Fuente: Observatorio Petrolero Sur
Editorial / Marzo 2012 - ¿Novedad o el horror potenciado?
La voracidad energética del capitalismo continúa haciendo de
las suyas. Diversos gobiernos y empresas están dando un fuerte impulso al
desarrollo de los denominados yacimientos no convencionales -arenas
bituminosas, petróleo y gas de pizarra o esquisto (shale gas y shale oil) y gas
de arenas profundas/ compactas (tight gas)- a pesar de que requiere una
ocupación más extensa e intensa del territorio, la utilización de grandes
cantidades de agua y químicos de alta toxicidad, y que las tecnologías
empleadas para su extracción redoblan el impacto generado por las explotaciones
tradicionales.
La “revolución energética” que los no convencionales
iniciaron en Estados Unidos a principios de milenio ha sido exportada al resto
del mundo por las autoridades de la potencia del Norte a partir de la Iniciativa Global
de Gas de Esquisto (Global Shale Gas Iniciative). De la noche a la mañana,
Argentina se convirtió en la tercera reserva mundial de shale gas detrás de
EE.UU. y China, generando un verdadero frenesí en las provincias con mayores
dotaciones del recurso. En las cuencas tradicionales y hasta en ¡Entre Ríos! ha
comenzado una carrera similar a la que se vive en otras regiones de América,
Europa, Asia, África y Oceanía.
El mapa regional
En nuestro continente la Iniciativa Global
de Gas de Esquisto –en la que participan Argentina, Chile, Colombia, Perú y
Uruguay-, se potencia con el programa Alianza de Energía y Clima de las
Américas (Energy and Climate Partnetship of the Americas), comandado por el
Departamento de Estado norteamericano, y secundado por la Organización de
Estados Americanos, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización
Latinoamericana de Energía, el Banco Mundial, entre otros.
Hasta el momento, los siderales “descubrimientos” de
reservas que Repsol-YPF y otras empresas menores vienen anunciando desde fi
nales de 2010, se extienden por buena parte de la geografía neuquina. Así, al
ultra-contaminado yacimiento de Loma de La Lata podría sumársele la región de Zapala, donde
una multisectorial en defensa del acuífero rechaza el proyecto, y la comunidad
mapuche Gelay Ko –en cuyo territorio se realizó el primer pozo multifractura de
Sudamérica- ocupó las instalaciones de la petrolera Apache para denunciar la
contaminación y escasez de agua.
Estas señales favorables para el desarrollo de la actividad
en la Patagonia
alientan los intereses petroleros tanto en otras provincias como en otros
países del Cono Sur. Desde la austral región chilena de Magallanes, donde la
empresa estatal ENAP anunció su intención de realizar exploraciones, hasta la
cuenca Chacoparanaense, que cubre casi la totalidad de Paraguay, el norte de
Uruguay –que ya anunció exploraciones junto a Repsol-YPF-, el oriente
boliviano, importantes regiones del sur de Brasil y la Mesopotamia y el
noreste argentino.
Resistencias globales a una revolución planetaria
La experiencia contaminante en Estados Unidos –donde el 30%
del gas que se consume proviene de yacimientos no convencionales- no sólo está
impulsando el surgimiento de grupos de resistencia a nivel local sino también
en el resto del mundo. En Canadá, pionera en la explotación de arenas
bituminosas, el Estado de Quebec declaró una moratoria para en la aplicación
del sistema de fracking o fractura hidráulica –utilizado necesariamente en los
celebrados yacimientos.
En Francia una masiva movilización popular en 2011 logró que
se aprobara una ley que prohíbe la técnica de fractura hidráulica. Si bien
diversas organizaciones plantean reparos por el alcance de la medida, fue la
primera de ese tenor a nivel mundial. En enero de 2012, y también por la
presión popular, Bulgaria se sumó al país galo. Por su parte, en Inglaterra
-donde se toma en cuenta la moratoria aprobada por la vecina Irlanda del
Norte-, colectivos socio-ambientales persiguen el mismo objetivo, y en Suiza,
el cantón Vaud prohibió la exploración de yacimientos no convencionales luego
de accidentes ocurridos por perforaciones en el lago Léman.
Las licitaciones para exploración y explotación de no
convencionales en el norte de España, principalmente en Cantabria y el País
Vasco, genera fuertes resistencias. Lo mismo sucede en Polonia, principal
reservorio en la Unión
Europea, denominado “el cielo del fracking”.
En Australia, el Estado de Gales del Sur, declaró una
moratoria para la fractura hidráulica hasta tanto se establezcan los riesgos
ambientales y sanitarios de la técnica. Y en Nueva Zelanda los partidos
Laborista, Verde y Mana llamaron a una moratoria sobre la fractura hidráulica.
Mientras que Sudáfrica reglamentó un cese de la explotación de yacimientos no
convencionales de gas en el desierto de Karoo, hasta que se realicen las
consultas pertinentes y se garantice la no afectación de los escasos recursos
hídricos existentes en la región. Las moratorias conseguidas sirven de aliento,
ya que si la revolución de los hidrocarburos es global, también lo es la
resistencia.
Indice
¿Novedad o el horror potenciado?… 3
Hidrocarburos no convencionales en Argentina… 4
Shale gas: hacia la conquista de la nueva frontera
extractiva… 16
Neuquén: Radiografía de una alianza estratégica en tiempos
de euforia… 23
“Estamos cansados de ver cómo vienen matando nuestro
Wallmapu”… 27
Fracking Inglaterra: perforando el subsuelo de la corona…31
Interdit, o prohibido en francés… 37
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