Por Roberto Hlousek *
Whisky Romeo Zulu es el título de una película argentina excelente. Antes que eso, fue el nombre del avión de LAPA que se estrelló en Aeroparque. El filme muestra la cadena de imprudencias y miserias humanas que llevaron a ese desastre, que no fue un accidente.
Otro recuerdo, el del boliche CroMagnon, no necesita presentación como muestra de desprecio hacia la vida de los jóvenes, a favor de corrupción, coimas y empresarios inescrupulosos. Adultos miserables jugando con la vida de adolescentes.
Las comunidades de Esquel y Trevelin (y la Aldea, en especial la escuela EMETA) están comunicadas por una línea de transporte. Una sola, que es fiscalizada (o no lo es) por Secretarías y direcciones de transporte de la Provincia y municipales.
En los horarios de inicio de actividades laborales y escolares (micros de 6:50 y 7:50 hs), esos micros viajan con entre 10 y 15 pasajeros parados –a veces más- a aproximadamente 100 km/h, por una ruta que cada vez es más transitada. La situación se repite en horarios de 15:30 hs desde Trevelin, y seguramente en otros. Todos los días.
Los pasajeros y los conductores vivimos a diario situaciones de riesgo de las que somos rehenes, ya que todos necesitamos viajar, y los conductores no van a dejar a medio pueblo de a pie sin poder ir a clase o a su trabajo, aún recibiendo a veces alguna queja por los apretones.
En cuanto a los estudiantes (muchos todavía niños de 12, 13 y 14 años), incluso el micro destinado al servicio de la escuela EMETA sale de Esquel todas las mañanas con entre 15 y 20 chicos de pie.
Es decir, entre los dos micros se juntan 30 pasajeros de pie, sin tener de dónde sujetarse, a 100 km/h. Todos los días. Cada tanto hay quejas a las radios. Sale el empresario al aire, comenta sus “grandes costos” y todo queda ahí. Funcionarios provinciales y municipales, diputados y concejales de Esquel y Trevelin no se enteran. Nunca usan el micro, van en auto.
Hace pocos días viví igual situación con la empresa que comunica Esquel con la Villa Futalaufquen, tanto a la ida (3 de pie) como a la vuelta (10 de pie). En un camino con trazado aún más peligroso.
Los micros de Jacobsen han mejorado, es cierto. Pero en algunos horarios no alcanzan. Si una empresa no es suficiente, quizás puedan sumarse otras nuevas, o puedan complementarse las que están.
Lo que no debiéramos permitirnos es seguir siendo una comunidad criminal, donde aún los adultos, como conjunto, no logramos imponer un mínimo orden sobre cuestiones tan simples. Una comunidad criminal que sigue jugando a la ruleta rusa… con las cabezas de los chicos. Todos los días.
* DNI 18 541 862
Nota relacionada: Concejales con Jacobsen: vecinos de Los Cipreses se quejan por el servicio de colectivos
Whisky Romeo Zulu es el título de una película argentina excelente. Antes que eso, fue el nombre del avión de LAPA que se estrelló en Aeroparque. El filme muestra la cadena de imprudencias y miserias humanas que llevaron a ese desastre, que no fue un accidente.
Otro recuerdo, el del boliche CroMagnon, no necesita presentación como muestra de desprecio hacia la vida de los jóvenes, a favor de corrupción, coimas y empresarios inescrupulosos. Adultos miserables jugando con la vida de adolescentes.
Las comunidades de Esquel y Trevelin (y la Aldea, en especial la escuela EMETA) están comunicadas por una línea de transporte. Una sola, que es fiscalizada (o no lo es) por Secretarías y direcciones de transporte de la Provincia y municipales.
En los horarios de inicio de actividades laborales y escolares (micros de 6:50 y 7:50 hs), esos micros viajan con entre 10 y 15 pasajeros parados –a veces más- a aproximadamente 100 km/h, por una ruta que cada vez es más transitada. La situación se repite en horarios de 15:30 hs desde Trevelin, y seguramente en otros. Todos los días.
Los pasajeros y los conductores vivimos a diario situaciones de riesgo de las que somos rehenes, ya que todos necesitamos viajar, y los conductores no van a dejar a medio pueblo de a pie sin poder ir a clase o a su trabajo, aún recibiendo a veces alguna queja por los apretones.
En cuanto a los estudiantes (muchos todavía niños de 12, 13 y 14 años), incluso el micro destinado al servicio de la escuela EMETA sale de Esquel todas las mañanas con entre 15 y 20 chicos de pie.
Es decir, entre los dos micros se juntan 30 pasajeros de pie, sin tener de dónde sujetarse, a 100 km/h. Todos los días. Cada tanto hay quejas a las radios. Sale el empresario al aire, comenta sus “grandes costos” y todo queda ahí. Funcionarios provinciales y municipales, diputados y concejales de Esquel y Trevelin no se enteran. Nunca usan el micro, van en auto.
Hace pocos días viví igual situación con la empresa que comunica Esquel con la Villa Futalaufquen, tanto a la ida (3 de pie) como a la vuelta (10 de pie). En un camino con trazado aún más peligroso.
Los micros de Jacobsen han mejorado, es cierto. Pero en algunos horarios no alcanzan. Si una empresa no es suficiente, quizás puedan sumarse otras nuevas, o puedan complementarse las que están.
Lo que no debiéramos permitirnos es seguir siendo una comunidad criminal, donde aún los adultos, como conjunto, no logramos imponer un mínimo orden sobre cuestiones tan simples. Una comunidad criminal que sigue jugando a la ruleta rusa… con las cabezas de los chicos. Todos los días.
* DNI 18 541 862
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