Por Espacio Docente
En esta fecha, lo/as docentes celebramos la importante función que tenemos en la sociedad: EDUCAR. Nuestro trabajo juega un papel decisivo en la construcción de una determinada forma de sociedad y de que ésta sea más o menos democrática. Solamente si formamos estudiantes crítico/as existirán sujetos libres.
A pesar de lo imprescindible de nuestra tarea, hoy lo/as trabajadore/as de la educación padecemos la constante desvalorización de nuestra labor, tanto en el orden político como económico. La política de vaciamiento de la EDUCACION PÚBLICA implica: bajos salarios y como consecuencia la obligación de trabajar dos o tres cargos para llegar a fin de mes; la imposición autoritaria de modificaciones educativas que conllevan reformas laborales en contra de la estabilidad y de derechos adquiridos (por ej. 60 días de vacaciones); la superpoblación de las aulas que atentan contra la calidad educativa y la salud de lo/as docentes; los sistemas policiales de contralor médico que nos obligan a trabajar enfermo/as y la paulatina pérdida de servicios de la obra social; la presión de las estructuras jerárquicas para lograr determinados porcentajes de aprobados a fin de promocionar nacionalmente el “modelo Chubut”; son sólo algunos ejemplos. Entonces, ¿hay algo para festejar?
Sí, porque educar no es solo transmitir contenidos, educar también es enseñar a defender los derechos adquiridos, a conquistar otros y a organizarse colectivamente para ello. En el día del/la maestro/a revaloricemos nuestra función social y reivindiquemos nuestra condición de trabajadore/as discutiendo en nuestras escuelas, eligiendo delegado/as y participando de todas las acciones que hagan público nuestros reclamos para, de esta manera, construir entre todo/as la educación que queremos y necesitamos.
¡Salario igual a la canasta familiar!
¡Por un sistema educativo con participación real de lo/as trabajadore/as!
¡Por un sindicato democrático que encabece las luchas!
* www.espaciodocentechubut.blogspot.com
En esta fecha, lo/as docentes celebramos la importante función que tenemos en la sociedad: EDUCAR. Nuestro trabajo juega un papel decisivo en la construcción de una determinada forma de sociedad y de que ésta sea más o menos democrática. Solamente si formamos estudiantes crítico/as existirán sujetos libres.
A pesar de lo imprescindible de nuestra tarea, hoy lo/as trabajadore/as de la educación padecemos la constante desvalorización de nuestra labor, tanto en el orden político como económico. La política de vaciamiento de la EDUCACION PÚBLICA implica: bajos salarios y como consecuencia la obligación de trabajar dos o tres cargos para llegar a fin de mes; la imposición autoritaria de modificaciones educativas que conllevan reformas laborales en contra de la estabilidad y de derechos adquiridos (por ej. 60 días de vacaciones); la superpoblación de las aulas que atentan contra la calidad educativa y la salud de lo/as docentes; los sistemas policiales de contralor médico que nos obligan a trabajar enfermo/as y la paulatina pérdida de servicios de la obra social; la presión de las estructuras jerárquicas para lograr determinados porcentajes de aprobados a fin de promocionar nacionalmente el “modelo Chubut”; son sólo algunos ejemplos. Entonces, ¿hay algo para festejar?
Sí, porque educar no es solo transmitir contenidos, educar también es enseñar a defender los derechos adquiridos, a conquistar otros y a organizarse colectivamente para ello. En el día del/la maestro/a revaloricemos nuestra función social y reivindiquemos nuestra condición de trabajadore/as discutiendo en nuestras escuelas, eligiendo delegado/as y participando de todas las acciones que hagan público nuestros reclamos para, de esta manera, construir entre todo/as la educación que queremos y necesitamos.
¡Salario igual a la canasta familiar!
¡Por un sistema educativo con participación real de lo/as trabajadore/as!
¡Por un sindicato democrático que encabece las luchas!
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