Fuente: Revista 23Enviado por Nelson Avalos
En un paradisíaco rincón de la Patagonia se están por develar los detalles de cómo se produjo una de las apropiaciones de tierra más escandalosas de los últimos tiempos. Será el próximo 23 de noviembre, cuando en el Concejo Deliberante de El Hoyo, en el noroeste de Chubut, se revele el resultado de una investigación sobre cómo el abogado y empresario maderero Enrique Alejandro Korn se quedó con un bosque de 1.200 hectáreas, un territorio que las comunidades originarias de la zona reclaman como propio.
El hombre tiene sus influencias: su hijo Pablo es el ministro coordinador del gobierno de Mario Das Neves. Además, Korn padre es el apoderado del partido gobernante en la provincia –el Partido Justicialista-Modelo Chubut–, fue asesor legal en varios municipios de esa provincia y se desempeñó como fiscal de Estado. Aunque vive y trabaja en Trelew, en el extremo sur de la provincia, su nombre trascendió a nivel nacional por el conflicto que lo tiene como protagonista desde 1995, cuando compró tierras fiscales entre el paraje Larenas y el Pedregoso. Allí había bosque nativo y comunidades mapuches, pero Korn apostó por los pinos foráneos y los desalojos de los originarios.
Al frente de la comisión que puso la lupa sobre el territorio en conflicto está el concejal Rolando Huisman, de Nuevo Encuentro, que en diálogo con Veintitrés explicó: “Se están investigando las irregularidades administrativas en el proceso de adjudicación en venta, ya que se trata de tierra pública y su adquisición tiene una mecánica que no se respetó. Todo el trámite se hizo en cuatro días cuando suele tardar años”.
Los detalles de la venta siempre fueron un tabú en esta población que no supera los tres mil habitantes. Ahora, con la investigación legislativa, los secretos emergen a la luz. “El dictamen legal de esa venta fue hecho por el asesor del municipio Julio Traverso –recordó Huisman–, que fue quien recomendó hacer la operación. A cambio de las 1.200 hectáreas les iban a dar en canje la madera que se extraía de un terreno de 5 hectáreas, o sea, nada. Finalmente, como lo de la madera era demasiado escandaloso, Korn pagó con unos pagarés que le había dado el mismo municipio en concepto de un juicio en el que defendió a la comuna. Le pagaron 25 mil pesos, pero el Superior Tribunal de Justicia había regulado los honorarios por 1.500 pesos. Lo curioso es que Korn compartió la defensa con el mismo Traverso y ese dinero era para los dos. Y después fue Traverso el que avaló la compra.”
El periodista especializado en conflictos de tierras, Nelson Ávalos, de la FM Alas, afirmó a esta revista que “Traverso está vinculado a los negocios inmobiliarios, ha sido asesor de casi todos los municipios de la Comarca, ha creado y redactado las ordenanzas de todos los municipios”.
Paradójicamente, un día después de que los concejales discutan en noviembre los resultados del informe sobre las irregularidades en esa venta de tierras, comenzará el juicio por usurpación a Inés Larenas, una vecina que nació en el territorio que luego fue apropiado por Korn. Con el dictamen de los concejales del día previo, tal vez la acusada se transforme en acusadora. En este rincón patagónico, la historia de cinco siglos de despojos comienza a revertirse.
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