Por Junta Interna del Garrahan
Este juicio fue impulsado por el gobierno de Néstor Kirchner
y es continuado por el actual gobierno peronista de Cristina Fernández de
Kirchner, tras la gran huelga de los trabajadores del Hospital Garrahan del
2005 por un salario igual a la canasta familiar y en defensa del hospital
público.
Esa lucha duró ocho meses, y no sólo reveló los bajos
salarios de los trabajadores estatales de la salud, principalmente los
enfermeros, y cómo en el hospital pediátrico estatal de alta complejidad más
importante del país, los enfermeros eran obligados a realizar más de 200 hs.
extras (mal llamadas módulos, para pagarlas por debajo de su valor) para poder
subsistir. Pero también reveló el carácter antiobrero del gobierno que. por
todos los medios, buscó desoír el reclamo, mandando decenas de inspecciones
para intimidar e intentar imputar a los trabajadores con cargos judiciales como
el de abandono de persona.
Sin embargo, a pesar de todos los ataques a los que fueron
sometidos, y apoyándose en el método de la democracia obrera de las asambleas
resolutivas, los trabajadores del Garrahan se ganaron la solidaridad de cada
vez más sectores de los trabajadores y lograron un importante aumento salarial
de más del 50%, que se tomaran más enfermeros y que se instalara un resonador
nuclear magnético (que se encontraba tirado en un depósito hacia años) que aun
hoy es el único bajo control estatal en toda la salud pública argentina, que se
repararan los techos del hospital (llovía hasta adentro de la terapia y el
quirófano); en resumen, esta lucha logró realmente defender el hospital
público. Y si no pudieron extender la lucha al resto de los trabajadores
estatales y de la salud, que también tenían y tienen los mismos problemas
salariales, se debió a la actitud cómplice del gobierno con la dirigencia de
ATE, que por entonces estaba unificada y rogando que el gobierno le diera
personería jurídica a la
CTA. Cada vez que se presentó Pablo Micheli en las asambleas
del Garrahan fue para pedir que se vote un “impasse” o lo que era lo mismo
levantar los paros, pero nunca dijo que pondría el sindicato al servicio de la
lucha de los trabajadores.
Pasaron 7 años, pero el gobierno de los Kirchner no descansa
a la hora de querer escarmentar a los que luchan (hay más de 5.000 procesados
por luchar) y ni bien terminó el conflicto “armaron” un juicio por amenazas
coactivas contra 4 de los delegados: Adriana Agüero, Eduardo García, Marcelo
Mansilla y Gustavo Lerer, lo que significa desconocer el derecho de huelga de
los trabajadores del hospital que reclamaban un aumento de salario igual a la
canasta familiar, ya que hacía 14 años que no tenían aumento.
Este gobierno que se dice progresista y defensor de los
derechos humanos se mueve, al mejor estilo del grupo Clarín, como miserables
explotadores patronales persiguiendo a los representantes de los trabajadores,
desconociendo el derecho de huelga e incluso votando leyes supuestamente
antiterroristas pero cuyo texto es claro que están contra la lucha de los
trabajadores y del pueblo pobre.
En todas estas luchas y en muchas otras siempre fuimos a
apoyar a los de nuestra clase, a contar lo que aprendimos en la lucha que es
confiar a muerte en la democracia de las asambleas y no confiar nada en los
patrones y sus gobiernos, ni en la justicia ni en las demás instituciones ni en
los traidores de la burocracia sindical.
No es casualidad este ataque. Es contra la solidaridad entre
los trabajadores y la posibilidad de que la lucha obrera le tuerza el brazo y
surja una nueva dirección clasista del movimiento obrero
¡¡¡Absolución a los delegados Gustavo Lerer, Eduardo García,
Adriana Agüero y Marcelo Mansilla!!!
¡¡¡Vivan las Asambleas y la democracia obrera!!!
El 8/4 primer día de audiencias, nos movilizamos a tribunales de Paraguay 1536 a las 10 Hs.
Nota relacionada: Osvaldo Bayer apoya a los trabajadores del Hospital Garrahan
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