Enviado por Prensa del Pueblo
Fuente: Momento 24
Sumando otra mancha criminal a su haber, luego de la Masacre de Bariloche, la Policía rionegrina ahora es responsable de un nuevo fusilamiento, por la espalda, que se llevó la vida de un chico de 16 años en la ciudad de Viedma.
La víctima es Guillermo Trafiñanco, quien recibió un disparo de arma reglamentaria (9 milímetros), el domingo por la madrugada en el barrio Lavalle, cerca de una escuela primaria.
El policía que disparó quedó detenido e incomunicado, pero eso no bastó para contener la bronca de la gente que, cansada de soportar asesinos uniformados, reclamó justicia y la renuncia del jefe de la oscura fuerza provincial, Jorge Villanova.
Desde la institución que vela por "el orden público" salieron inmediatamente a intentar justificar los hechos arguyendo que Villanova estaba armado junto a un grupo de jóvenes.
Sin embargo, nuevamente, tal como ocurrió en el caso del triple crimen de Bariloche, la bala por la espalda desmorona con la fuerza de su evidencia cualquier hipótesis de "enfrentamiento", como pretenden los asesinos del pueblo.
El desastroso gobierno radical de Miguel Saiz, por su parte, computa un nuevo acontecimiento negro que, más allá de todo análisis, se ha llevado la vida de otro joven en río negro, como ya sucedió con Atahualpa Martínez, Otoño Uriarte, Diego Bonefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas. La misma impunidad.
Nota relacionada: Detienen al policía que mató a Guillermo Trafiñanco en Viedma
Fuente: Momento 24
Sumando otra mancha criminal a su haber, luego de la Masacre de Bariloche, la Policía rionegrina ahora es responsable de un nuevo fusilamiento, por la espalda, que se llevó la vida de un chico de 16 años en la ciudad de Viedma.
La víctima es Guillermo Trafiñanco, quien recibió un disparo de arma reglamentaria (9 milímetros), el domingo por la madrugada en el barrio Lavalle, cerca de una escuela primaria.
El policía que disparó quedó detenido e incomunicado, pero eso no bastó para contener la bronca de la gente que, cansada de soportar asesinos uniformados, reclamó justicia y la renuncia del jefe de la oscura fuerza provincial, Jorge Villanova.
Desde la institución que vela por "el orden público" salieron inmediatamente a intentar justificar los hechos arguyendo que Villanova estaba armado junto a un grupo de jóvenes.
Sin embargo, nuevamente, tal como ocurrió en el caso del triple crimen de Bariloche, la bala por la espalda desmorona con la fuerza de su evidencia cualquier hipótesis de "enfrentamiento", como pretenden los asesinos del pueblo.
El desastroso gobierno radical de Miguel Saiz, por su parte, computa un nuevo acontecimiento negro que, más allá de todo análisis, se ha llevado la vida de otro joven en río negro, como ya sucedió con Atahualpa Martínez, Otoño Uriarte, Diego Bonefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas. La misma impunidad.
Nota relacionada: Detienen al policía que mató a Guillermo Trafiñanco en Viedma
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