Por Juan Pablo Desmoures *
El título hace referencia a una frase del historiador y profesor esquelense Jorge Oriola.
Para los que amamos el turismo -seamos o no profesionales del mismo- duele, ya que en esa actividad vemos el futuro de nuestra ciudad, y por qué duele, porque una ciudad con turismo depende de los avatares originados en miles de causas pero AJENAS a nosotros, mientras que si somos una ciudad turística dependemos de nosotros mismos, ya que los visitantes, por ejemplo ante una crisis económica, cambiarán de rubro en su estada, pero seguirá siendo ESQUEL el destino.
Claro que para eso debemos tener bien en claro los 45 mil ciudadanos de ese futuro.
Un paso, aunque indirecto, fue el NO A LA MINA, lo que significa SI a la vida, a la naturaleza, a la preservación del entorno para el futuro, y si tenemos en cuenta que el turismo en nuestra zona está relacionado en un 90% a ella ahí hay que apuntar.
Creo que el estado debe de una vez por todas tomar esta parte del mensaje que dio la misma ciudadanía y actuar en consecuencia.
Hasta ahora se ha ocupado de tareas que también, si bien no todas, le son inherentes, como lo es la promoción, tarea que mal le pese a algunos prestadores, se hace a conciencia, y con los medios económicos que resulta de los aportes de ellos, estando presentes en los eventos a nivel nacional que se presentan, como así también figurar como destino en medios gráficos de otras ciudades de importancia -no solo baires es emisora de turistas-; pero no ha logrado encontrar el camino para transmitir y por ende que cada esquelense se sienta parte hacedora de ese futuro.
Para los que lean esta líneas, y desconocieran la historia de Esquel, pareciera un poco de despotismo, ya que, a lo que voy, es a IMPONER una sociedad o cultura nueva a partir del estado, pero no es así.
Cuando éramos solo 10.000 habitantes y tan solo existían unas 400 o 500 camas eran más que suficientes para la actividad a lo largo del año, pero no así en plena temporada veraniega, en donde había que recurrir a amigos para que dieran alojamiento en sus casas particulares.
Tal vez ese hubiese sido el momento de establecer un marco regulatorio y hasta crear un plan de desarrollo integral del turismo en la ciudad, ya que éramos como bebés en este tema, pero… A partir de 1974 con la entrada en operaciones del centro de esquí La Hoya, aparece la temporada invernal, ya no había que trabajar bien en verano para llegar al otro, sino que era solo para mantenernos y llegar bien a la del invierno -cuando digo bien, me refiero a actualización de servicios, cambio de ropa blanca, etc., etc.- y de esta a la del verano.
Con esta aparición de la nueva oferta, la Provincia con el fin de imponerla como destino, realiza distintas promociones a nivel nacional, una de sus consecuencias derivo en la Fiesta Nacional del Esquí, quien este año cumplió 31 años.
El turismo siguió creciendo, tanto es así que el tema de camas habilitadas se iba multiplicando año a año y tanto que hasta el año 2005-06 se siguió pidiendo, en semanas pico colaboración de los vecinos.
Pero desde esos años a la fecha, no solo alcanzan, sino que hasta hay establecimientos que apenas tienen una temporada Alta +regular+ , es decir hablo de 12 temporadas, 6 invernales y 6 veraniegas.- Y en materia de política turística ESTAMOS IGUALES que antes del 74.- Los prestadores sentados a la puerta de sus establecimientos esperando que lleguen los turistas -hablo del grueso de ellos NO TODOS- y el estado en sus cosas, como si fuese +otra cosa+.
A principios del año 2000 se crea el Ente Mixto de Turismo, que se entendía como el arma más que idónea para unir ambos estamentos ESTADO Y PRIVADO, ni idea que ocurrió, pero como alguien me dijo: HOY ES SOLO UN SELLO. Lo que se observa es que la unificación de los prestadores es solo cuando VAN CONTRA EL ESTADO, después ni se saludan entre ellos.
Y… volvemos casi al comienzo, no fue vinculante el plebiscito del 30 de marzo de 2003, pero salió un mandato, una idea de lo que de ESQUEL se quería.
Por supuesto que soy y todos debemos ser concientes de que la actividad turística es un trabajo, una empresa, un negocio, pero ante todo no debemos sacarnos de la cabeza, y sobre todo para mantener el slogan ESQUEL-Calidez Patagónica que es un SERVICIO y quien así no lo entienda ponga un kiosco o tienda de ropa.- Que el turista no viene a esta zona por tal o cual alojamiento, viene por ESQUEL, es decir UN TODO, y si lo ideal es que de una vez por todas se reviertan los guarismos que dan que son más los que vienen por primera vez, lo que significaría que SOMOS UN DESTINO, TODOS LOS ACTORES DEBEN TRABAJAR EN COMUNIÓN y no tirar cada uno para su lado.
Hay cámaras que nuclean a los prestadores y son el nexo ideal para con la Secretaría de Turismo, asóciense a ella, si no les gusta como está dirigida, en las próximas elecciones bajen a la comisión, pero no usen la excusa que no están porque no les gusta tal o cual persona. He escuchado buenas ideas, pero sabemos que una golondrina no hace verano y por parte del Estado que escuche, dialogue no solo con las cámaras, también con los prestadores, que los incentive a participar en sus grupos naturales.
Estoy convencido que para muchos esto es un quilombo, pero después de haber actuado en ambas veredas, como prestador e integrante del estado y haberse creado el arma que les pongo a continuación ¿Alguien puede ser coherente? ¿Fallan los prestadores, falla el estado? Creo que no, le chingan los dos.
* DNI 10.162.392
Nota relacionada: “Quiten ese cartel”, por Juan Pablo Desmoures
El título hace referencia a una frase del historiador y profesor esquelense Jorge Oriola.
Para los que amamos el turismo -seamos o no profesionales del mismo- duele, ya que en esa actividad vemos el futuro de nuestra ciudad, y por qué duele, porque una ciudad con turismo depende de los avatares originados en miles de causas pero AJENAS a nosotros, mientras que si somos una ciudad turística dependemos de nosotros mismos, ya que los visitantes, por ejemplo ante una crisis económica, cambiarán de rubro en su estada, pero seguirá siendo ESQUEL el destino.
Claro que para eso debemos tener bien en claro los 45 mil ciudadanos de ese futuro.
Un paso, aunque indirecto, fue el NO A LA MINA, lo que significa SI a la vida, a la naturaleza, a la preservación del entorno para el futuro, y si tenemos en cuenta que el turismo en nuestra zona está relacionado en un 90% a ella ahí hay que apuntar.
Creo que el estado debe de una vez por todas tomar esta parte del mensaje que dio la misma ciudadanía y actuar en consecuencia.
Hasta ahora se ha ocupado de tareas que también, si bien no todas, le son inherentes, como lo es la promoción, tarea que mal le pese a algunos prestadores, se hace a conciencia, y con los medios económicos que resulta de los aportes de ellos, estando presentes en los eventos a nivel nacional que se presentan, como así también figurar como destino en medios gráficos de otras ciudades de importancia -no solo baires es emisora de turistas-; pero no ha logrado encontrar el camino para transmitir y por ende que cada esquelense se sienta parte hacedora de ese futuro.
Para los que lean esta líneas, y desconocieran la historia de Esquel, pareciera un poco de despotismo, ya que, a lo que voy, es a IMPONER una sociedad o cultura nueva a partir del estado, pero no es así.
Cuando éramos solo 10.000 habitantes y tan solo existían unas 400 o 500 camas eran más que suficientes para la actividad a lo largo del año, pero no así en plena temporada veraniega, en donde había que recurrir a amigos para que dieran alojamiento en sus casas particulares.
Tal vez ese hubiese sido el momento de establecer un marco regulatorio y hasta crear un plan de desarrollo integral del turismo en la ciudad, ya que éramos como bebés en este tema, pero… A partir de 1974 con la entrada en operaciones del centro de esquí La Hoya, aparece la temporada invernal, ya no había que trabajar bien en verano para llegar al otro, sino que era solo para mantenernos y llegar bien a la del invierno -cuando digo bien, me refiero a actualización de servicios, cambio de ropa blanca, etc., etc.- y de esta a la del verano.
Con esta aparición de la nueva oferta, la Provincia con el fin de imponerla como destino, realiza distintas promociones a nivel nacional, una de sus consecuencias derivo en la Fiesta Nacional del Esquí, quien este año cumplió 31 años.
El turismo siguió creciendo, tanto es así que el tema de camas habilitadas se iba multiplicando año a año y tanto que hasta el año 2005-06 se siguió pidiendo, en semanas pico colaboración de los vecinos.
Pero desde esos años a la fecha, no solo alcanzan, sino que hasta hay establecimientos que apenas tienen una temporada Alta +regular+ , es decir hablo de 12 temporadas, 6 invernales y 6 veraniegas.- Y en materia de política turística ESTAMOS IGUALES que antes del 74.- Los prestadores sentados a la puerta de sus establecimientos esperando que lleguen los turistas -hablo del grueso de ellos NO TODOS- y el estado en sus cosas, como si fuese +otra cosa+.
A principios del año 2000 se crea el Ente Mixto de Turismo, que se entendía como el arma más que idónea para unir ambos estamentos ESTADO Y PRIVADO, ni idea que ocurrió, pero como alguien me dijo: HOY ES SOLO UN SELLO. Lo que se observa es que la unificación de los prestadores es solo cuando VAN CONTRA EL ESTADO, después ni se saludan entre ellos.
Y… volvemos casi al comienzo, no fue vinculante el plebiscito del 30 de marzo de 2003, pero salió un mandato, una idea de lo que de ESQUEL se quería.
Por supuesto que soy y todos debemos ser concientes de que la actividad turística es un trabajo, una empresa, un negocio, pero ante todo no debemos sacarnos de la cabeza, y sobre todo para mantener el slogan ESQUEL-Calidez Patagónica que es un SERVICIO y quien así no lo entienda ponga un kiosco o tienda de ropa.- Que el turista no viene a esta zona por tal o cual alojamiento, viene por ESQUEL, es decir UN TODO, y si lo ideal es que de una vez por todas se reviertan los guarismos que dan que son más los que vienen por primera vez, lo que significaría que SOMOS UN DESTINO, TODOS LOS ACTORES DEBEN TRABAJAR EN COMUNIÓN y no tirar cada uno para su lado.
Hay cámaras que nuclean a los prestadores y son el nexo ideal para con la Secretaría de Turismo, asóciense a ella, si no les gusta como está dirigida, en las próximas elecciones bajen a la comisión, pero no usen la excusa que no están porque no les gusta tal o cual persona. He escuchado buenas ideas, pero sabemos que una golondrina no hace verano y por parte del Estado que escuche, dialogue no solo con las cámaras, también con los prestadores, que los incentive a participar en sus grupos naturales.
Estoy convencido que para muchos esto es un quilombo, pero después de haber actuado en ambas veredas, como prestador e integrante del estado y haberse creado el arma que les pongo a continuación ¿Alguien puede ser coherente? ¿Fallan los prestadores, falla el estado? Creo que no, le chingan los dos.
* DNI 10.162.392
Nota relacionada: “Quiten ese cartel”, por Juan Pablo Desmoures
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