Por Comunicado de prensa de Amigos de la Tierra internacional,
Combat Monsanto y La Vía
Campesina
Hoy, en el día en que el gigante de la biotecnología
Monsanto (NYSE: MON) publica sus
ganancias del segundo trimestre, un nuevo informe de organizaciones de la
sociedad civil señala que los pequeños productores y los agricultores
orgánicos, al igual que las comunidades locales y los movimientos sociales de
todo el mundo resisten y rechazan cada vez más a Monsanto y al modelo de
agricultura industrial que representa.
El nuevo informe, realizado conjuntamente por La Vía Campesina,
Amigos de la
Tierra Internacional y Combat Monsanto (y disponible en
inglés, francés y español [1]) brinda una mirada de las principales luchas
contra Monsanto y otras empresas de agroquímicos que presionan para imponer los
cultivos genéticamente modificados (OGM) a los agricultores y el medio
ambiente.
“El informe muestra que la objeción cada vez más fuerte de
los movimientos sociales y de las organizaciones de la sociedad civil están
teniendo un impacto en la introducción de los cultivos GM”, sostuvo Josie
Riffaud de La Vía Campesina.
Los testimonios y el análisis contenidos en el informe
pretenden inspirar y unir a los consumidores, activistas y comunidades en
contra de los abusos cometidos por Monsanto y otras empresas de biotecnología
del mundo.
“¿Quién responsabilizará a Monsanto de la devastación
mundial de la biodiversidad, de la erosión del suelo y de las violaciones a los
derechos campesinos provocados por la utilización de productos en base al
petróleo que son necesarios para la agricultura industrial?”, se preguntó Dena
Hoff de la
Coalición Nacional de Agricultures Familiares/ La Vía Campesina
América del Norte. “Los agricultores de todo el mundo estamos resistiendo por
la soberanía alimentaria, pero el resto del mundo debe sumarse”, agregó.
“Este nuevo informe documenta la fuerte oposición a esta
poderosa empresa trasnacional, que promociona sus productos genéticamente
modificados aparentemente sin tener en cuenta los costos sociales, económicos y
ambientales”, afirmó Martín Drago, coordinador del Programa de Soberanía Alimentaria
de Amigos de la
Tierra Internacional.
“La mayoría de la población en Europa se opone a la
producción de alimentos genéticamente modificados, y varios países europeos
ahora tienen moratorias nacionales que prohíben el maíz MON810 de Monsanto y las
papas Amflora de BASF, a pesar de la fuerte presión de la industria de
biotecnología y de la
Comisión Europea de levantar las moratorias”, sostuvo Héloise
Claudon de la organización Combat Monsanto.
La utilización de cultivos GM destruye la diversidad de los
cultivos, homogeneiza los alimentos y elimina el conocimiento y la cultura
local. De esta y de otras formas la desigualdad, la pobreza y la explotación de
los recursos naturales logran prosperar en el sistema mundial de alimentos, que
se centra en la generación de ganancias y no en la producción de alimentos
sustentables ni en la soberanía alimentaria.
El área total plantada con cultivos GM abarca tan solo un 3%
de la tierra agrícola mundial. Un 97% de la tierra agrícola del mundo continúa
estando libre de transgénicos. La plantación de cultivos GM se restringe a
pocos países: 90% de los cultivos GM son plantados en Estados Unidos, Brasil,
Argentina, India y Canadá. Casi un 60% de los experimentos en campos de
cultivos GM son realizados en Estados Unidos.
La gran mayoría de los cultivos GM son destinados a alimento
para animales en países ricos, en lugar de alimentos para los pobres o quienes
padecen hambre.
El informe
se puede descargar en: http://viacampesina.org/downloads/pdf/sp/Monsanto-Publication-ES-Final-Version.pdf
Nota relacionada: El mundo según Monsanto: “Quien controla las semillas, controla la comida y la vida”
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