Enviado por Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra
Queridxs compañerxs de la Comarca,
Queremos sumarnos al reclamo de una política territorial justa, basada en el protagonismo de comunidades que se organizan en redes solidarias. Los mega-proyectos inmobiliarios o de infraestructura que interpretan a la "tierra" como una mercancía a la que se le pone precio -como estamos viendo en muchas regiones de la Patagonia y el resto del país- solo pueden derivar en la concentración elitista y la expulsión de los pobladores.
El Estado es necesario protagonista o cómplice de estos movimientos especuladores y nadie puede mostrase sorprendido, luego, de que eso derive en incontables conflictos y divisiones de clase. Ni siquiera a quienes redactaron la legislación conservadora se les hubiera ocurrido correr semejante riesgo, desde la Ley Avellaneda de Tierras (en 1876) en adelante. Precisamente...querían frenar la especulación, algo que no pudieron o quisieron evitar los gobiernos Argentinos de entonces y los subsiguientes. Muy por el contrario, con muy pocas excepciones, los gobiernos se acostumbraron a decir una cosa y luego hacer otra. Y eso es enfermante, es un doble discurso que tiene la finalidad de desorientar...en beneficio de quienes acumulan poder, dinero y control sobre nuestros ríos, lagos y tierras.
El siguiente ejemplo pertenece a la Constitución de Neuquén, de 2006: "La tierra es un bien de trabajo y la ley promoverá una reforma agraria integral (...) Las parcelas otorgadas gozarán del privilegio del "bien de familia" para evitar el acaparamiento y que se eluda la reforma agraria". A no asombrarse: también el Banco Mudial habla de "reforma agraria". La Constitución de Río Negro de 1988 también abunda en promesas, por ejemplo en el Art. 42, o el 75, donde se lee que "La Provincia considera la tierra como instrumento de producción que debe estar en manos de quien la trabaja, evitando la especulación, el desarraigo y la concentración de la propiedad". ¿No son bellas palabras? Sin embargo los hechos van exactamente en la dirección contraria al espíritu de la letra y a lo que se proclama respecto a un abstracto "desarrollo".
Hay que decidirse, estimados funcionarios del ejecutivo, legisladores, jueces: o extraen recetas de los manuales tecnocráticos y obedecen a las estructuras neocoloniales o construimos una sociedad justa con nuestros propios recursos y capacidades. Con el negocio inmobiliario y modelo de "explotación" del cerro Perito Moreno y zona adyacente* que pretenden impulsar los gobiernos municipal y provincial (pues son los responsables de lo que allí se haga) tenemos uno de los casos más flagrantes de doble discurso respecto a la ley. La especulación inmobiliaria, especialmente en esta escala, es claramente la contracara del modelo extractivo, el movimiento de fondos sojeros, petroleros, mineros y prestadores de servicios privatizados. Sería -otra vez- una economía basada en la decoración de vitrinas que oculta o niega las incontables consecuencias que causa.
De eso queremos discutir en la provincia: de lo que este modelo provoca, no de cuanto ganan algunos empresarios, y que de una buena vez se entienda cuales son las alternativas que proponemos y necesitamos desde la base social.
Firman, con la adhesión de las organizaciones que las componen: Asamblea de Organizaciones y vecin@s Movilizados por la Soberanía Alimentaria Región del Alto Valle -Río Negro, Grupo de Reflexión Rural, Movimiento de Mujeres en Lucha/Roca, Grupo Soberanía Alimentaria del Foro Permanente por Una Vida Digna de la Comarca Viedma-Patagones, siguen firmas.
*Referencias: http://asambleaendefensadelaguaylatierra.blogspot.com/. Un caso similar de elitización, también con una superficie superior a la planta urbana donde obtuvieron concesiones insostenibles, es el proyecto "Canales de Plottier (http://www.loscanales-sa.com.ar/), o el proyecto "urbanístico" sobre la Vega Plana de San Martín de los Andes (http://www.renace.net/spip.php?article381), entre muchos otros que surgen porque hay políticas de sostén a ese tipo de apropiaciones y acaparamiento de tierras en toda la Argentina.
Nota relacionada: Opinión: “Cuatro sellos de fantasía sobre un cerro en El Bolsón”, por Susana Lara
Queridxs compañerxs de la Comarca,
Queremos sumarnos al reclamo de una política territorial justa, basada en el protagonismo de comunidades que se organizan en redes solidarias. Los mega-proyectos inmobiliarios o de infraestructura que interpretan a la "tierra" como una mercancía a la que se le pone precio -como estamos viendo en muchas regiones de la Patagonia y el resto del país- solo pueden derivar en la concentración elitista y la expulsión de los pobladores.
El Estado es necesario protagonista o cómplice de estos movimientos especuladores y nadie puede mostrase sorprendido, luego, de que eso derive en incontables conflictos y divisiones de clase. Ni siquiera a quienes redactaron la legislación conservadora se les hubiera ocurrido correr semejante riesgo, desde la Ley Avellaneda de Tierras (en 1876) en adelante. Precisamente...querían frenar la especulación, algo que no pudieron o quisieron evitar los gobiernos Argentinos de entonces y los subsiguientes. Muy por el contrario, con muy pocas excepciones, los gobiernos se acostumbraron a decir una cosa y luego hacer otra. Y eso es enfermante, es un doble discurso que tiene la finalidad de desorientar...en beneficio de quienes acumulan poder, dinero y control sobre nuestros ríos, lagos y tierras.
El siguiente ejemplo pertenece a la Constitución de Neuquén, de 2006: "La tierra es un bien de trabajo y la ley promoverá una reforma agraria integral (...) Las parcelas otorgadas gozarán del privilegio del "bien de familia" para evitar el acaparamiento y que se eluda la reforma agraria". A no asombrarse: también el Banco Mudial habla de "reforma agraria". La Constitución de Río Negro de 1988 también abunda en promesas, por ejemplo en el Art. 42, o el 75, donde se lee que "La Provincia considera la tierra como instrumento de producción que debe estar en manos de quien la trabaja, evitando la especulación, el desarraigo y la concentración de la propiedad". ¿No son bellas palabras? Sin embargo los hechos van exactamente en la dirección contraria al espíritu de la letra y a lo que se proclama respecto a un abstracto "desarrollo".
Hay que decidirse, estimados funcionarios del ejecutivo, legisladores, jueces: o extraen recetas de los manuales tecnocráticos y obedecen a las estructuras neocoloniales o construimos una sociedad justa con nuestros propios recursos y capacidades. Con el negocio inmobiliario y modelo de "explotación" del cerro Perito Moreno y zona adyacente* que pretenden impulsar los gobiernos municipal y provincial (pues son los responsables de lo que allí se haga) tenemos uno de los casos más flagrantes de doble discurso respecto a la ley. La especulación inmobiliaria, especialmente en esta escala, es claramente la contracara del modelo extractivo, el movimiento de fondos sojeros, petroleros, mineros y prestadores de servicios privatizados. Sería -otra vez- una economía basada en la decoración de vitrinas que oculta o niega las incontables consecuencias que causa.
De eso queremos discutir en la provincia: de lo que este modelo provoca, no de cuanto ganan algunos empresarios, y que de una buena vez se entienda cuales son las alternativas que proponemos y necesitamos desde la base social.
Firman, con la adhesión de las organizaciones que las componen: Asamblea de Organizaciones y vecin@s Movilizados por la Soberanía Alimentaria Región del Alto Valle -Río Negro, Grupo de Reflexión Rural, Movimiento de Mujeres en Lucha/Roca, Grupo Soberanía Alimentaria del Foro Permanente por Una Vida Digna de la Comarca Viedma-Patagones, siguen firmas.
*Referencias: http://asambleaendefensadelaguaylatierra.blogspot.com/. Un caso similar de elitización, también con una superficie superior a la planta urbana donde obtuvieron concesiones insostenibles, es el proyecto "Canales de Plottier (http://www.loscanales-sa.com.ar/), o el proyecto "urbanístico" sobre la Vega Plana de San Martín de los Andes (http://www.renace.net/spip.php?article381), entre muchos otros que surgen porque hay políticas de sostén a ese tipo de apropiaciones y acaparamiento de tierras en toda la Argentina.
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