Por Juan Ignacio Monges y María Fernández
Nuevo ciclo de cine debate: Cambiando los paradigmas - Hacia una cultura sustentable
Primera película. Lunes 19 de Julio, a las 20:00 hs., en el Bar del Centro Cultural Melipal Esquel
El Guerrero de la Basura
Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=ZlcFUcaAvNI
Imagina invertir sólo unos cuantos pesos al año en el mantenimiento de tu casa, que tu hogar aproveche la luz del sol para la calefacción y que el agua de lluvia se filtre para uso doméstico y regar plantas. Imagina, además, que no dependes del petróleo y que no contaminas". Michael Reynolds lleva 35 años rompiendo las normas de la arquitectura convencional.
En los setenta comenzó a construir un poblado en un desierto de Nuevo México (EEUU) con latas de cerveza, botellas de plástico y neumáticos viejos. Los seguidores de este arquitecto estadounidense han construido en todo el mundo cerca de 2.000 viviendas Earthship (literalmente, nave de tierra). A Reynolds le han dado la espalda sus compañeros de profesión y la ley de su estado, que sólo desde hace unos años reconoce la validez de estas construcciones.
Su historia la aborda ahora la película Garbage Warrior (Guerrero de la basura), exhibida en festivales internacionales. El último, el Biff de Bergen (Noruega), donde la cinta de Oliver Hodge ha cosechado elogios de la crítica y el público. "La historia tiene mucha fuerza", dice Hodge, "como denuncia y testimonio personal. Pero, más allá, ofrece esperanza a quien quiera creer en un modo de vida respetuoso con el medio ambiente".
Tradiciones
Michael Reynolds se formó en las escuelas de arquitectura de su país para después romper con las tradiciones que había aprendido. Ahora trata de mostrar que cada botella de plástico o neumático que utiliza es, además de un ejemplo de reciclaje, una contribución al mantenimiento del planeta.
Sus viviendas son autosuficientes casi en su totalidad. En ellas están integrados invernaderos que proveen de todo tipo de frutas o verduras a los inquilinos, además de un complejo sistema de filtrado de agua.
El reto, según su creador, se ha convertido en un asunto "de vida o muerte": el de combatir el cambio climático y la dependencia de combustibles fósiles. Según él, cualquiera puede construir su propia vivienda.
En los seis libros que ha publicado, el arquitecto explica el proceso de construcción, su sistema de calefacción o el filtrado de agua. "Me he encontrado con cientos de casas en todo el mundo", cuenta. La que más le sorprendió es una construcción en Siberia. "Si bien no es 100% autosostenible, demuestra que el modelo se puede adaptar a climas extremos", dice.
Tras el tsunami que en 2004 afectó a buena parte del golfo de Bengala, Reynolds y su equipo se desplazaron a las islas Andamán (India) para la reconstrucción. Allí levantaron catorce viviendas totalmente ecológicas e instruyeron a los arquitectos locales.
Nuevo ciclo de cine debate: Cambiando los paradigmas - Hacia una cultura sustentable
Primera película. Lunes 19 de Julio, a las 20:00 hs., en el Bar del Centro Cultural Melipal Esquel
El Guerrero de la Basura
Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=ZlcFUcaAvNI
Imagina invertir sólo unos cuantos pesos al año en el mantenimiento de tu casa, que tu hogar aproveche la luz del sol para la calefacción y que el agua de lluvia se filtre para uso doméstico y regar plantas. Imagina, además, que no dependes del petróleo y que no contaminas". Michael Reynolds lleva 35 años rompiendo las normas de la arquitectura convencional.
En los setenta comenzó a construir un poblado en un desierto de Nuevo México (EEUU) con latas de cerveza, botellas de plástico y neumáticos viejos. Los seguidores de este arquitecto estadounidense han construido en todo el mundo cerca de 2.000 viviendas Earthship (literalmente, nave de tierra). A Reynolds le han dado la espalda sus compañeros de profesión y la ley de su estado, que sólo desde hace unos años reconoce la validez de estas construcciones.
Su historia la aborda ahora la película Garbage Warrior (Guerrero de la basura), exhibida en festivales internacionales. El último, el Biff de Bergen (Noruega), donde la cinta de Oliver Hodge ha cosechado elogios de la crítica y el público. "La historia tiene mucha fuerza", dice Hodge, "como denuncia y testimonio personal. Pero, más allá, ofrece esperanza a quien quiera creer en un modo de vida respetuoso con el medio ambiente".
Tradiciones
Michael Reynolds se formó en las escuelas de arquitectura de su país para después romper con las tradiciones que había aprendido. Ahora trata de mostrar que cada botella de plástico o neumático que utiliza es, además de un ejemplo de reciclaje, una contribución al mantenimiento del planeta.
Sus viviendas son autosuficientes casi en su totalidad. En ellas están integrados invernaderos que proveen de todo tipo de frutas o verduras a los inquilinos, además de un complejo sistema de filtrado de agua.
El reto, según su creador, se ha convertido en un asunto "de vida o muerte": el de combatir el cambio climático y la dependencia de combustibles fósiles. Según él, cualquiera puede construir su propia vivienda.
En los seis libros que ha publicado, el arquitecto explica el proceso de construcción, su sistema de calefacción o el filtrado de agua. "Me he encontrado con cientos de casas en todo el mundo", cuenta. La que más le sorprendió es una construcción en Siberia. "Si bien no es 100% autosostenible, demuestra que el modelo se puede adaptar a climas extremos", dice.
Tras el tsunami que en 2004 afectó a buena parte del golfo de Bengala, Reynolds y su equipo se desplazaron a las islas Andamán (India) para la reconstrucción. Allí levantaron catorce viviendas totalmente ecológicas e instruyeron a los arquitectos locales.
En 2005, tras el huracán Rita, desarrollaron un proyecto similar en México. Reynolds no se cree un profeta. "No tengo misiones que cumplir, no pretendo ser ningún Al Gore o salvar el mundo", afirma. En una gran meseta de Nuevo México, donde tiene su cuartel general y su casa, cultiva sus propias plantas y diseña nuevos proyectos.
El arquitecto le quita hierro a su forma de vida y asegura ser "sólo alguien que ha decidido vivir de manera distinta y aprovechando la basura. Además, en una casa en la que no inviertes más de 50 dólares al año, se puede vivir muy bien", remacha.
"Ahora el sueño americano es sobrevivir". Michael Reynolds (Earthship Biotecture) Leer más
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