jueves, marzo 17, 2011

Denuncian que una “patota” de Camioneros amenazó a punta de pistola a militantes del Frente Unidad Sur

Por Frente Unidad Sur

Hoy (por ayer), a la 1 am, una patota del Sindicato de Camioneros amenazó con armas de fuego a un grupo de militantes de Frente Unidad Sur- Lista 38 que estaba pegando carteles en Ducós y Mitre (Comodoro Rivadavia).

Un grupo de 6 militantes de Frente Unidad Sur, integrado por 3 mujeres y 3 varones, estaban pegando carteles, cuando fueron interceptados por un grupo de aproximadamente 20 integrantes del Sindicato de Camioneros, quienes se desplazaban en 6 vehículos. Uno de estos automotores era una combi ploteada con imágenes y el logo del sindicato.

Estos personajes, visiblemente alterados, bajaron de sus vehículos y se dirigieron a los militantes y, a punta de pistola, les exigieron que se fueran. La situación fue muy tensa porque con las armas de fuego les apuntaron al cuerpo e hicieron manifiesta su propensión a disparar.

Uno de los militantes de Frente Unidad Sur es Héctor Lucio, candidato a gobernador, quien se encontraba con su hijo de 9 años. La patota del Sindicato de Camioneros no tuvo empacho exhibir sus armas de fuego y apuntar de cerca a los militantes, pese a la presencia y a la desesperación del niño.

La denuncia del hecho está radicada en la Seccional Primera. Los militantes aportaron diferentes datos que pueden servir para que esta siga su curso. Por ejemplo, uno de los vehículos en los que se desplazaba esta gente era una camioneta cuyo dominio es RSI 430.

Es fundamental que todos condenemos este tipo de situación. No podemos permitir que se instale en nuestra sociedad la violencia como instrumento para disciplinar la sociedad.

Este grupo armado que se desplaza cómodamente de noche por la ciudad cuenta con el amparo de líderes políticos, varios de los cuales aparecen en los carteles que se ven por todos lados. Son los mismos que prometen seguridad y que se alarman por los brotes de violencia.

Defendamos la democracia.

No permitamos que estas patotas paramilitares se instalen como el brazo armado de una política que, maquillada de progresismo, es profundamente fascista.

No esperemos a tener nosotros un Mariano Ferreyra.

Interviene en el caso nuestra abogada Verónica Heredia

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