Por Coalición Ciudadana Aysén Reserva de Vida
· Un 98% de los derechos de agua están en manos del sector privado, que sigue solicitando más caudal.
El año 2004 Sebastián Tramón, investigador de Greenpeace, descubrió que un 96 % de los derechos de agua no consuntivos –aquéllos que establecen que el recurso sea devuelto a su caudal- otorgados en la cuenca del Baker son propiedad de Endesa, empresa controlada por capitales italianos. La Dirección General de Aguas (DGA) evitó confirmar por años tal cifra, hasta que en 2009 reveló en un informe que un 98 % de estos derechos nunca han sido utilizados y están en manos de unos pocos privados, generando restricciones para autorizar su uso para consumo humano, animal y de riego.
Así lo confirma Peter Hartmann, coordinador de la Coalición Ciudadana Aysén Reserva de Vida (Coalición ARV), quien explica que los bajos niveles de agua que permanecen disponibles están siendo solicitadas por AES Gener, lo cual ha originado que la DGA establezca una reserva de 5,9 m3/s para los meses de enero y febrero, y un caudal adicional para el invierno. En su opinión esto es muy poco considerando que según la DGA el consumo promedio en Chile es de 30 m3/s de agua potable y 546 m3/s segundo para el riego.
Según un informe publicado por la DGA y la CONAMA en conjunto el caudal máximo que transita la cuenca del Baker es de 3812 m3/s. Los derechos otorgados a HydroAysén en los ríos Baker y Pascua equivalen a un flujo de 3155 m3/s, lo que significa que se destinarían 535 veces la cantidad de agua reservada para consumo humano para la generación de energía.
“En prácticamente toda la cuenca del Baker no hay agua disponible” denuncia Peter Hartmann. “O sea, si algún poblador, que esta ahí toda su vida, quisiera regar su campo o abrevar su ganado o asegurar su agua de consumo, o si la empresa de agua potable necesitase aumentar su cantidad por crecimiento de la población, lo mas probable es que la DGA solo les pueda otorgar algunos litros por segundo en enero y febrero” señala el dirigente.
Hartmann agrega que “los habitantes de la cuenca del Baker aun no se han percatado del significado de vivir en un lugar hidrográfico con la mayor cantidad de agua del país, pero a la cual legalmente no pueden acceder”.
A lo anterior se suma que HidroAysén está solicitando dos nuevos requerimientos para sus proyectos Baker 1 y 2, de 240 y 250 m3/s respectivamente, lo que para Peter Hartmann es inverosímil ya que están pidiendo “agua inexistente” al superar la disponibilidad real de la cuenca del Baker.
Nota relacionada: Lago Cachet: quejas por la falta de autoridades en la zona afectada por el vaciamiento
· Un 98% de los derechos de agua están en manos del sector privado, que sigue solicitando más caudal.
El año 2004 Sebastián Tramón, investigador de Greenpeace, descubrió que un 96 % de los derechos de agua no consuntivos –aquéllos que establecen que el recurso sea devuelto a su caudal- otorgados en la cuenca del Baker son propiedad de Endesa, empresa controlada por capitales italianos. La Dirección General de Aguas (DGA) evitó confirmar por años tal cifra, hasta que en 2009 reveló en un informe que un 98 % de estos derechos nunca han sido utilizados y están en manos de unos pocos privados, generando restricciones para autorizar su uso para consumo humano, animal y de riego.
Así lo confirma Peter Hartmann, coordinador de la Coalición Ciudadana Aysén Reserva de Vida (Coalición ARV), quien explica que los bajos niveles de agua que permanecen disponibles están siendo solicitadas por AES Gener, lo cual ha originado que la DGA establezca una reserva de 5,9 m3/s para los meses de enero y febrero, y un caudal adicional para el invierno. En su opinión esto es muy poco considerando que según la DGA el consumo promedio en Chile es de 30 m3/s de agua potable y 546 m3/s segundo para el riego.
Según un informe publicado por la DGA y la CONAMA en conjunto el caudal máximo que transita la cuenca del Baker es de 3812 m3/s. Los derechos otorgados a HydroAysén en los ríos Baker y Pascua equivalen a un flujo de 3155 m3/s, lo que significa que se destinarían 535 veces la cantidad de agua reservada para consumo humano para la generación de energía.
“En prácticamente toda la cuenca del Baker no hay agua disponible” denuncia Peter Hartmann. “O sea, si algún poblador, que esta ahí toda su vida, quisiera regar su campo o abrevar su ganado o asegurar su agua de consumo, o si la empresa de agua potable necesitase aumentar su cantidad por crecimiento de la población, lo mas probable es que la DGA solo les pueda otorgar algunos litros por segundo en enero y febrero” señala el dirigente.
Hartmann agrega que “los habitantes de la cuenca del Baker aun no se han percatado del significado de vivir en un lugar hidrográfico con la mayor cantidad de agua del país, pero a la cual legalmente no pueden acceder”.
A lo anterior se suma que HidroAysén está solicitando dos nuevos requerimientos para sus proyectos Baker 1 y 2, de 240 y 250 m3/s respectivamente, lo que para Peter Hartmann es inverosímil ya que están pidiendo “agua inexistente” al superar la disponibilidad real de la cuenca del Baker.
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