Por Claudia Beltramino
La rústica estrategia de “Echale la culpa a Goye”, puede que
conforme a la Presidente
, si además conlleva el valor agregado de sumar en la volteada al grupo Clarín,
pero es tan básica que se desmorona con la instantaneidad de un Nesquick. Para
advertir lo que cualquier rionegrino conoce hay que ir quitándole la ropa a la Provincia.
El escenario
Río Negro es la más poblada de las despobladas provincias
patagónicas, 633.374 habitantes según el último censo, distribuidos en 203.013
km2.
Las 4 ciudades que concentran mayor cantidad de habitantes,
son, de mayor a menor, Bariloche, General Roca, Cipolletti y Viedma.
Bariloche o la mini Disneylandia sudamericana, con una
economía basada en el turismo, es La
Meca de los rionegrinos de zonas menos favorecidas quienes
llegan persiguiendo sueños sin saber que esa industria requiere una mano de
obra medianamente calificada. El mezquino censo del 2010 arrojó un total de
108.250, los dueños de los grandes hoteles viven en Buenos Aires y el Alto es
el Bulevard de los sueños rotos.
General Roca o Fisque Menuco es la capital histórica de la
concentración económica de los barones de la fruta devenidos en
acopiadores/exportadores, verdaderos dueños del negocio. Allí hay 85 883
personas.
Cipolletti, uno de los muchos centros urbanos del Alto Valle
rionegrino que de ciudad de peras y manzanas fue transformándose en uno de los
suburbios de la petrolera Neuquén capital. Conviven 79 097 cipoleños.
Viedma, capital de la Provincia y sede de los
tres poderes, con 52 754 habitantes que comparten playa y cielo y donde los más
ricos son empleados públicos privilegiados como jueces, ministros o
legisladores y los más pobres pugnan por ingresar a esa misma administración
pública y todos se cruzan en los mismos supermercados chinos donde las bebidas
son más baratas, algunos comprando botellas de Ruttini y otros tetrabrick.
Los protagonistas
Desde 1983 se sucedieron 4 gobernadores radicales que
durante 7 períodos impusieron un radicalismo con importantes dosis de
pragmatismo peronista condimentado con un clientelismo sin mucha ostentación.
En cada turno electoral se impusieron a la oferta de un PJ que recurrentemente
caía en prácticas ligadas a la traición.
Un ejemplo de estas prácticas fue, por ejemplo, la derrota
sufrida en 2007 por el entonces candidato Miguel Ángel Pichetto quien perdió
incluso en tierras de Carlos Soria, quien, curiosamente en el mismo turno
electoral ganó por escándalo su reelección.
El turno electoral del 2011
La previa a la elección del 2011 fue una estrategia de
denuncias penales de legisladores que acompañaban el proyecto Carlos Soria
gobernador, lo que lesionó mortalmente al radicalismo en su conjunto y a la
gestión en particular. A eso se lo suma por partes iguales una buena
intendencia de Soria al frente de General Roca, efectivo que llegaba en forma
de obras, ATN, planes sociales y, por otro lado, la natural fatiga de material
de 28 años consecutivos de radicalismo en el poder. Nota completa
Nota relacionada: Saqueos en Bariloche: “¿Quién es el saqueador? ¿Quién es el
saqueado?”
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario