jueves, enero 10, 2013

Informe: “Desvistiendo a Río Negro”



Por Claudia Beltramino

La rústica estrategia de “Echale la culpa a Goye”, puede que conforme a la Presidente , si además conlleva el valor agregado de sumar en la volteada al grupo Clarín, pero es tan básica que se desmorona con la instantaneidad de un Nesquick. Para advertir lo que cualquier rionegrino conoce hay que ir quitándole la ropa a la Provincia.

El escenario

Río Negro es la más poblada de las despobladas provincias patagónicas, 633.374 habitantes según el último censo, distribuidos en 203.013 km2.

Las 4 ciudades que concentran mayor cantidad de habitantes, son, de mayor a menor, Bariloche, General Roca, Cipolletti y Viedma.

Bariloche o la mini Disneylandia sudamericana, con una economía basada en el turismo, es La Meca de los rionegrinos de zonas menos favorecidas quienes llegan persiguiendo sueños sin saber que esa industria requiere una mano de obra medianamente calificada. El mezquino censo del 2010 arrojó un total de 108.250, los dueños de los grandes hoteles viven en Buenos Aires y el Alto es el Bulevard de los sueños rotos.

General Roca o Fisque Menuco es la capital histórica de la concentración económica de los barones de la fruta devenidos en acopiadores/exportadores, verdaderos dueños del negocio. Allí hay 85 883 personas.

Cipolletti, uno de los muchos centros urbanos del Alto Valle rionegrino que de ciudad de peras y manzanas fue transformándose en uno de los suburbios de la petrolera Neuquén capital. Conviven 79 097 cipoleños.

 Viedma, capital de la Provincia y sede de los tres poderes, con 52 754 habitantes que comparten playa y cielo y donde los más ricos son empleados públicos privilegiados como jueces, ministros o legisladores y los más pobres pugnan por ingresar a esa misma administración pública y todos se cruzan en los mismos supermercados chinos donde las bebidas son más baratas, algunos comprando botellas de Ruttini y otros tetrabrick.

 Los protagonistas

Desde 1983 se sucedieron 4 gobernadores radicales que durante 7 períodos impusieron un radicalismo con importantes dosis de pragmatismo peronista condimentado con un clientelismo sin mucha ostentación. En cada turno electoral se impusieron a la oferta de un PJ que recurrentemente caía en prácticas ligadas a la traición.

Un ejemplo de estas prácticas fue, por ejemplo, la derrota sufrida en 2007 por el entonces candidato Miguel Ángel Pichetto quien perdió incluso en tierras de Carlos Soria, quien, curiosamente en el mismo turno electoral ganó por escándalo su reelección.

El turno electoral del 2011

La previa a la elección del 2011 fue una estrategia de denuncias penales de legisladores que acompañaban el proyecto Carlos Soria gobernador, lo que lesionó mortalmente al radicalismo en su conjunto y a la gestión en particular. A eso se lo suma por partes iguales una buena intendencia de Soria al frente de General Roca, efectivo que llegaba en forma de obras, ATN, planes sociales y, por otro lado, la natural fatiga de material de 28 años consecutivos de radicalismo en el poder. Nota completa


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