Por David Patricio Romero *
Los chubutenses hemos estado recibiendo desde los últimos meses del año pasado un mensaje optimista sobre la posibilidad de obtener un crédito en la suma de Trescientos millones de dólares o un mil doscientos millones de pesos. En forma extraoficial el destino serían obras de infraestructuras en nuestra Provincia. La garantía son las regalías petroleras.
No nos preocupa tanto cuál sería el método o la forma de obtener el crédito – bonos, fondos de distintas naturaleza, etc. – sino, en principio, nos preocupa la situación financiera de nuestra Provincia. Una primera deducción indicaría que si vamos a endeudarnos quiere decir que no tenemos recursos normales para poder realizar las obras que en forma extraoficial se anuncian. Vamos a hacer obras con plata que no tenemos. Pero ¿han de ser tan ineludibles en su realización que tenemos que empeñar nuestro futuro?
Ahora bien, el último presupuesto provincial del anterior gobierno – Lizurume 2003 – se elevó a la suma cercana a 1.100 Millones de pesos. A partir de allí en los siguientes años hubo una notable mejoría económica en la Argentina que posibilitó que fueran aumentando todo los años los ingresos en la Provincia llegando que para el año 2010 se han presupuestado ingresos por la suma lindante a 5.100 Millones de pesos. Es decir aproximadamente cuatro veces más.
A su vez, a pesar que la información no es muy amplia, se sabe que las grandes obras públicas que se llevan a cabo en nuestra Provincia tienen como aporte principal, cuando no total, los fondos nacionales.
La deuda que la H. Legislatura del Chubut autorizó al Poder Ejecutivo a adquirir se eleva a casi un 23% del Presupuesto 2010. Lo cual es una suma y un porcentaje muy importante. Esto implica transferir hacia el futuro a las próximas generaciones una carga que indudablemente será gravitante en su destino. Entonces correspondía empezar a preguntarse cuáles serían las obras de infraestructura tan importantes, necesarias y urgentes que había que realizar como para comprometer en el financiamiento de las mismas a nuestras futuras generaciones.
Esta pregunta viene a cuento de la reflexión que a continuación hacemos. En primer lugar es que no fue explicado previamente cuáles son las obras de infraestructura que se venían anunciando. Más arriba utilizamos la palabra “extraoficialmente”, y ello es correcto pues no se indicó que es lo que se iba a realizar con tamaña cantidad de recursos. No se dijo a qué plan productivo, económico o social respondía. Pues si eran tan necesarias y urgentes deberían ser parte de una propuesta que el Pueblo del Chubut debe conocer pues en definitiva es el dueño de los recursos que se están comprometiendo. Nada de esto se dijo y en ello está nuestra profunda preocupación.
Pero obviando el paso de la necesaria información previa, en estos días se comenzó a anunciar un conjunto de obras de infraestructura tan importantes tan relevantes que no nos quedaba más remedio que endeudarnos. Y entonces nuestra preocupación aumentó y es mayor. Porque en verdad es tal la imprecisión y tanta la generalización de los anuncios que ya excede lo admisible por el más crédulo y esperanzado.
Rogamos que no se nos diga que dichas obras responden al “Proyecto o Modelo Chubut”, pues es una entelequia que sólo se le conoce el título. Dicho “proyecto o modelo” nunca fue formulado y sólo es invocado para justificar lo que nadie explica.
Los chubutenses hemos estado recibiendo desde los últimos meses del año pasado un mensaje optimista sobre la posibilidad de obtener un crédito en la suma de Trescientos millones de dólares o un mil doscientos millones de pesos. En forma extraoficial el destino serían obras de infraestructuras en nuestra Provincia. La garantía son las regalías petroleras.
No nos preocupa tanto cuál sería el método o la forma de obtener el crédito – bonos, fondos de distintas naturaleza, etc. – sino, en principio, nos preocupa la situación financiera de nuestra Provincia. Una primera deducción indicaría que si vamos a endeudarnos quiere decir que no tenemos recursos normales para poder realizar las obras que en forma extraoficial se anuncian. Vamos a hacer obras con plata que no tenemos. Pero ¿han de ser tan ineludibles en su realización que tenemos que empeñar nuestro futuro?
Ahora bien, el último presupuesto provincial del anterior gobierno – Lizurume 2003 – se elevó a la suma cercana a 1.100 Millones de pesos. A partir de allí en los siguientes años hubo una notable mejoría económica en la Argentina que posibilitó que fueran aumentando todo los años los ingresos en la Provincia llegando que para el año 2010 se han presupuestado ingresos por la suma lindante a 5.100 Millones de pesos. Es decir aproximadamente cuatro veces más.
A su vez, a pesar que la información no es muy amplia, se sabe que las grandes obras públicas que se llevan a cabo en nuestra Provincia tienen como aporte principal, cuando no total, los fondos nacionales.
La deuda que la H. Legislatura del Chubut autorizó al Poder Ejecutivo a adquirir se eleva a casi un 23% del Presupuesto 2010. Lo cual es una suma y un porcentaje muy importante. Esto implica transferir hacia el futuro a las próximas generaciones una carga que indudablemente será gravitante en su destino. Entonces correspondía empezar a preguntarse cuáles serían las obras de infraestructura tan importantes, necesarias y urgentes que había que realizar como para comprometer en el financiamiento de las mismas a nuestras futuras generaciones.
Esta pregunta viene a cuento de la reflexión que a continuación hacemos. En primer lugar es que no fue explicado previamente cuáles son las obras de infraestructura que se venían anunciando. Más arriba utilizamos la palabra “extraoficialmente”, y ello es correcto pues no se indicó que es lo que se iba a realizar con tamaña cantidad de recursos. No se dijo a qué plan productivo, económico o social respondía. Pues si eran tan necesarias y urgentes deberían ser parte de una propuesta que el Pueblo del Chubut debe conocer pues en definitiva es el dueño de los recursos que se están comprometiendo. Nada de esto se dijo y en ello está nuestra profunda preocupación.
Pero obviando el paso de la necesaria información previa, en estos días se comenzó a anunciar un conjunto de obras de infraestructura tan importantes tan relevantes que no nos quedaba más remedio que endeudarnos. Y entonces nuestra preocupación aumentó y es mayor. Porque en verdad es tal la imprecisión y tanta la generalización de los anuncios que ya excede lo admisible por el más crédulo y esperanzado.
Rogamos que no se nos diga que dichas obras responden al “Proyecto o Modelo Chubut”, pues es una entelequia que sólo se le conoce el título. Dicho “proyecto o modelo” nunca fue formulado y sólo es invocado para justificar lo que nadie explica.
Entonces volvemos a formular el interrogante sobre cuál es la razón por la que nos vamos a endeudar de una forma por demás preocupante. No existen las razones, los motivos o los fundamentos que nos hagan reflexionar para estar de acuerdo o no con el endeudamiento. Hay una absoluta ausencia de explicación ya sea política, económica o de tipo social que nos diga a los chubutenses para que vamos a pedir ese dinero.
Esta falta de indicación también trae como consecuencia dos reflexiones más: la primera en cuanto a responsabilidad, también, de los integrantes del Poder Legislativo que votaron esta autorización. Decimos esto porque el art.135 de la Constitución Provincial que establece las atribuciones de nuestra Cámara de Diputados en su inc.15 les indica que pueden autorizar al P.E. a contraer empréstitos “con bases y objetos determinados”. Es decir que luego de tener por justificada la inversión para una obra por afuera del Presupuesto, corresponde autorizar un determinado monto para esa determinada obra. Es decir que las generalidades no son admisibles para estas autorizaciones. Entonces hemos de entender que los legisladores que aprobaron un endeudamiento sin cumplimiento de las normas establecidas tendrían que afrontar las consecuentes responsabilidades.
Una segunda reflexión es con referencia al pago de la deuda que adquiriríamos. Los fondos que avalan la futura deuda son los provenientes de las regalías petroleras que percibimos. Es decir que no sólo el actual gobierno ha realizado los contratos petroleros más ruinosos que se tenga memoria no sólo en nuestro País, sino que encima también se apropia también de la renta que le correspondería a los futuros gobiernos y generaciones.
En consecuencia, ante este endeudamiento por demás irresponsable, que va a comprometer seriamente el destino de nuestra Provincia es que corresponde expresar el más profundo rechazo al mismo y poner a la población y Pueblo en general en estado de advertencia y alerta.
* Encuentro para la Participación Popular
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