personas pueden sufrir trastornos respiratorios, como irritación y descargas nasales o irritación de garganta. Pueden asimismo producir, asimismo, afecciones oculares: sensación de tener objetos extraños en los ojos, dolor, picazón, sangrado, lagrimeo y hasta abrasión o raspaduras de la córnea. La presencia de ceniza en el aire o sobre las pistas de aeropuertos produce inconvenientes para la aeronavegación, debido a sus efectos abrasivos y corrosivos, que puede dañar severamente las estructuras de los aviones y determinados componentes de sus motores. En ocasiones, al ingresar aviones en una nube de cenizas volcánicas, sus motores han perdido potencia por la acumulación y solidificación de ceniza en sus conductos de aire.

Otros peligros se refieren a los aludes de barro formado por ceniza removida de las laderas del volcán, que pueden colmatar los cauces de los ríos y producir serios trastornos.

Nota relacionada: 14 de abril: último parte sobre la actividad del volcán Chaitén

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