Por Jorge Oriola *
Es increíble cómo siguen maniobrando aquellos que tienen cierto poder territorial, político, económico, para impedir burdamente que los derechos de las comunidades indígenas se cumplan...
Es cierto que todo el proceso histórico de larga data en el Sur de América del Sur (por fijar este tipo de casos, pero obviamente no es el único espacio para debatir y solucionar) requiere profundizar conocimientos y acordar pautas para integrarnos de modo definitivo en conjunto a la tierra. También es real que se manejan concepciones distintas entre la idea de comunidad ancestral y los mecanismos propios del capitalismo. Pero indudablemente debe haber una política de reparación histórica.
Esto que se viene dando aún con lentitud e imperfecciones es permanentemente trabado por aquellos que no quieren perder ninguno de los privilegios obtenidos y tampoco aquellos supuestos derechos que se lograron a través de prácticas no legales o por lo menos confusas. Es un problema que se reitera desde hace más de un siglo, por lo menos, en casi toda Latinoamérica, y sólo se viene solucionando en esos estados plurinacionales en los cuales los pueblos originarios tienen presencia activa, movilización y también integración en los gobiernos. En otros, como en Chile, lamentablemente desde el gobierno "socialista" de Bachelet se aplican leyes denominadas "antiterroristas".
También debemos reconocer que la prensa en general, los medios hegemónicos en particular y la misma sociedad argentina no han tomado la problemática indígena y la tierra con la seriedad y el interés que se requiere. Ha sido más "importante" el conflicto de las tomas de espacios públicos en Buenos Aires que el de Formosa y los casos en Patagonia que se reiteran.
En la medida en que sociedad y gobiernos no se involucren a fondo para solucionar estos casos seguirá el conflicto, la injusticia y el poder real de quienes quieren seguir acaparando tierras.
* DNI 10.395.193 – Esquel
Nota relacionada: Alto Río Senguer: intentaron bloquear el único acceso al territorio de la comunidad Sacamata
Es increíble cómo siguen maniobrando aquellos que tienen cierto poder territorial, político, económico, para impedir burdamente que los derechos de las comunidades indígenas se cumplan...
Es cierto que todo el proceso histórico de larga data en el Sur de América del Sur (por fijar este tipo de casos, pero obviamente no es el único espacio para debatir y solucionar) requiere profundizar conocimientos y acordar pautas para integrarnos de modo definitivo en conjunto a la tierra. También es real que se manejan concepciones distintas entre la idea de comunidad ancestral y los mecanismos propios del capitalismo. Pero indudablemente debe haber una política de reparación histórica.
Esto que se viene dando aún con lentitud e imperfecciones es permanentemente trabado por aquellos que no quieren perder ninguno de los privilegios obtenidos y tampoco aquellos supuestos derechos que se lograron a través de prácticas no legales o por lo menos confusas. Es un problema que se reitera desde hace más de un siglo, por lo menos, en casi toda Latinoamérica, y sólo se viene solucionando en esos estados plurinacionales en los cuales los pueblos originarios tienen presencia activa, movilización y también integración en los gobiernos. En otros, como en Chile, lamentablemente desde el gobierno "socialista" de Bachelet se aplican leyes denominadas "antiterroristas".
También debemos reconocer que la prensa en general, los medios hegemónicos en particular y la misma sociedad argentina no han tomado la problemática indígena y la tierra con la seriedad y el interés que se requiere. Ha sido más "importante" el conflicto de las tomas de espacios públicos en Buenos Aires que el de Formosa y los casos en Patagonia que se reiteran.
En la medida en que sociedad y gobiernos no se involucren a fondo para solucionar estos casos seguirá el conflicto, la injusticia y el poder real de quienes quieren seguir acaparando tierras.
* DNI 10.395.193 – Esquel
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