Enviado por Radio Kalewche FM
DECLARACION DE SACERDOTES DE LA PRELATURA DE ESQUEL
“Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno”
(Gn 1,31)
Como sacerdotes que trabajamos en la prelatura de Esquel,
queremos expresar nuestro más firme rechazo a la gran minería metalífera a
cielo abierto con uso de sustancias tóxicas, como también a cualquier intento
de modificación del marco regulatorio de la actividad minera ya legislado en
nuestra provincia.
La tierra es creación de Dios: no somos los dueños. El
mandato a “dominar la tierra” (Gn 1,28) no se refiere a un sometimiento
destructivo ni justifica cualquier actividad bajo la apariencia de beneficio
humano. Es inaceptable exponer a la naturaleza a una explotación irracional
devastándola y destruyéndola. La clave para entender las expresiones “dominar”,
“someter” que aparecen en los relatos bíblicos de la creación es “Dios miró
todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno” (Gn 1,31). El mandato de Dios
al ser humano de “dominar la tierra” es de “dar continuidad a su misma acción
creadora”: dominar, someter, en términos bíblicos significa “seguir creando”.
Entendemos que tanto el uso de explosivos y de insumos
tóxicos, cuyo poder de contaminación y producción de desechos traen efectos
devastadores hacia recursos como el agua, la tierra y el aire, bienes comunes,
personas y animales, dañando gravemente la biodiversidad y el equilibrio
inscripto en la naturaleza (eliminación de bosques, contaminación ambiental,
conversión de zonas explotadas en
grandes desiertos), una minería que necesita del uso de millones de litros de
agua en zonas críticas afectando actividades
tradicionales, una minería que atenta contra la salud humana, una
minería que afecta los derechos de las comunidades aborígenes y rurales,
alterando su hábitat y poniendo en riesgo la base de su subsistencia,
agrediendo su cultura, caracterizada por el respeto a la madre tierra, de
ninguna manera puede entenderse como continuidad de la acción creadora de Dios.
Y que cualquier intento de modificar el marco regulatorio
establecido por la ley 5001, fruto de la lucha ciudadana, es una falta de
respeto a la construcción de una democracia participativa y una claudicación
ante la presión de intereses despreocupados del bien común, verdadero garante
de la inclusión de todos y todas.
“Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno”
(Gn 1,31)
¡¡¡Que el hombre no destruya lo que Dios vio que era
bueno!!!
Esquel, 20 de junio de 2012
Firman: P. Adam Kwasniak (Cholila), P. Adrián Mari (Esquel),
P. Andrés Koselak (Esquel), P. Ángel Tissot (Esquel), P. Antonio Mateos
(Esquel), P. Daniel Molina (Colan Conhué – Tecka), P. Enrique Romani (Esquel),
P. Francisco Gómez (El Maitén), P. Jacinto Stanislawski (Lago Puelo), P. Mario
Márquez (Trevelin), P. Martín Zubik (Gobernador
Costa), P. Rodolfo Costa Heredia
(Esquel),
P. Vicente Lahoz (El Maitén)
Esquel:
trabajadores de prensa rechazaron públicamente la megaminería a cielo abierto o
por galerías
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