viernes, febrero 10, 2012

Caso Antillanca: policías contaron hechos relacionados con la causa Aballay en el juicio oral


Por Prensa Fiscalía Trelew
Enviado por Pablo Blanco

 "Que cagada se mandaron, ahí fue Abraham con un detenido golpeado y con la cabeza partida", fue la expresión utilizada por un sargento ayudante de la policía que aquella madrugada del 5 de septiembre de 2010 conducía un patrullero del comando radioeléctrico, y había acudido a la zona sur de rotondas, frente a los boliches bailables, a partir de los requerimientos efectuados por otros efectivos policiales. La frase estaba dirigida al oficial Rey, sindicado como el responsable del accionar de agentes de la seccional cuarta, a quien también le dijo: "a ver como te la arreglás con eso".

El funcionario policial pudo observar, según sus dichos, que cuando llegaba a la zona pudo ver como varios policías tenían un muchacho tirado y más adelante otro muchacho padecía la misma situación. Identificó al agente Jorge Abraham que corría a un joven, quien al verlo le manifestó: "están matando a mi hermano allá".

Agregó que al llegar a ese lugar, Abraham le pidió lo esposara y llevara detenido, observando que el perseguido estaba golpeado y lastimado en la cabeza. Intentó persuadir al agente para que no procediera, pero éste insistía en golpearlo  y llevarlo detenido, interponiéndose para que no prosiguiera. Admitió que con esa intención depositó su pie sobre la humanidad del chico, al decirle que se quede quieto y no levante la cabeza.

Afirmó haber pedido otro patrullero para su traslado y debió pegar o empujar a Abraham para frenarlo en su accionar. Mas adelante y precisando esta situación, ante una consulta de la defensa, manifestó que cree haberlo separado en forma abrupta, recordando que el agente cayó para atrás. Otro dato brindado por este deponente da cuenta que fue la integrante de la fuerza de apellido Cifuentes quien prestó las esposas solicitadas utilizadas para llevar al chico.

Quien ejerce la defensa le preguntó porque le dijo eso a Rey, contestando que al ver como estaba golpeado quiso prevenirlo sobre lo que se venía. Por otro lado ratificó la utilización de tonfas y el mismo oficial Rey estaba con una especie de cubrecabeza o pasamontaña, además de portar una escopeta de municiones denominadas AT. Mas adelante habría viso al mismo muchacho que fue detenido que caminaba hacia la parada de taxis, reconociéndolo por su vestimenta manchada de sangre, creyendo que lo habían finalmente liberado.

Amenazas

El sargento ayudante que cumple hoy funcione en un registro civil, comentó padecer desde el momento de sus declaraciones todo tipo de intimidaciones, tanto él como su familia, consistentes en amenazas telefónicas, atentados contra su vehículo y desde la Jefatura con traslados a diferentes lugares, entre otras cosas.

Otros testigos

Más allá de este testimonio la mayor parte de la jornada transcurrió con otros policías deponiendo sobre diversos aspectos de las funciones que cumplen, a la vez de hacer saber lo que vieron cuando se acercaron al lugar de los disturbios, en las adyacencias a los boliches, dando respuesta a los llamados efectuados a traves de los canales de comunicación, los llamados HP y los móviles dispuestos esa noche.

Algunos hablaron de policías que estaban siendo golpeados, describiendo el panorama como una pelea entre grupos, difiriendo en el número de participantes que precisaron entre 20 y 40. En medio de esa batahola, hicieron saber acerca de lesiones recibidas y las formas de actuar de cada uno, según el lugar que les tocaba ocupar en ese momento. Una de las particularidades de estas exposiciones se dió con el convocado Víctor Francisco Lázaro, quien se mostró molesto en todo momento ante las preguntas, recibiendo el llamado de atención de parte del Tribunal por las formas de expresarse, mostrando su descontento con los representantes de la parte acusadora. Lázaro había conducido en aquel momento el móvil 130 de la policía, siendo acompañado por el oficial auxiliar Adrián Guerrero.

Funciones y responsabilidades

Este último había dado anteriormente mayores detalles, ratificando que otro patrullero era conducido por Tricañir, trasladando al oficial Rey, los adicionales en el boliche eran cumplidos por Abraham, Solís y la oficial Córdoba. Señaló que el propio Rey le admitió que trajeron una persona a la seccional cuarta, aunque para hacer una denuncia, que se había retirado ofuscada. Nombró además a Bascuñán como como cabo interno, a la agente disponible Cifuentes, al encargado de turno, sargento ayudante Peña, la oficial de guardia Analía Di Gregorio, encargada del libro de guardia, quien debía registrar si había demorados o detenidos, como segundo jefe se desempeñaba el oficial Vargas y como jefe el comisario Sandoval.

El sargento ayudante Juan Peña expresó ver a alguien en la sala de requisas, descripta como el lugar donde van los detenidos, aunque no recordó como lucía pero cree que no estaba golpeado, ratificando la responsabilidad de la dependencia policial en la persona de Rey. Nota completa

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