Por Prensa Fiscalía Trelew
Enviado por Pablo Blanco
"Que cagada se
mandaron, ahí fue Abraham con un detenido golpeado y con la cabeza
partida", fue la expresión utilizada por un sargento ayudante de la
policía que aquella madrugada del 5 de septiembre de 2010 conducía un
patrullero del comando radioeléctrico, y había acudido a la zona sur de
rotondas, frente a los boliches bailables, a partir de los requerimientos
efectuados por otros efectivos policiales. La frase estaba dirigida al oficial
Rey, sindicado como el responsable del accionar de agentes de la seccional
cuarta, a quien también le dijo: "a ver como te la arreglás con eso".
El funcionario policial pudo observar, según sus dichos, que
cuando llegaba a la zona pudo ver como varios policías tenían un muchacho
tirado y más adelante otro muchacho padecía la misma situación. Identificó al
agente Jorge Abraham que corría a un joven, quien al verlo le manifestó:
"están matando a mi hermano allá".
Agregó que al llegar a ese lugar, Abraham le pidió lo
esposara y llevara detenido, observando que el perseguido estaba golpeado y
lastimado en la cabeza. Intentó persuadir al agente para que no procediera,
pero éste insistía en golpearlo y
llevarlo detenido, interponiéndose para que no prosiguiera. Admitió que con esa
intención depositó su pie sobre la humanidad del chico, al decirle que se quede
quieto y no levante la cabeza.
Afirmó haber pedido otro patrullero para su traslado y debió
pegar o empujar a Abraham para frenarlo en su accionar. Mas adelante y
precisando esta situación, ante una consulta de la defensa, manifestó que cree
haberlo separado en forma abrupta, recordando que el agente cayó para atrás.
Otro dato brindado por este deponente da cuenta que fue la integrante de la
fuerza de apellido Cifuentes quien prestó las esposas solicitadas utilizadas
para llevar al chico.
Quien ejerce la defensa le preguntó porque le dijo eso a
Rey, contestando que al ver como estaba golpeado quiso prevenirlo sobre lo que
se venía. Por otro lado ratificó la utilización de tonfas y el mismo oficial
Rey estaba con una especie de cubrecabeza o pasamontaña, además de portar una
escopeta de municiones denominadas AT. Mas adelante habría viso al mismo
muchacho que fue detenido que caminaba hacia la parada de taxis, reconociéndolo
por su vestimenta manchada de sangre, creyendo que lo habían finalmente
liberado.
Amenazas
El sargento ayudante que cumple hoy funcione en un registro
civil, comentó padecer desde el momento de sus declaraciones todo tipo de
intimidaciones, tanto él como su familia, consistentes en amenazas telefónicas,
atentados contra su vehículo y desde la Jefatura con traslados a diferentes lugares,
entre otras cosas.
Otros testigos
Más allá de este testimonio la mayor parte de la jornada
transcurrió con otros policías deponiendo sobre diversos aspectos de las
funciones que cumplen, a la vez de hacer saber lo que vieron cuando se
acercaron al lugar de los disturbios, en las adyacencias a los boliches, dando
respuesta a los llamados efectuados a traves de los canales de comunicación,
los llamados HP y los móviles dispuestos esa noche.
Algunos hablaron de policías que estaban siendo golpeados,
describiendo el panorama como una pelea entre grupos, difiriendo en el número de
participantes que precisaron entre 20 y 40. En medio de esa batahola, hicieron
saber acerca de lesiones recibidas y las formas de actuar de cada uno, según el
lugar que les tocaba ocupar en ese momento. Una de las particularidades de
estas exposiciones se dió con el convocado Víctor Francisco Lázaro, quien se
mostró molesto en todo momento ante las preguntas, recibiendo el llamado de
atención de parte del Tribunal por las formas de expresarse, mostrando su
descontento con los representantes de la parte acusadora. Lázaro había
conducido en aquel momento el móvil 130 de la policía, siendo acompañado por el
oficial auxiliar Adrián Guerrero.
Funciones y responsabilidades
Este último había dado anteriormente mayores detalles,
ratificando que otro patrullero era conducido por Tricañir, trasladando al
oficial Rey, los adicionales en el boliche eran cumplidos por Abraham, Solís y
la oficial Córdoba. Señaló que el propio Rey le admitió que trajeron una
persona a la seccional cuarta, aunque para hacer una denuncia, que se había
retirado ofuscada. Nombró además a Bascuñán como como cabo interno, a la agente
disponible Cifuentes, al encargado de turno, sargento ayudante Peña, la oficial
de guardia Analía Di Gregorio, encargada del libro de guardia, quien debía
registrar si había demorados o detenidos, como segundo jefe se desempeñaba el
oficial Vargas y como jefe el comisario Sandoval.
El sargento ayudante Juan Peña expresó ver a alguien en la
sala de requisas, descripta como el lugar donde van los detenidos, aunque no
recordó como lucía pero cree que no estaba golpeado, ratificando la
responsabilidad de la dependencia policial en la persona de Rey. Nota completa
Nota relacionada: Opinión: “Juicio Aballay-Antillanca: el comportamiento de los policías imputados. ¿Será Justicia?”
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario