miércoles, diciembre 26, 2012

Saqueos en Bariloche: "¿Quién es el saqueador? ¿Quién es el saqueado?", por Federico Soria

Enviado por Pablo Gatti

Desde hace unos cuantos días se venía hablando en la calle a cerca de que podían haber "saqueos" en supermercados de Bariloche. Los principales dealers y punteros de la ciudad se lo habían hecho saber al intendente, de manera fehaciente, o sea, era una versión, pero no tan infundada. Por otra parte, desde los sectores más carenciados de la urbe, insistentemente se venía pidiendo concretamente la entrega de alimentos, seguramente ha de ser porque no tienen que comer... pero bue, funcionarios que cobran $ 40 mil por mes (más de lo que cualquiera de aquellos solicitantes podría caranchear en al menos 10 años) no deben entender demasiado la escencia del reclamo, por eso ha de ser que cuando las papas queman... se borran. Lo que queda claro de todo esto es que quien avisa no traiciona...

El caldo de cultivo ideal...

Luego de los sucesos del 17 y 18 de junio de 2011 la situación social de Bariloche se mantuvo en un estado de permanente y continua tensión, pendiendo de un hilo muy fino y endeble que cualquiera sabía que en cuestión de tiempo se podía cortar. Desde entonces aparecieron opinólogos y falsos iluminados de las más varadas calañas y prontuarios que uno pueda imaginarse, se profirieron toda clase de impostaciones ideológicas (apócrifas, por supuesto), se hicieron muchos anuncios (quizás como nunca ocurrió en la historia de la ciudad), hubieron elecciones y cambios de autoridades, pero en escencia, para los pobres, los despojados y ninguneados nada cambió, aunque las puestas en escena y el relato oficial pretendieran insinuar lo contrario.

La situación de los últimos días era un secreto a voces, una realidad cantada que a cualquiera, por lo bajo, le mantendría la epidermis erizada, tan sólo por el hecho de que no se está haciendo nada concreto para contenerla. Hace semanas que todos los responsables decisores estaban en conocimiento que esto iba a suceder. Es más, incluso ensayaron una suerte de medida de mitigación, a pesar de que los supermercadistas les mostraron el codo y les dijeron "de acá", cuando las autoridades les fueron a mendigar. No obstante algunos tiraron un huesito, pero lamentablemente no lo hicieron rendir como corresponde: como toda andanada de raigambre "nac&pop", esta repatija de migajas también fue discrecional y selectiva, además de extemporánea y lenta, muchos se quedaron afuera y la desazón y la bronca se multiplicó en la misma proporción que se multiplican día a día los platos vacíos en el Alto de Bariloche.

Actitudes institucionales que no ayudan para nada...

A pesar del contundente 54% y el efecto arrastre en casi todo el país (incluida la provincia de Río Negro), el intendente de Bariloche ganó las elecciones con un escaso márgen y de los 11 concejales sólo metió a 3 (más otro a través de una colectora). Llegó a ser candidato cuando legalmente estaba imposibilitado de serlo: a pesar de ser un empresario adinerado y terrateniente, era deudor del propio municipio que aspiraba a gobernar, hasta que dejó de serlo, repentinamente y de una manera un poco extraña: concurrió a una oficina pública a cancelar su deuda en horas de la noche.

Estas actitudes se ven reforzadas  a diario con las de ciertos personajes provenientes del hampa de los cuales se rodea (por ejemplo: el conocido episodio de la "secretaría de turismo paralela" que el propio intendente decía desconocer, o el señor que se dedicaba a señalar y amenazar periodistas en las conferencias de prensa, y así numerosos casos más de esta índole...

Recientemente también ha apelado al andamiaje institucional local que siempre está al servicio del poder, para llevar a cabo una serie de actos de hostigamiento a la prensa local, includo también hasta hacia una vecina que le reclama una escritura de un terreno que el Sr intendente le vendió; hechos que indudablemente marcan a fuego el estilo que tiene este señor para gobernar un municipio caótico y socialmente conflictivo, que precisamente, necesita de una figura algo más carismática y menos violenta para gobernar. Recordemos además que Omar Goye, junto a unas cuantas caripelas conocidas de Bariloche, están acusados de afanarse dos palos verdes, imputados desde hace casi 10 años en una causa judicial que parece caminar hacia la nada, como ocurre con todas aquellas denuncias que involucran a funcionarios y otras figuras públicas arrimadas al poder.

Como cereza del postre, para completar el cuadro dantezco institucional que vive Bariloche: el intendente (que estaba plénamente informado de que todo esto iba a suceder)  no tuvo mejor idea que irse de viaje. De hecho, la costumbre que tiene de viajar ha sido motivo de contínuas críticas, en una ciudad que imperiosamente necesita de austeridad de parte de los funcionarios públicos, una austeridad que obviamente, brilla por su ausencia. Esta circunstancia de haberse ido de viaje, sumado a las versiones refrendadas por los propios funcionarios municipales, de que iban a haber saqueos, fue un particular motivo de insistentes rumores que circularon durante las últimas horas del día: lo sucedido fue una suerte de "autogolpe" (al mejor estilo Fujimori); aunque, claro está, no existen demasiadas evidencias para corroborar, al menos en el plano teórico, esta versión.

También es llamativa (aunque no ha sido muy visibilizada) la decisión institucionalmente aberrante, de que cada vez que se ausenta, el intendente deja a cargo del municipio a su secretario privado, en lugar de la presidente del Concejo, que es quien, de acuerdo a la carta orgánica vigente, debería asumir cuando él se va. Curioso también, porque era parte de la misma lista electoral que lo llevó al cargo que ocupa, de la misma facción que disputó las internas locales del FPV y en líneas generales comparten las mismas apreciaciones benéolas del "modelo".

Difícilmente las autoridades puedan inculcar institucionalidad en la población, cuando con su ejemplo hacen todo lo contrario...

y... con tanto lenguaraz suelto, no pasó otra cosa que lo que tenía que pasar

Si los dealers y los punteros locales que tienen absoluto control de la calle en Bariloche advirtieron que iban a haber saqueos, dichos que además fueron propalados por la prensa local, por lo cual también la población estaba enterada: ¿porqué cuernos alguien podría pensar que no iba a pasar lo que paso? Dicen que quien avisa no traiciona y si arriba, en las castas sociales más altas, está lleno de delincuentes: ¿qué clase de inhibición esperan que pueda haber de parte de los despojados o relegados del sistema? porque más allá de dos o tres encapuchados que aparecieron al principio, después todo el mundo vio que la gente (y no unos pocos inadaptados, como dicen algunos) entraba en masa a cuanto supermercado había disponible, primero en la zona del alto y después en otros sectores de la ciudad. Y por cierto, no fueron unos pocos, fueron varios cientos. Y los comercios saqueados no fueron dos o tres, fueron decenas. Y lo que se llevaron no fueron sólo plasmas, también se llevaron comida, pañales, etc... hasta había niños que salían corriendo con juguetes... Evidentemente los medios corporativos, como son así por naturaleza, rápidamente se encargaron de focalizar estas cuestiones, para generar en la población una suerte de distorsión respecto de la situación. Cualquier barilochense sabe que la mayoría de los supermercados de la ciudad no venden electrodomésticos ni artículos electrónicos costosos...Nota completa
Nota relacionada: Bariloche: "Un día de furia", por Fernando Fernandez Herrero

0 Comentá esta nota:

Publicar un comentario