Por MEDH Trelew
En un nuevo aniversario de la Declaración Universal por los Derechos Humanos, desde el MEDH -Regional Trelew, queremos compartir algunas reflexiones, en un tiempo cargado de esperanza, de conflictos, de contradicciones, en el que la lucha por la VIDA se sigue dando en cada rincón de nuestra Patria.
El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos-MEDH nace en medio del atropello de parte del Estado, en una de las páginas más oscuras de nuestra historia reciente como fue el golpe militar de 1976. La VIDA era ultrajada, violada, reprimida, pisoteada. El restablecimiento de la Democracia, hace 29 años, que celebramos también hoy, nos encontró junto al pueblo luchando por la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA. Reconocemos que como sociedad hemos avanzado en poner luz en situaciones que antes no se había podido, y prueba de ello son los juicios que en los últimos años se han realizado, poniendo en su lugar a los victimarios.
Si bien somos conscientes que estos últimos años de democracia nos han permitido avanzar en la conquista de derechos importantes, no podemos dejar de señalar las situaciones donde todavía el derecho a la vida está siendo vulnerado: todavía hay hermanos que no pueden llevar el pan a sus mesas todos los días, que no tienen un techo donde cobijarse, donde el trabajo que realizan es mal remunerado y sin protección social. Todavía, hay nudos del entramado de poder, instrumentados en los años de la dictadura, que no han sido desmantelados: la violencia policial, la trata de personas, los grupos hegemónicos y monopólicos que manejan la información, la alimentación y la propiedad de la tierra.
En nuestra provincia, también otras formas de vulneración a los derechos humanos comienzan a ser visibles en estos tiempos de democracia: la falta de respeto a los pueblos originarios, a partir de ignorarlos en las tomas de decisiones, contempladas en la legislación vigente. También se avasallan sus derechos cuando son corridos de sus territorios, de las porciones de tierra a las que fueron reducidos, y que aún no han tenido su correspondiente reparación. El respeto a la naturaleza, a la vida de las comunidades, y el cuidado del agua, son amenazados por proyectos megamineros, que ponen en riesgo la vida de toda la provincia. Por el aire que respiramos, por el agua que bebemos, por el suelo que habitamos. Creemos que la década del 90, los casi 30 años de democracia, y los más de 500 años de colonización, nos han enseñado a encontrar la diferencia entre proyectos de desarrollo sustentable y los "espejitos de colores".
Como movimiento de raíz cristiana, siempre nuestra mirada será desde los ojos de los más débiles, de los vulnerados, de los más pobres. Desde ese lugar, el lugar que eligió nuestro Dios para comprometerse y ser parte de nuestra historia, una historia de liberación, hacemos nuestra las palabras de una hermosa canción que marcó el regreso a la democracia, no como una meta, sino como el inicio de un camino: "Todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamos".
Vida para todos y en abundancia. Memoria, Verdad y Justicia.
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos- Regional Trelew
10 de Diciembre del 2012
Nota relacionada: "El 10 de diciembre en Argentina", por Adolfo Pérez Esquivel
En un nuevo aniversario de la Declaración Universal por los Derechos Humanos, desde el MEDH -Regional Trelew, queremos compartir algunas reflexiones, en un tiempo cargado de esperanza, de conflictos, de contradicciones, en el que la lucha por la VIDA se sigue dando en cada rincón de nuestra Patria.
El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos-MEDH nace en medio del atropello de parte del Estado, en una de las páginas más oscuras de nuestra historia reciente como fue el golpe militar de 1976. La VIDA era ultrajada, violada, reprimida, pisoteada. El restablecimiento de la Democracia, hace 29 años, que celebramos también hoy, nos encontró junto al pueblo luchando por la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA. Reconocemos que como sociedad hemos avanzado en poner luz en situaciones que antes no se había podido, y prueba de ello son los juicios que en los últimos años se han realizado, poniendo en su lugar a los victimarios.
Si bien somos conscientes que estos últimos años de democracia nos han permitido avanzar en la conquista de derechos importantes, no podemos dejar de señalar las situaciones donde todavía el derecho a la vida está siendo vulnerado: todavía hay hermanos que no pueden llevar el pan a sus mesas todos los días, que no tienen un techo donde cobijarse, donde el trabajo que realizan es mal remunerado y sin protección social. Todavía, hay nudos del entramado de poder, instrumentados en los años de la dictadura, que no han sido desmantelados: la violencia policial, la trata de personas, los grupos hegemónicos y monopólicos que manejan la información, la alimentación y la propiedad de la tierra.
En nuestra provincia, también otras formas de vulneración a los derechos humanos comienzan a ser visibles en estos tiempos de democracia: la falta de respeto a los pueblos originarios, a partir de ignorarlos en las tomas de decisiones, contempladas en la legislación vigente. También se avasallan sus derechos cuando son corridos de sus territorios, de las porciones de tierra a las que fueron reducidos, y que aún no han tenido su correspondiente reparación. El respeto a la naturaleza, a la vida de las comunidades, y el cuidado del agua, son amenazados por proyectos megamineros, que ponen en riesgo la vida de toda la provincia. Por el aire que respiramos, por el agua que bebemos, por el suelo que habitamos. Creemos que la década del 90, los casi 30 años de democracia, y los más de 500 años de colonización, nos han enseñado a encontrar la diferencia entre proyectos de desarrollo sustentable y los "espejitos de colores".
Como movimiento de raíz cristiana, siempre nuestra mirada será desde los ojos de los más débiles, de los vulnerados, de los más pobres. Desde ese lugar, el lugar que eligió nuestro Dios para comprometerse y ser parte de nuestra historia, una historia de liberación, hacemos nuestra las palabras de una hermosa canción que marcó el regreso a la democracia, no como una meta, sino como el inicio de un camino: "Todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamos".
Vida para todos y en abundancia. Memoria, Verdad y Justicia.
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos- Regional Trelew
10 de Diciembre del 2012
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