Recuperar el militante y su control sobre quienes gobiernan.
Terminadas las campañas políticas, la mayoría de aquellos que "creyeron " en sus candidatos y trabajaron para que ganaran, vuelven a sus casas; contentos o tristes. A pesar de su trabajo, no serán tenidos en cuenta por el gobierno hasta las próximas elecciones.
Muchos de ellos son MILITANTES POLITICOS. Los hay de todas las edades, hay quienes militan hace muchísimos años y hay quienes hicieron sus primeras armas en estas elecciones. Pasan generalmente desapercibidos en las decisiones importantes, pero son quienes mas trabajan en el campo.
Ellos deberían ser tenidos en cuenta a la hora de decidir sobre "políticas públicas"... ¿Por qué?:
- Porque el militante sabe que la crítica sola y solitaria no cambia nada. Por eso un militante "se mete" en las cosas.
- El militante sabe que despotricar desde afuera a los que están adentro no mejora la situación en la que estamos.
- El militante sabe que el "no te metás" esta hecho por aquellos que hoy tienen "la manija" para que no tener cuestionamientos desde adentro a su accionar.
- El militante "no cree" que ya todo se fue "al diablo" y no es posible cambiarlo.
- El militante recupera para si mismo "la convicción" en la lucha que emprende con la seguridad que todo lo que hace "sirve para cambiar".
- El militante comprende y respeta los fuertes cuestionamientos sociales hacia la clase política, y por eso sabe que es necesario un cambio.
- El militante crea resistencia a la sumisión, a la dependencia absoluta, a la rutina, a la inercia.
- El militante cree fundamentalmente en la autocrítica ya que es el mejor camino para corregir los errores.
- El militante entiende que las ideas del sistema dominante han generado la ruptura de los lazos sociales para provocar desaliento.
Si todo esto contagiara al gobierno, las cosas mejorarían un poco.
El descrédito social hacia la clase política no se puede cambiar con "mas de lo mismo", hace falta "pensar una revolución" en la forma de encarar la política.
Sí claro..., la idea de una revolución hoy se presenta como imposible. Justamente por eso HACE FALTA EL MILITANTE... nada más y nada menos que para emprender un cambio social, para voltear estructuras fracasadas, para pensar que no solo es posible un cambio, sino que ese cambio se puede realizar en el mediano plazo. Seamos sinceros..., dentro de los partidos políticos el único que todavía cree que es posible hacer algo para cambiar las cosas pesar del descrédito social, es justamente EL MILITANTE.
Lamentablemente existe dentro de los partidos una marcada diferencia entre quienes acceden efectivamente al gobierno y los militantes. Quienes ostentan el poder partidario acusan a los militantes de falta de experiencia, de arrebatados, de apurados, de teóricos sin práctica.
Los históricos y sus obsecuentes seguidores no quieren darse cuenta que han adaptado las estructuras partidarias para garantizar al gobierno EL PODER PERPETUO mediante las OBSECUENCIA DE PENSAMIENTO. Convierten a los candidatos en el centro del poder, en casi "dioses políticos" que censuran el pensamiento individual propio. Y para agravar aún más la situación, pesan la ocupación de los cargos de gobierno sobre la base del dinero que puedan tener, puedan aportar y/o puedan recaudar.
En conclusión, los partidos deberían volver a tener el compromiso de generar políticas públicas basadas en las necesidades de la población en general, y exigirles al gobierno su estricto cumplimiento. Hoy por hoy solo EL MILITANTE puede generar el cambio necesario.
* DNI 17.823.940
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