miércoles, diciembre 29, 2010

“Gobierno, Gendarmería nacional y el conflicto social”

Por Hugo Alberto de Pedro
Enviado por Alicia Jardel


En unos días nomás (el 1º de enero de 2011) el Gobierno Nacional argentino -autodenominado nacional y popular- pondrá en marcha el “Operativo Centinela” (ya la denominación operativo nos repugna la memoria) a través de la movilización de una tropa de la Gendarmería Nacional con unos 6.000 efectivos -al menos por los dichos de la presidente de la Nación en un discurso por la cadena nacional del 20 de diciembre de 2010; pero muy poco se puede creer de las cifras que informa el gobierno de Argentina-.

Ya comienza mal el tema cuando el discurso oficial dice: “no presupone en modo alguno abandonar la función natural y estratégica de nuestra Gendarmería Nacional de custodiar fronteras y soberanía nacional”. Ya que no cabe más que pensar, deducir o inferir que nuestras fronteras se han modificado hacia los 24 partidos del Conurbano Bonaerense, tal una escisión de nuestro territorio nacional… estaremos frente a una nueva Nación en ciernes???. Creemos que no seguramente porque es una atribución del Congreso Nacional (Constitución de la Nación Argentina (CNA) Art. 75 incs. 15 y 16).

En su discurso alegremente la presidente Cristina Fernández nos dice: “que el operativo requiere una “inversión” de 150.000.000 pesos” y entonces… ¿Hay dinero o no hay dinero en la Argentina para poder paliar la situación de los más necesitados, hambreados y sin vivienda?. El discurso oficial sigue atacando a nuestra inteligencia y nuestro saber, sus dichos y desdichos carece de legitimación alguna.

Cada vez que en Argentina se mató o asesinó a un militante social en primera instancia se culpó a los propios manifestantes de su pertenencia, una cuestión que nos debe preocupar porque nada ni nadie nos garantiza que entre los elementos de la Gendarmería Nacional no se infiltren, o infiltren los mismos sicarios de siempre, que a la más leve investigación judicial terminan siendo miembros de las “fuerzas de seguridad” o bien pertenecientes a los contratados por las corruptas burocracias sindicales. Los hechos históricos de nuestro país así lo informan.

Sabemos que buscarán infiltrar a parte de los “servicios” de Inteligencia (siempre sin ella) para que armen una excusa de agresión armada para poder reprimir de la misma forma que siempre lo hacen, cuando en realidad no pasa más allá de una espontánea, desorganizada y suave forma de Intifada vernácula.

La decisión de la presidente no deja de ser una especie tangencial de “estado de sitio” aunque no se den las causales establecidas en nuestra CNA, porque no existe conmoción interior ni menos ataque exterior, tampoco la perturbación del orden.
La miopía y perversión gubernamental nacional pretenden cambiar bienestar general y políticas sociales completas y abarcativas para todos los habitantes por el movimiento de intimidación de las fuerzas armadas de seguridad. A las cuales desde acá les digo que no le tengo el más absoluto de los miedos.
Porque tenemos memoria y nos sigue doliendo los asesinatos y desapariciones que desde el Estado se han realizado, es que no le creo al relato del gobierno de turno.

Haciendo un poco de historia, a partir de la huída del gobierno genocida (1976/1983= dictadura militar) Argentina lleva 27 años consecutivos y continuados de vida democrática, 8 años con radicales y un supuesto gobierno de la Alianza y 19 años de peronistas, justicialistas o kirchneristas -como más les guste o convenga denominarse- en el poder… ¿No ha sido un tiempo más que suficiente para terminar con la pobreza y la indigencia? La respuesta inexorable es que SI, con las potencialidades y recursos que tenemos en Argentina, pero ha sido que NO porque se han ocupado y preocupado más por robar y dejar robar que por hacer lo que les correspondía por mandato popular y democrático, solamente con analizar la situación actual a la ligera verificamos que no sido así.

Muchos sabíamos que los “planes sociales” y “asistencias universales” o cualquiera sea su denominación terminarían siendo la forma y medio de pago para contar -muchos realmente demasiado necesitados- con asistentes obligados a sus actos de gobierno y que muchos “punteros”/”capangas” del partido de gobierno hagan sus negocios sobre las espaldas de las necesidades humanas y familiares de gran parte del pueblo.

Con el miedo y la intimidación no se acabará con los problemas, necesidades e inmoralidades sufridas por millones de habitantes de nuestro país, y si bien cualquiera puede esperar que se apacigüen los reclamos y las necesidades por temor a la represión, nada cambiará en las políticas de expoliación, desmanejos y robo a las que nos van llevando gobierno tras gobierno.

Si la expectativa del miedo que quiere infundir el gobierno no tiene éxito buscado ya se encargarán de poner en “operaciones” de contención social a las policías hambreadas de sangre, represión y castigo por doquier.

Muchos jamás hubiésemos imaginado que en diciembre de 2001 sería decretado el Estado de Sitio por el gobierno descerebrado de la Alianza, que se transformó en decenas de muertos y cientos de heridos, y que por la acción y lucha popular terminó con un gobierno en una real salida por los aires, helicóptero mediante.

El Gobierno Nacional debería saber que las milicias oficiales ya fueron utilizadas por Adolfo Hitler en Alemania, por José Stalin en la URSS y por Benito Mussolini en Italia; con todas las barbaridades humanas que ellas ocasionaron.

Si al Gobierno Nacional lo anima, como telón de fondo, lo producido en Brasil en estos mismos tiempos bajo el gobierno petista de Dilma Rousseff que busca terminar con el narcotráfico que es un verdadero flagelo para cualquier país del mundo es un verdadero error histórico; sin embargo durante gran parte del gobierno de Lula da Silva el Movimiento de los Trabajadores Sin tierra (MST) acompañaron a su gestión hasta comprobar que las promesas no eran cumplidas, allí no hubo represión ni “operativos” de ninguna especie. Convengamos que besos, abrazos y reconocimientos de la presidente argentina no confirman en lo más mínimo un mismo eje ideológico y menos una misma entidad política y compromiso social. Lula ha sabido colocar al Brasil en el lugar de las potencias mundiales con hechos y no solamente con discursos banales, triviales y mendaces.

Nos resta saber si al inicio del “Operativo Centinela” existirá una arenga de los miembros intelectuales de “Carta Abierta” o bien un recital de los cantautores acólitos al gobierno, claro está, previo pago o comprometido pago del caché correspondiente.

El gobierno argentino pretende dirimir la interna peronista en las cuestiones del desencanto social por demás de justificado ante sus políticas de disgregación social, nos hablan de la “violencia social” y la “inestabilidad”, culpando de todo y al mejor estilo peronista a los sectores de la izquierda y que si son trotskistas mejor y con mayor insidia lo hacen (PO: Partido Obrero o PTS: Partido de los Trabajadores Socialistas). Debemos dirigir nuestra memoria a los atropellos de los gobiernos de Juan Domingo Perón, sin más.

Al desmemoriado actual gobierno argentino no le molestan, porque los han incentivado y protegido, los negocios del magnate de la obra pública Lázaro Báez, el imperio del magnate de los diferentes juegos Cristóbal López y menos al holding Eskenazi de los bancos, la construcción y la petrolera YPF. Tampoco se ruboriza del funcionario y beneficiario de las dádivas millonarias y demás yerbas como el procesado Ricardo Jaime (ex secretario de Transporte de la Nación), del Caso Skanska y el de Southern Winds, de las valijas millonarias de Antonini Wilson, los dineros guardados en el baño privado del despacho de la ex ministro de Economía de la Nación, Felisa Miceli, la misma que hizo desaparecer el acta original levantada por la policía ante el hallazgo, por nombrar solamente algunos de los tantos interrogantes que muchos tenemos.

Entonces… ¿De qué se debe hablar en nuestra Argentina?

Son tan irritantes las justificaciones del gobierno nacional -supuestamente tan preocupado- para tomar la decisión de pretender intimidar con los uniformados a los que se expresan de cualquier forma, que amplía la conjura al contubernio entre los trotskistas, empresas periodísticas y al mismísimo peronismo encabezado por el ex presidente de la Nación, Eduardo Alberto Duhalde.

El Gobierno Nacional sabe que el alza del costo de vida (inflación) que se estima para el año 2011 desatará mayores reclamos y conflictos, entonces nada mejor que tener movilizadas a las fuerzas del orden, supuesto.

No es casualidad, sino causalidad que todo el show y puesta en escena del kirchnerismo comience a desarrollarse en el 2011, que es un año electoral y durante el cual se deben realizar varias elecciones sindicales (que ya van demostrando un rechazo de los trabajadores a las burocracias gremiales enquistadas en los sindicatos que conforman la Confederación General del Trabajo (CGT) que es dirigida por el empresario y millonario Hugo Moyano, asimismo habrá renovación en los Centros de Estudiantes a los cuales no puede acceder el partido del poder aún a pesar de los esfuerzos económicos y de intimidación que vienen proponiendo desde hace años.

El último corte de las vías en el ferrocarril Roca tuvo su origen en el incumplimiento de lo pactado ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que no hizo cumplir el pase a planta de los trabajadores ferroviarios tercerizados y los hechos lamentables acaecidos días atrás en la terminal de trenes del mismo ferrocarril en Constitución, responde al cansancio de muchas personas por las condiciones generales y habituales denigrantes en sus viajes diarios hacia y desde sus ocupaciones, ello no es una novedad sino una repetición de otros sucedidos. Claro que el transporte no es un problema para los miembros del gobierno y sus familiares que utilizan los bienes del Estado para cualquier motivo que uno pueda imaginar (actos partidarios, viajes de descanso y/o placer, muertes y entierros). En esos mismos momentos muchas personas no podían retirar su propio dinero de las cuentas bancarias porque los bancos no tenían el efectivo suficiente y los jubilados y pensionados se encontraban frente a la situación de no poder cobrar sus haberes.

Los libelos de los diferentes funcionarios gubernamentales a través de los medios de comunicación (televisión, periódicos, radios e Internet) mencionan la existencia de grupos y/o activistas armados; siendo una información tan absurda como mendaz porque todos podemos apreciar que las armas son simples piedras que pueden ser arrojadas a unas cuantas decenas de metros en el mejor de los casos o bien centenares de cubiertas prendidas fuego a todo lo ancho y largo del país. Todo lo que sostienen al unísono muchos ministros del Poder Ejecutivo Nacional no deja de ser una malvada estupidez planeada y orquestada para pretender formar una opinión pública favorable a sus designios de perversidad absoluta y abominable.

Ellos tan verborrágicos informadores nada dicen, informan, proponen y menos terminan de solucionar la cuestión de los trabajadores tercerizados y de aquellos trabajadores que son sometidos a las diferentes formas de empleo precario e ilegal que son abalados por las diferentes conducciones sindicales que solamente encuentran su razón de existir en ser: los bufones contratados para llenar los actos públicos y convertirse en adictivos del gobierno autodenominado nacional y popular.

Ahora parece que es la Policía Federal la que realizará las investigaciones sobre el comportamiento de parte del pueblo, como si no existiría un Poder Judicial y un cuerpo de Fiscales que son los mandados legalmente para ordenar y realizar las investigaciones de cualquier índole. Nos preguntamos que es lo que puede investigar una fuerza policial que es corrupta, socia de los narcotraficantes y de las bandas delincuenciales; a la que cada tanto deben proceder a exonerar a muchos de sus miembros por incapaces y cómplices de todo tipo de delito. Si es la misma policía, que aún frente a las cámaras de televisión y de los cronistas periodísticos, que comete las más tremendas golpizas sobre los manifestantes hasta dejarlos maltrechos y ensangrentados en el piso -aún en ese estado los llenan de patadas, siguen pegándoles y flagelándolos de cualquier forma- hasta que una ambulancia los auxilia para trasladarlos a algún centro de atención médica/hospitalaria por los diferentes traumatismos que les han ocasionada con la bruteza de su accionar.

A muchos nos llama poderosamente la atención el silencio de muchos Organismos de Derechos Humanos de nuestro país, que se callan u ocultan ante muchas de las cuestiones aquí escritas. No puede ser que hayan dejado de ser Derechos y Humanos sus miembros y mayores dirigentes porque eso sería un retroceso terrible.

* Contador Público con estudios en Economía

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