Por Beto Romero *
Voy, hoy, a levantar mi voz, la mía que es la de tantos, muchos, muchas voces. Ecos que resuenan en pasillos de ecos de voces de gritos desesperados. Hoy voy a levantar la voz, la perdiz, hoy elijo decirlo.
Tal vez mañana despierte, como tantas veces, con la insoportable sensación de haber perdido mi tiempo, con los brazos cansados de tanta corriente en contra, con la garganta nudo, el pecho enredado, la lengua seca (quien sabe).
Es que ahora me toca esto de amar, de mi estomago envuelto en pájaros, de mi sonrisa saturada, de pensarme “con”.
(No concibo, pues, existir sin la pulsión, no creo posible el vértigo de quienes se abisman si no caemos juntos, no puedo).
Darse cuenta que nada se va, que todo vuelve, que nos envuelve el aliento, y seguir caminando.
No sé, entonces, quedarme inmóvil, meditabundo, ante tanto ataque, tanto mandato enquistado.
Por que vienen con tu palabra, OH! Señor, que brillas en el cielo, y condenas a quienes, como yo, no entendieron, quizás el mecanismo de tu misteriosa naturaleza!
Gentes de epigénesis abyecta: el monstruo mitad hombre mitad bestia, la hoguera del anormal, la costurita fallada, el outlet sexual.
Y seguimos pensándonos sirvientas del gran amo, bebemos todos del cáliz oro, hoy más que nunca, repleto de sangre: en las baldosas, por las acequias, en la suela de mis zapatos. Un rojo que tiñe, que mancha (y no sale).
Y con la cruz en el pecho, y el rabo entre las piernas salen, violentos, descarados: a decirnos que podemos hacer, a poner un poquito de orden a la cosa, “y dejémonos de joder! que esto es un quilombo, que acá, todos hacen lo que quieren!” “NO VAYA A SER, que ahora los monstruitos también salgan a la calle, bombo en mano, a reclamar por lo que consideran legitimo.”
¿De que familia hablan? ¿Donde esta el real peligro? ¿Cuál es la línea, el borde, el filo? ¿Qué entienden, entonces, por amor? ¿Qué sexo, sexualidad, que natural?
Por que hoy no se celebra el amor, y se defiende con uñas y dientes un cajón ya podrido, donde a un niño se lo obliga a afirmar y difundir el odio en su escuela, donde todo es aberrante y deforme, corrupto, raro. (Así es mejor, así nadie elije).
Y veo que la cloaca rebalsa, que la mierda licuada se expande, que el comando de fusilamiento se arma contra mi (y tantos mas):
-como el pibe asesinado en Bariloche (por negro, la escoria), y su vecino, a quien matan como un perro por defenderlo, y el comerciante? Contento: de que hay uno menos, que tengo todos los caramelos en el tarro.
-como Natalia Gaitán, el ultimo rostro apagado por el odio y que tengo la seguridad, la tristeza de afirmar, no será el ultimo.
Y no es solo la muerte, es el dedo acusador, el mundo que te da la espalda, la jueza y el recurso de amparo, y la cruz sobre la mesita de luz.
Apostemos, pues, a ser eligiendo, amando, a la diferencia que nutre, a la línea de fuga que fuga, escapa, huye de lo que es y ya se sabe, y abre puertas, y nos despierta, amplifica nuestros sentidos, nos acerca a lo vital, a la experiencia, a un mundo abrazo/ojos brillantes.
No es utopía, pedir que de nuestras mentes surja el estallido, en absoluto. Esta en el estallido la potencia, la fuerza.
* DNI 32.537.930
Queer Esquel
www.espaciodiversaesquel.blogspot.com
Voy, hoy, a levantar mi voz, la mía que es la de tantos, muchos, muchas voces. Ecos que resuenan en pasillos de ecos de voces de gritos desesperados. Hoy voy a levantar la voz, la perdiz, hoy elijo decirlo.
Tal vez mañana despierte, como tantas veces, con la insoportable sensación de haber perdido mi tiempo, con los brazos cansados de tanta corriente en contra, con la garganta nudo, el pecho enredado, la lengua seca (quien sabe).
Es que ahora me toca esto de amar, de mi estomago envuelto en pájaros, de mi sonrisa saturada, de pensarme “con”.
(No concibo, pues, existir sin la pulsión, no creo posible el vértigo de quienes se abisman si no caemos juntos, no puedo).
Darse cuenta que nada se va, que todo vuelve, que nos envuelve el aliento, y seguir caminando.
No sé, entonces, quedarme inmóvil, meditabundo, ante tanto ataque, tanto mandato enquistado.
Por que vienen con tu palabra, OH! Señor, que brillas en el cielo, y condenas a quienes, como yo, no entendieron, quizás el mecanismo de tu misteriosa naturaleza!
Gentes de epigénesis abyecta: el monstruo mitad hombre mitad bestia, la hoguera del anormal, la costurita fallada, el outlet sexual.
Y seguimos pensándonos sirvientas del gran amo, bebemos todos del cáliz oro, hoy más que nunca, repleto de sangre: en las baldosas, por las acequias, en la suela de mis zapatos. Un rojo que tiñe, que mancha (y no sale).
Y con la cruz en el pecho, y el rabo entre las piernas salen, violentos, descarados: a decirnos que podemos hacer, a poner un poquito de orden a la cosa, “y dejémonos de joder! que esto es un quilombo, que acá, todos hacen lo que quieren!” “NO VAYA A SER, que ahora los monstruitos también salgan a la calle, bombo en mano, a reclamar por lo que consideran legitimo.”
¿De que familia hablan? ¿Donde esta el real peligro? ¿Cuál es la línea, el borde, el filo? ¿Qué entienden, entonces, por amor? ¿Qué sexo, sexualidad, que natural?
Por que hoy no se celebra el amor, y se defiende con uñas y dientes un cajón ya podrido, donde a un niño se lo obliga a afirmar y difundir el odio en su escuela, donde todo es aberrante y deforme, corrupto, raro. (Así es mejor, así nadie elije).
Y veo que la cloaca rebalsa, que la mierda licuada se expande, que el comando de fusilamiento se arma contra mi (y tantos mas):
-como el pibe asesinado en Bariloche (por negro, la escoria), y su vecino, a quien matan como un perro por defenderlo, y el comerciante? Contento: de que hay uno menos, que tengo todos los caramelos en el tarro.
-como Natalia Gaitán, el ultimo rostro apagado por el odio y que tengo la seguridad, la tristeza de afirmar, no será el ultimo.
Y no es solo la muerte, es el dedo acusador, el mundo que te da la espalda, la jueza y el recurso de amparo, y la cruz sobre la mesita de luz.
Apostemos, pues, a ser eligiendo, amando, a la diferencia que nutre, a la línea de fuga que fuga, escapa, huye de lo que es y ya se sabe, y abre puertas, y nos despierta, amplifica nuestros sentidos, nos acerca a lo vital, a la experiencia, a un mundo abrazo/ojos brillantes.
No es utopía, pedir que de nuestras mentes surja el estallido, en absoluto. Esta en el estallido la potencia, la fuerza.
* DNI 32.537.930
Queer Esquel
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