Por Fundación Patagonia Natural Foto: Daniel Pérez Martínez
La noticia de que un buque portacontainer colisionó contra una ballena ayer, martes 03 de agosto, en inmediaciones del muelle Almirante Storni despertó nuevamente el cuestionamiento de la Fundación Patagonia Natural hacia ciertos sectores que poco parece importarles el cuidado de nuestro recurso natural más emblemático: la ballena franca austral.
El hecho se produjo alrededor de las 15 hs. cuando el buque “Langeless” de unos 160 metros de eslora intentaba amarrar a en el muelle Storni. El bulbo de proa de dicho buque colisionó con una ballena que se encontraba en las aguas del Golfo Nuevo, a unos 260 metros del muelle.
Precisamente en el momento del lamentable hecho, se encontraba el biólogo Daniel Pérez Martínez realizando su trabajo diario quien pudo tomar imágenes y grabar un video que refleja de manera contundente el hecho (el video está disponible acá)
Desde la FPN , se ha tomado parte en el tema considerando que este tipo de maniobras van en perjuicio de la conservación de un recurso que constituye uno de los principales exponentes de la biodiversidad patagónica; declarado en 1984 Monumento Natural Nacional en aguas jurisdiccionales (Ley N°23.094); motivo de declaración de la Península Valdés como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ; y uno de los principales atractivos turístico de la zona.
En tal sentido, resulta imperante que las autoridades de aplicación correspondientes tomen las medidas necesarias a la brevedad para que esto no siga ocurriendo. Una de ellas podría ser la disposición de reglamentaciones especiales a nivel provincial que amparen a las ballenas en ésta época frente a la actividad portuaria de la ciudad.
Además, cabe recordar que la ballena franca austral esta incluida en el Libro de Rojo de especies amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ) teniendo, en orden de prioridad, como principales amenazas el transporte marítimo y los corredores de servicios, es decir, los servicios en zonas portuarias donde mayor tráfico marítimo hay.
El pretexto de que “sin mala intención” se producen estos hechos ya no es razón suficiente porque justamente son humanos dotados de racionalidad los que manejan y se encargan de efectuar estas maniobras de amarre. Por ello, también es necesario que Puerto Madryn cuente con empresas prestadoras de servicios portuarios con total conciencia y responsables del lugar en el que están ejerciendo su actividad.
Por último, no dejemos que la culpa sobre estos lamentables acontecimientos recaiga en un animal salvaje que nada entiende del accionar humano. Respetemos su entorno y revisemos entonces las prioridades.
Nota relacionada: Ballenas: afirman que la Dirección de Fauna sólo tiene tres inspectores para todo Chubut
La noticia de que un buque portacontainer colisionó contra una ballena ayer, martes 03 de agosto, en inmediaciones del muelle Almirante Storni despertó nuevamente el cuestionamiento de la Fundación Patagonia Natural hacia ciertos sectores que poco parece importarles el cuidado de nuestro recurso natural más emblemático: la ballena franca austral.
El hecho se produjo alrededor de las 15 hs. cuando el buque “Langeless” de unos 160 metros de eslora intentaba amarrar a en el muelle Storni. El bulbo de proa de dicho buque colisionó con una ballena que se encontraba en las aguas del Golfo Nuevo, a unos 260 metros del muelle.
Precisamente en el momento del lamentable hecho, se encontraba el biólogo Daniel Pérez Martínez realizando su trabajo diario quien pudo tomar imágenes y grabar un video que refleja de manera contundente el hecho (el video está disponible acá)
Desde la FPN , se ha tomado parte en el tema considerando que este tipo de maniobras van en perjuicio de la conservación de un recurso que constituye uno de los principales exponentes de la biodiversidad patagónica; declarado en 1984 Monumento Natural Nacional en aguas jurisdiccionales (Ley N°23.094); motivo de declaración de la Península Valdés como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ; y uno de los principales atractivos turístico de la zona.
En tal sentido, resulta imperante que las autoridades de aplicación correspondientes tomen las medidas necesarias a la brevedad para que esto no siga ocurriendo. Una de ellas podría ser la disposición de reglamentaciones especiales a nivel provincial que amparen a las ballenas en ésta época frente a la actividad portuaria de la ciudad.
Además, cabe recordar que la ballena franca austral esta incluida en el Libro de Rojo de especies amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ) teniendo, en orden de prioridad, como principales amenazas el transporte marítimo y los corredores de servicios, es decir, los servicios en zonas portuarias donde mayor tráfico marítimo hay.
El pretexto de que “sin mala intención” se producen estos hechos ya no es razón suficiente porque justamente son humanos dotados de racionalidad los que manejan y se encargan de efectuar estas maniobras de amarre. Por ello, también es necesario que Puerto Madryn cuente con empresas prestadoras de servicios portuarios con total conciencia y responsables del lugar en el que están ejerciendo su actividad.
Por último, no dejemos que la culpa sobre estos lamentables acontecimientos recaiga en un animal salvaje que nada entiende del accionar humano. Respetemos su entorno y revisemos entonces las prioridades.
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