Por Abla Carballo *
La irresponsabilidad y los robos que se producen dentro de
un supermercado Wal-Mart no es mérito para Esquel.
A Wal-Mart no le cabe la palabra merecimiento más que en su
afán de ganancia y lucro, pero no de mérito puesto que sus cualidades revelan
ausencia de prudencia y precaución para con sus clientes a quienes aplican sus
normas de cautela.
Hace pocos años atrás, un 23 de diciembre, en la ciudad de
Paraná, experimenté lo que afirmo.
Acompañada por una amiga residente en Bajada Granda -barrio
histórico y populoso de la ciudad- nos acompañamos para hacer compras y me
llevó a un Wal-Mart.
Al ingresar, inmediatamente una empleada hizo que le
entregara mi cartera que puso dentro de una bolsa de plástico transparente y
cerró la bolsa de manera que ni siquiera pudiera colgarla de mi hombro.
Le hice notar mi desacuerdo pero me respondió que así eran
las normas en ese supermercado. Puse entonces la bolsa con mi cartera dentro,
en el carro que luego de dicho menester ocurrió, y comencé el recorrido para
efectuar algunas compras.
Dejé para el final la adquisición de frutas y me alejé no
más de un metro del carro. Elegí las primeras y cuando miré para ponerlas junto
con el resto, el carro había desaparecido.
Comencé la búsqueda y lo encontré casi intacto en otro lugar.
Sólo faltaba la bolsa de plástico dentro de la que estaba mi
cartera debajo de todo.
Pedí entonces hablar con el gerente. Apareció una señorita a
quien le expliqué lo sucedido y reclamé mirar la cámara de seguridad ubicada
sobre la góndola de las frutas. Me respondió que "casualmente" esa
cámara estaba fuera de servicio.
Insistí para hablar con otra persona de mayor jerarquía
puesto que lo sucedido había ocurrido dentro del comercio, dentro de el espacio
privado donde ellos imponían sus reglas y acatábamos.
Sólo obtuve la negación total de no hacerse cargo de nada.
Hacía menos de 12 horas que hube llegado a Paraná. En mi
cartera además de la billetera con todo el dinero, estaban mis documentos, las
tarjetas, anteojos y demás.
Salí y fui a la comisaría correspondiente. Cuando hice la
denuncia, el policía me dijo, entre divertido y cansado: "Señora, todos
los días recibimos por lo menos 6, 7 quejas y denuncias como la suya que
suceden en Wal-Mart. Hace un momento, otra señora había retirado 3 mil pesos
del cajero de ese supermercado y también le robaron todo".
Le pregunté desde cuándo sucedían los robos de Wal-Mart y me
aclaró: "Desde siempre. Es la mayor cantidad de denuncias que recibimos
aquí de la gente que compra en ese supermercado".
De manera que para Esquel permitir el radicamiento del
comercio transnacional no sólo es inconveniente, sino que terminaría por
arrasar con los comercios pequeños e impondría una norma propia que deja al
cliente desguarecido al no permitirle cargar con su propia cartera.
Olvidaba decir que los precios no eran menores a lo de otros
supermercados de Paraná.-
* DNI 4159560
Nota relacionada: Wal-Mart, la cadena de supermercados más grande del mundo, podría desembarcar en Esquel
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