Por Fundación Patagonia Natural
El Programa de Monitoreo Sanitario de Ballena Franca Austral (Eubalaena australis) comenzó su octava temporada ininterrumpida de investigación. El objetivo de éste es obtener información sobre la salud de las ballenas que visitan las costas de Península Valdés. La ciudadanía puede contribuir con esta tarea informando la aparición de ballenas muertas o varadas en las costas.
Desde el año 2003 el Programa de Monitoreo Sanitario de Ballena Franca Austral (PMSBFA) lleva adelante su tarea en el área de Península Valdés, provincia del Chubut. Debido al inicio de la temporada reproductiva de ballenas frente a las costas de esta zona, los responsables del proyecto retomaron sus actividades de relevamiento para acudir ante los varamientos que se produzcan.
Este programa tiene por objetivos, entre otros, obtener muestras biomédicas de ballenas varadas muertas para determinar cuales son los problemas de salud que afrontan las ballenas y conocer también aspectos de su biología, distribución y ecología producir información básica acerca del estado sanitario de la población de BFA en PV y alrededores .
El Programa cuenta con el apoyo y el financiamiento de las siguientes organizaciones no gubernamentales: Wildlife Conservation Society (WCS), Whale Conservation Institute (WCI), Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Fundación Patagonia Natural (FPN) y Fundación Ecocentro. Además, recibe apoyo logístico de la Subsecretaría de Turismo y Áreas Protegidas de la provincia de Chubut, la Dirección de Flora y Fauna Silvestre de la provincia de Chubut, la Administración del Área Natural Protegida Península Valdés, Prefectura Naval Argentina (PNA) y la Armada Argentina, así como de voluntarios que integran el equipo.
La octava temporada de trabajo se está llevando adelante por los responsables Andrea Chirife, Coordinadora de las tareas en el campo, y Lucas Bandieri. Ellos han expresado que “en caso de encontrar un ejemplar de ballena franca varada, sea vivo o muert, en alguna playa, o flotando en el mar, es importante que nos avisen de inmediato. Uno de los mayores problemas que se nos presenta es la rápida descomposición de los ejemplares muertos, lo que impide la obtención de muestras de buena calidad y en consecuencia, menores oportunidades de realizar diagnósticos del estado de salud de las ballenas”. En tal sentido, es importante la participación y compromiso de los ciudadanos informando a los siguientes números de contacto: Andrea Chirife (02965)15554724; Lucas Bandieri (02965)15554723. Asimismo, se puede informar a Defensa Civil, llamando al 103.
Temporada 2009
En la temporada 2009 se encontraron 81 animales muertos. De dicho total se examinaron 79 individuos, de los cuales ninguno presentaba evidencias externas de causa de muerte. Es decir que no se visualizaron cicatrices, heridas, y ninguna otra evidencia de causa de muerte o de acciones humanas. Cabe aclarar que dependiendo del estado de descomposición del cuerpo del animal, también se efectúa el examen externo minucioso y luego se procede al examen interno, llamado necropsia. Asimismo se toman fotografías, medidas corporales, mediciones del grosor de la grasa y localizaciones geográficas de cada ejemplar reportado.
En la temporada 2009, sólo en el 20% (12 animales) fue posible realizar una necropsia completa y colectar muestras de alto valor diagnóstico; el restos de los animales se encontraba muy descompuesto al momento del hallazgo, dificultando la observación de cualquier posible evidencia externa de la causa de muerte y de realización de necropsia.
Las muestras de tejidos recolectadas se envían a laboratorios de Argentina y Estados Unidos para estudiar posibles patologías, estructura genética de la población, nutrición, presencia de toxinas, contaminantes y metales pesados, isótopos estables para determinar áreas de alimentación, y se realizan innumerables estudios anexos con el fin de determinar el estado de salud general de los animales. Los resultados se reportan anualmente a las autoridades de la provincia de Chubut.
Red de Contactos
Para que las tareas del Programa sean realizadas con efectividad se ha conformado una Red de Contactos en Península Valdés y alrededores integrada por guardafaunas, pescadores, pobladores locales, empresas de avistaje de ballenas, empresas de buceo, empresas de turismo, guías, navegantes, aviadores, marisqueros, investigadores, ONGs y autoridades locales como la Prefectura Naval. Estas personas informan a la brevedad si encuentran algún cuerpo de ballena varada. Desde el inicio del programa en 2003, esta Red reportó el 73% de un total de 373 ejemplares registrados hasta el día de la fecha.
Para complementar los avisos dados por la Red de Contactos el proyecto realiza relevamientos por tierra de ambos golfos en las zonas donde se concentran la mayor parte de los varamientos. Estos se realizan de forma sistemática con la camioneta del Programa, con caminatas y con el aporte de los vehículos oficiales de turismo, especialmente con el uso del cuatriciclo y la ayuda del guardafauna Marcelo Franco, quien forma parte del equipo de campo desde el 2006.
A su vez desde el 2006 al 2008 se realizan relevamientos aéreos de costas que son inaccesibles por tierra, gracias al apoyo de la Administradora de Península Valdés.
Mortalidades inusuales
Las mortalidades registradas en los últimos años han preocupado a especialistas nacionales e internacionales. Por este motivo, en marzo de 2010 se realizó en Puerto Madryn un taller convocado por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y el CENPAT para analizar posibles causas e impactos de la mortalidad inusual de ballenas francas en esta población e identificar las necesidades futuras de investigación. Según la evidencia presentada en el taller, los especialistas concluyeron que la mortalidad de ballenas es significativa y preocupante. En la mayoría de las 366 ballenas muertas estudiadas desde el 2003, no hay evidencias concretas sobre la causa de muerte. Durante el taller se establecieron 3 hipótesis principales para explicar los picos de mortalidades en crías de ballenas francas ocurridos durante 2007, 2008 y 2009. Estas son: disminución en la disponibilidad de alimento, exposición a biotoxinas y enfermedades infecciosas. Aunque no fue posible determinar cuál de estas hipótesis es la más probable, se reconoció que la combinación de dos o más factores podría ser responsable del alto nivel de mortalidad observado en los últimos años. Los contaminantes fueron considerados como un factor de mortalidad adicional, aunque con una menor probabilidad. A partir de esta temporada en adelante, se sumarán más muestras y análisis para poder poner a prueba las hipótesis planteadas. El informe surgido por el taller fue presentado al Comité Científico y en la reciente 62º reunión de la CBI que se llevó a cabo en Marruecos el pasado mes de junio. El documento está disponible en la página web de la CBI para mayor información (http://iwcoffice.org/sci_com/screport.htm). A través de la incorporación de las recomendaciones planteadas por los expertos y especialistas, se espera poder avanzar en las explicaciones de estos eventos de mortandad en las ballenas francas de Península Valdés y así poder tratar de prevenirlas para contribuir adecuadamente a su conservación.
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