Por Multisectorial contra la Represión y la Impunidad de Bariloche y
Familiares de las Víctimas de Junio de 2010
Enviado por Susana Lara
A 21 meses de los crímenes de junio de 2010 ya podemos
narrar una historia de la verdad: de la verdad del terrorismo de estado
perpetrado durante al menos 48 horas sobre una parte de la ciudad de Bariloche
y la verdad del encubrimiento y protección institucional de esa masacre que se
mantiene hasta el día de hoy.
Hoy necesitamos volver a revisar el papel central que le
cabe al poder judicial en esta protección jurídica y política a los autores
materiales, intelectuales y políticos del terrorismo de estado en junio de 2010. A 21 meses los
asesinos de Nino Carrasco y Sergio Cárdenas siguen seguros en sus casas y en
sus puestos policiales; tan seguros como los jefes operativos que le
permitieron usar balas de plomo contra la población civil; tan seguros como los
mandos de la jefatura que decidieron, desplegaron y sostuvieron el dispositivo
terrorista que convirtió en objetivo a un sector del vecindario.
En febrero de 2011, una maniobra palaciega desplazó al juez
Lozada de la causa de los homicidios de Nino y Sergio para evitar que
declararan como imputados el ex jefe de Seguridad Cufré y los mandos de
Jefatura policial. El expediente recayó en Gaimaro Pozzi quien dilató todo lo
que pudo el ingreso formal de las pericias que prueban la responsabilidad policial
de los hechos. El tiempo que se tomó Gaimaro Pozzi le permitió al gobierno de
Saiz no volver a enfrentar un llamado a indagatoria de Cufré y altos jefes
policiales. En tanto, él mismo se posicionó en las internas del poder judicial
y fue promovido como juez de Cámara. Sabiendo que en poco tiempo dejaría el
expediente recibió a los Familiares de las Víctimas y siguió ganando tiempo.
El tiempo a favor de los criminales lo pagan con dolor los
Familiares; el tiempo a favor de la impunidad de los policías que actuaron con
munición de guerra contra la población civil lo pagan los pibes que siguen
sufriendo tortura, persecución y detenciones ilegales en las calles y
comisarías de Bariloche.
En tanto Gaimaro Pozzi ganaba tiempo, otro colega suyo,
Ricardo Calcagno no dudó en avanzar contra dos hermanos de Nino Carrasco a
quienes procesó en la causa del incendio intencional de la comisaría del centro
cívico. En la investigación por el incendio el juez Calcagno avanzó por un
sendero preocupante, ya que simultáneamente hizo una exhaustiva investigación
sobre los manifestantes de nuestras marchas de los 17 al punto que acopió
videos y fotografías que nos identifican a muchos de nosotros.
De lo que entendemos del funcionamiento del poder judicial,
ahora, con el ascenso de Gaimaro Pozzi a camarista, el expediente del homicidio
de Nino y Sergio podría recaer en Calcagno. De ser así, no es un dato alentador
considerando este precedente de criminalización a los Familiares y de
persecución solapada a esta Multisectorial en el expediente del incendio de la
comisaría segunda. Nota completa
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