Por Red Eco
La quita de varias concesiones a la petrolera Repsol YPF
reabre el debate sobre el actual modelo energético. Analizamos cuál es el
verdadero alcance de estas medidas, cuál es la responsabilidad de la petrolera
y cuál la de los gobiernos en la actual crisis de reservas de hidrocarburos.
(Fabiana Arencibia-Red Eco) Argentina - Hace apenas seis
meses la relación del gobierno nacional y de los provinciales con las
petroleras, entre ellas Repsol YPF, iban por carriles normales. Incluso, ante
las exigencias de las empresas, muchos gobernadores hablaban de renovaciones de
las áreas de explotación. Sin ir más lejos, el año pasado la legislatura de
Mendoza renovó, cinco años antes de que
venzan, las concesiones a la petrolera por otros 10 años.
Sin embargo, en enero de este año, en una conferencia de
prensa, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido; y el
vicepresidente de la nación, Amado Boudou, denunciaron el “abuso de posición
dominante” por parte de cinco empresas petroleras (Repsol-YPF, Shell, Esso,
Petrobras Argentina y Oil) basados en denuncias por sobreprecios del gasoil que
ocho cámaras de transporte presentaron ante la Secretaría de
Transporte.
Si bien en la misma conferencia dijeron que “en el caso de
Repsol, en aras del orgullo que sentimos los argentinos por esa marca
precursora y pionera del desarrollo del país, sabemos que nos vamos a encontrar
con un rápido diálogo", las cosas comenzaron a cambiar. Chubut y Santa
Cruz fueron las dos primeras provincias que le quitaron concesiones a la
petrolera privada española. Le siguieron Neuquén, Mendoza, Salta y
recientemente Río Negro.
Repsol YPF es de las petroleras que funcionan en Argentina,
la empresa más grande e integrada, lo
que significa que controla todos los sectores del proceso: extrae, refina, transporta combustible, es dueña también de
estaciones de servicios y, por lo tanto, es quien termina dominando el mercado
de los hidrocarburos.
Repsol “se apoderó de YPF cuando el barril, que actualmente
ronda los 100 dólares, sólo costaba 20 y dedicó su gestión a vaciar los pozos
ya descubiertos. Giró sistemáticamente utilidades al exterior e invirtió en
otras regiones (EEUU, Brasil, México, Caribe, África). Argentina figuró siempre
como la principal fuente de ingresos de la compañía y la renta del subsuelo
nacional fue destinada a abrir negocios en otras latitudes. En sus propios
balances se informa que esos lucros surgieron del vaciamiento de los pozos ya
existentes. Esa extracción aseguró un altísimo nivel de rentabilidad. Sólo en
el período 2008-2010 la empresa obtuvo beneficios netos por 13.380 millones de
pesos y distribuyó el 90 % de esas ganancias”, describe el grupo de Economistas
de Izquierda (EDI) en un documento reciente.
No es cuestión de demonizar a Repsol YPF y ubicarla como la
única responsable de la falta de petróleo en nuestro país. Existen gobiernos
que desde la década de los ´90, en que se privatizó YPF (con la ayuda del
entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, quien puso a un diputado de
su provincia enfermo en el avión de la gobernación para garantizar el quórum en
el Congreso de la Nación
el día del tratamiento de la entrega a manos privadas), vienen actuando para
que sean las multinacionales quienes manejen a su antojo y sin control alguno
por parte de los estados, el “negocio” de los hidrocarburos.
Entrevistado por el programa Los Locos de Buenos Aires de FM
La Tribu, Diego
di Risio, del Observatorio Petrolero Sur (OPS), afirmó que existe una línea de
continuidad entre la política de los años ´90 que comenzó con la reforma del
´94 que federalizó los recursos naturales traspasando la soberanía de los
mismos a las provincias. Este proceso duró hasta 2006. Ese año se aprobaron en
el Congreso de la Nación
dos Leyes enviadas por el Poder Ejecutivo presidido por Néstor Kirchner-Ley
corta y Ley larga- que otorgaban prerrogativas impositivas a las empresas para
efectuar las tareas de prospección y ubicar nuevos yacimientos de petróleo
(obligación que no cumplieron). Al año
siguiente - 10 años antes que vencieran (2017) - se le prorrogaron a Pan
American Energy los contratos hasta el 2047 de Cerro Dragón, el yacimiento más
rico en calidad y cantidad de petróleo que posee la Argentina. Nota completa
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