Por Emiliano Álvarez Raso *
Los chubutenses asistimos a las urnas hace menos de un año para elegir todas las autoridades que decidirán nuestros destinos por los próximos cuatro años. El Gobernador electo, Martín Buzzi, en ese entonces apadrinado por Mario Das Neves, hacía campaña contra el gobierno nacional y advertía sobre posiciones hegemónicas de dicho gobierno.
No estaba tan errado el intendente de Comodoro Rivadavia aunque el problema central lo tenemos hoy puertas adentro de nuestra provincia. Los propios anuncios del futuro gabinete de Buzzi mas los posicionamientos públicos del propio Frente para la Victoria demuestran que todos van a coincidir en la gestión a partir del 10 de Diciembre. Por lo tanto, de los 27 diputados provinciales que componen la legislatura provincial, 25 responderán al Gobernador.
La provincia del Chubut tenía hasta hace algunos años – más precisamente hasta la creación del PROVECH- una rica historia en materia institucional y de equilibrio de poderes. Se alternaban en el plano legislativo radicales, peronistas y pachistas, pero siempre con una paridad que aseguraba que no existieran excesos por parte de quien conducía el Poder Ejecutivo. Con los nuevos reacomodamientos nadie puede asegurar que no se avance en materia de reforma constitucional o que se impida sistemáticamente el control legislativo de los actos de gobierno con las herramientas que dicho poder garantiza para las minorías, ya que con esta fusión la mayoría legislativa del peronismo es alarmante.
En nuestro país tenemos sobrados ejemplos de provincias con diferentes realidades institucionales. En aquellas, fundamentalmente las más periféricas y con grandes desigualdades sociales, donde se han consolidado sistemas políticos sin controles y con fuerzas hegemónicas los resultados no han sido alentadores. Por el contrario, donde ha habido recambio y alternancia se evidencia un mayor desarrollo integral de sus comunidades.
Esta situación actual tiene varias causas, desde los errores de los sectores no peronistas hasta la supremacía estructural de ambos peronismos. La sociedad evaluará en un futuro si hizo bien en votar a dos espacios políticos que parecían enfrentados y hoy están juntos. Corresponde al resto trabajar por reconstruir una alternativa que vuelva a establecer equilibrios, que pueda controlar y construya una opción superadora. Solo así marcharemos hacia una democracia más sólida, como la que supimos tener en otros tiempos los chubutenses.
* DNI 29.957.219
Los chubutenses asistimos a las urnas hace menos de un año para elegir todas las autoridades que decidirán nuestros destinos por los próximos cuatro años. El Gobernador electo, Martín Buzzi, en ese entonces apadrinado por Mario Das Neves, hacía campaña contra el gobierno nacional y advertía sobre posiciones hegemónicas de dicho gobierno.
No estaba tan errado el intendente de Comodoro Rivadavia aunque el problema central lo tenemos hoy puertas adentro de nuestra provincia. Los propios anuncios del futuro gabinete de Buzzi mas los posicionamientos públicos del propio Frente para la Victoria demuestran que todos van a coincidir en la gestión a partir del 10 de Diciembre. Por lo tanto, de los 27 diputados provinciales que componen la legislatura provincial, 25 responderán al Gobernador.
La provincia del Chubut tenía hasta hace algunos años – más precisamente hasta la creación del PROVECH- una rica historia en materia institucional y de equilibrio de poderes. Se alternaban en el plano legislativo radicales, peronistas y pachistas, pero siempre con una paridad que aseguraba que no existieran excesos por parte de quien conducía el Poder Ejecutivo. Con los nuevos reacomodamientos nadie puede asegurar que no se avance en materia de reforma constitucional o que se impida sistemáticamente el control legislativo de los actos de gobierno con las herramientas que dicho poder garantiza para las minorías, ya que con esta fusión la mayoría legislativa del peronismo es alarmante.
En nuestro país tenemos sobrados ejemplos de provincias con diferentes realidades institucionales. En aquellas, fundamentalmente las más periféricas y con grandes desigualdades sociales, donde se han consolidado sistemas políticos sin controles y con fuerzas hegemónicas los resultados no han sido alentadores. Por el contrario, donde ha habido recambio y alternancia se evidencia un mayor desarrollo integral de sus comunidades.
Esta situación actual tiene varias causas, desde los errores de los sectores no peronistas hasta la supremacía estructural de ambos peronismos. La sociedad evaluará en un futuro si hizo bien en votar a dos espacios políticos que parecían enfrentados y hoy están juntos. Corresponde al resto trabajar por reconstruir una alternativa que vuelva a establecer equilibrios, que pueda controlar y construya una opción superadora. Solo así marcharemos hacia una democracia más sólida, como la que supimos tener en otros tiempos los chubutenses.
* DNI 29.957.219
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