Por Juan Carlos Portas *
Enviado por Yoly Portas
Regresando el pasado lunes 7 de marzo tras recorrer el Parque Nacional Los Alerces acompañado por amigos extranjeros de visita en nuestro país, uno de ellos –en función de su actividad periodística- quiso conocer la famosísima “casita de Butch Cassidy” cuya ubicación yo desconocía pese a ser residente chubutense desde hace cuarenta y tres años.
Ante esa ignorancia mía consulté en inmediaciones de Cholila, indicándoseme que a unos 8 kilómetros hacia Epuyén, y a un costado de la Ruta 71, iba a encontrar una delegación policial donde me indicarían aquel lugar en razón de su proximidad.
Obrando en consecuencia llegamos donde luce el escudo policial respectivo con la leyenda Policía del Chubut-Delegación El Blanco, junto a una construcción cuya puerta tiene chapa metálica con la inscripción Subcomisaría. Pero al intentar entrar para requerir sobre nuestra inquietud, fui expulsado a gritos por un señor recriminándome estar invadiendo una vivienda particular. Sorprendido me justifiqué informándole mi búsqueda y las mencionadas señalizaciones, contestándome aquel desconocer la ubicación y que la Policía no había retirado las identificaciones oportunamente como hubiera correspondido, tras lo cual cerró la puerta tan violentamente como me había tratado.
Indignantemente desconcertado junto a mis acompañantes observé las inmediaciones, descubriendo a pocos pasos y sobre un alambrado de enfrente un madero donde se lee Butch Cassidy. Accedimos al lugar, lo visitamos, y al retirarnos volví a la construcción donde fui tan mal atendido queriendo fotografiar aquellas identificaciones policiales para acompañarlas a ésta presentación. Pero nuevamente salió el aludido señor impidiéndome siempre a los gritos esa intención, pese a mencionarle que me iba a dirigir precisamente a las autoridades correspondientes para evitar en adelante confusiones como las que hasta allí estábamos viviendo. Siempre gritando me respondió que estaba harto de ser molestado por ese “rancho de…”, con calificativo que no repito por respeto a quien me dirijo. Manifestación ésa en que le acompañó una mujer que también salió, exhibiéndonos burlona y ostentosamente un chaleco que sostenía con los brazos en alto y donde podía leerse Policía del Chubut, gritándome “viejo de…” (tengo 78 años) agregando la misma calificación que el señor tuviera para la “casita de Butch Cassidy”
Consecuentemente, expongo a Vd. algunas preocupaciones para su conocimiento y consideración:
a) Si la mencionada construcción es actualmente ajena a la Policía del Chubut, entiendo que deberían ser retiradas las inscripciones que así la identifican, indagando a la vez el motivo por el cual un uniforme policial se encuentre en manos de particulares.
b) Si el lugar sigue siendo una dependencia policial, los hechos relatados revisten otra gravedad que no escapará seguramente a su atención.
c) Cualquier visitante –tanto peor si es extranjero- puede pasar por situación similar, haciendo quedar mal a los chubutenses (cuando lo mencioné al aludido se deslindó riéndoseme con un “yo soy pampeano”), siempre y tan justificadamente reconocidos por la amabilidad y cortesía que caracterizan al habitante patagónico.
* Comodoro Rivadavia
Nota relacionada: “Butch Cassidy y Sundance Kid de nuevo cercados en la Patagonia argentina”, por Juan Gasparini
Enviado por Yoly Portas
Regresando el pasado lunes 7 de marzo tras recorrer el Parque Nacional Los Alerces acompañado por amigos extranjeros de visita en nuestro país, uno de ellos –en función de su actividad periodística- quiso conocer la famosísima “casita de Butch Cassidy” cuya ubicación yo desconocía pese a ser residente chubutense desde hace cuarenta y tres años.
Ante esa ignorancia mía consulté en inmediaciones de Cholila, indicándoseme que a unos 8 kilómetros hacia Epuyén, y a un costado de la Ruta 71, iba a encontrar una delegación policial donde me indicarían aquel lugar en razón de su proximidad.
Obrando en consecuencia llegamos donde luce el escudo policial respectivo con la leyenda Policía del Chubut-Delegación El Blanco, junto a una construcción cuya puerta tiene chapa metálica con la inscripción Subcomisaría. Pero al intentar entrar para requerir sobre nuestra inquietud, fui expulsado a gritos por un señor recriminándome estar invadiendo una vivienda particular. Sorprendido me justifiqué informándole mi búsqueda y las mencionadas señalizaciones, contestándome aquel desconocer la ubicación y que la Policía no había retirado las identificaciones oportunamente como hubiera correspondido, tras lo cual cerró la puerta tan violentamente como me había tratado.
Indignantemente desconcertado junto a mis acompañantes observé las inmediaciones, descubriendo a pocos pasos y sobre un alambrado de enfrente un madero donde se lee Butch Cassidy. Accedimos al lugar, lo visitamos, y al retirarnos volví a la construcción donde fui tan mal atendido queriendo fotografiar aquellas identificaciones policiales para acompañarlas a ésta presentación. Pero nuevamente salió el aludido señor impidiéndome siempre a los gritos esa intención, pese a mencionarle que me iba a dirigir precisamente a las autoridades correspondientes para evitar en adelante confusiones como las que hasta allí estábamos viviendo. Siempre gritando me respondió que estaba harto de ser molestado por ese “rancho de…”, con calificativo que no repito por respeto a quien me dirijo. Manifestación ésa en que le acompañó una mujer que también salió, exhibiéndonos burlona y ostentosamente un chaleco que sostenía con los brazos en alto y donde podía leerse Policía del Chubut, gritándome “viejo de…” (tengo 78 años) agregando la misma calificación que el señor tuviera para la “casita de Butch Cassidy”
Consecuentemente, expongo a Vd. algunas preocupaciones para su conocimiento y consideración:
a) Si la mencionada construcción es actualmente ajena a la Policía del Chubut, entiendo que deberían ser retiradas las inscripciones que así la identifican, indagando a la vez el motivo por el cual un uniforme policial se encuentre en manos de particulares.
b) Si el lugar sigue siendo una dependencia policial, los hechos relatados revisten otra gravedad que no escapará seguramente a su atención.
c) Cualquier visitante –tanto peor si es extranjero- puede pasar por situación similar, haciendo quedar mal a los chubutenses (cuando lo mencioné al aludido se deslindó riéndoseme con un “yo soy pampeano”), siempre y tan justificadamente reconocidos por la amabilidad y cortesía que caracterizan al habitante patagónico.
* Comodoro Rivadavia
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