Enviado por Lucila Martínez Minicucci
A los y las representantes de la Provincia del Chubut:
Como ciudadanos y ciudadanas nos sentimos felices por la aprobación de la ley de matrimonio igualitario. Entendemos que, lejos de ser el final, es el inicio de un recorrido necesario en la democratización de la sociedad argentina. Nuestro país es hoy por definición más justo, y el debate generado en estos meses sin duda nos hace personas más comprensivas y plurales.
Como cientistas sociales, además, hemos tenido el gusto de participar en distintas instancias de construcción colectiva de conocimiento, tanto desde el Grupo de Estudios sobre Sexualidades (GES - Instituto de Investigaciones Gino Germani, UBA) como desde aquellos otros espacios de los que somos parte, haciendo carne la premisa legada por los feminismos de que "lo personal es político".
Como chubutenses, sin embargo, nos ha defraudado profundamente la posición asumida por el Senador Mario Cimadevilla, a quien se le solicitaron múltiples entrevistas recibiendo por respuesta solo silencio. Silencio que se replicó en la postura de la Senadora Graciela Di Perna. Silencio que niega la ampliación de derechos y omite denunciar las injusticias.
Es por esto que sentimos la necesidad de escribir estas líneas y destacar en primer lugar el trabajo del Senador Marcelo Guinle. No solo celebramos su voto afirmativo, sino también el respeto de sus palabras y la fundamentación de las mismas en la dignidad humana, sin distinción de categorías de ciudadanía. Así de simple, pero igual de importante, es el trabajo que también reconocemos al Diputado Pais, quien a diferencia de sus colegas Manuel Morejón, Oscar Currilén y Nancy González, apoyó el proyecto ya en la Cámara Baja (recordemos que la quinta legisladora por la provincia, Rosa Chiquichano, se encontraba ausente).
Podemos decir ahora que finalmente el matrimonio es un derecho para todos y todas, y no un privilegio que solo algunos y algunas de nosotras hemos tenido en función de nuestra orientación sexual. No debemos tener miedo a equivocarnos. Nuestros hijos e hijas, sobrinas, los hijos e hijas de nuestros amigos y amigas, nuestras familias enteras vivirán en un país más justo, y como sociedad construiremos como respuestas a sus preguntas los diversos modos de la felicidad.
Saludamos a todos y todas las chubutenses, y agradecemos en ellos a aquellos representantes cuyos nombres serán recordados.
Daniel Jones (Dr. en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires)
Lucila Martínez Minicucci (Lic. en Sociología, Universidad de Buenos Aires)
José Glinski (Lic. en Ciencia Política, Universidad de Buenos Aires)
Chubutenses
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Como cientistas sociales, además, hemos tenido el gusto de participar en distintas instancias de construcción colectiva de conocimiento, tanto desde el Grupo de Estudios sobre Sexualidades (GES - Instituto de Investigaciones Gino Germani, UBA) como desde aquellos otros espacios de los que somos parte, haciendo carne la premisa legada por los feminismos de que "lo personal es político".
Como chubutenses, sin embargo, nos ha defraudado profundamente la posición asumida por el Senador Mario Cimadevilla, a quien se le solicitaron múltiples entrevistas recibiendo por respuesta solo silencio. Silencio que se replicó en la postura de la Senadora Graciela Di Perna. Silencio que niega la ampliación de derechos y omite denunciar las injusticias.
Es por esto que sentimos la necesidad de escribir estas líneas y destacar en primer lugar el trabajo del Senador Marcelo Guinle. No solo celebramos su voto afirmativo, sino también el respeto de sus palabras y la fundamentación de las mismas en la dignidad humana, sin distinción de categorías de ciudadanía. Así de simple, pero igual de importante, es el trabajo que también reconocemos al Diputado Pais, quien a diferencia de sus colegas Manuel Morejón, Oscar Currilén y Nancy González, apoyó el proyecto ya en la Cámara Baja (recordemos que la quinta legisladora por la provincia, Rosa Chiquichano, se encontraba ausente).
Podemos decir ahora que finalmente el matrimonio es un derecho para todos y todas, y no un privilegio que solo algunos y algunas de nosotras hemos tenido en función de nuestra orientación sexual. No debemos tener miedo a equivocarnos. Nuestros hijos e hijas, sobrinas, los hijos e hijas de nuestros amigos y amigas, nuestras familias enteras vivirán en un país más justo, y como sociedad construiremos como respuestas a sus preguntas los diversos modos de la felicidad.
Saludamos a todos y todas las chubutenses, y agradecemos en ellos a aquellos representantes cuyos nombres serán recordados.
Daniel Jones (Dr. en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires)
Lucila Martínez Minicucci (Lic. en Sociología, Universidad de Buenos Aires)
José Glinski (Lic. en Ciencia Política, Universidad de Buenos Aires)
Chubutenses
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