miércoles, diciembre 29, 2010

“In memoriam de Amílcar Héctor Lacassañe”

Por Heraldo Ruddy González

In memorian de Amílcar Héctor Lacassañe (Tino) <25/12/2010>

“Bienaventurados los que dan sin recordar y reciben sin olvidar”


Recuerdo que cuando llegó mi familia a Trelew (27/11/72), nos instalamos en una vivienda (alquilada) en calle “San Patricio” (hoy Belgrano), casi esq. Brown del “Barrio San David”. Las referencias dadas por entonces para quienes debían ubicarnos simplemente eran;…”al lado del “”. Desde entonces, hemos vivido en el mismo “Barrio” que ahora le cambiaron su denominación original por “Los Olmos” (SIC).

¡¡¡Era Chiquito Trelew!!! y seria inmensa la lista de vecinos a reconocer solo mencionaremos a las “Gallegas”, Maricarmen y muchos/as más” que “adelantaron el viaje”.

"La esperanza (o fe) es el sueño de los hombres despiertos (vivos)”, dijo Aristóteles, esta sentencia la considero apropiada para esta ocasión y en un momento de esas ilusiones, Norma (mi Sra.) me comenta: ¡¡¡me gusta el Barrio!!!, “hoy mirando hacia fuera (al oeste) vi muchos terrenos vacíos”; “tenemos que comprar uno”. Por entonces, para disponer de los servicios públicos, se debían “costear”, (si se pretendían usarlos), por el dueño de la vivienda. En principio “el agua potable” (municipal), “la energía eléctrica” (Coop.), y los “desagües cloacales” (a Cámara Séptica y Pozo Negro), no ofrecían mayores inconvenientes ¿y el combustible?, ¡¡¡veríamos como resolver en su momento!!!, la esperanza nos invadía, así fue que adquirimos “nuestro lote” allá por 1974, ejecute el proyecto, en dos plantas el Banco Provincia me otorgo un crédito y comenzamos la construcción.

No paso mucho tiempo en que apareciera el “Ministro” Rodrigo en Economía y su resultados fueron el desabastecimiento que impidió continuar nuestros sueños pero estábamos “esperanzados” en tener una vivienda, así que reducimos las pretensiones de la “planta alta”, solicite al Banco del Chubut dada la galopante inflación que el monto otorgado se mantuviera y me permitiera financiar la planta baja y quien mire hoy vera en el frente una parte blanca que marco aquella etapa. Pero para ocupar ese espacio (1/2 vivienda) debía disponer de Gas Natural, así que le consulto a “Tino” por entonces asociado a “Bibbo”, que me “presupueste” la red de Gas desde la esquina (Rondeau, casi ½ cuadra) y me prepare un plan de pagos, ya que los recursos menguaban vertiginosamente, y me dice: “Ruddy: hace la zanja para alojar la cañería de la red, compra los caños y avísame, cuando disponga de la soldadora te realizo la obra”, así lo hice y concluido el trabajo le pregunte: ¿Cuánto te debo?, su respuesta fue: nada, termina la casa.

Tino, ahora en la planta alta de nuestra casa, (aun sin terminar) en la seguridad que lo recibirás, sintiéndonos bienaventurados al haberte conocido recibido, lo que diste y sobre todo el habernos brindado tu amistad.

A Margarita, Graciela, Daniel, nietos/as y demás llegue este recuerdo de quienes afirman que sólo muere el olvidado.

Norma Teresa Gutiérrez, Heraldo Ruddy González y flia.

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