miércoles, junio 05, 2013

“Para el Día Mundial del Ambiente: ¿El hombre lobo del hombre?”, por Ricardo Mascheroni



Por Ricardo Mascheroni

Enviado por Lino Pizzolon

Cualquier atorrante de mi barrio, en torno a esta conmemoración, diría: “estamos en 2013 y el pescado sin vender”, y tendría razón, ya que han transcurrido más de 40 años desde su institucionalización y pese a toda la maraña discursiva, recordatorios, proclamas, apelaciones, leyes y demás yerbas, cada día nos acercamos más al borde del abismo.

Es más, si reflotáramos las prédicas ambientalistas escritas desde la década del ’60 hasta nuestros días, veríamos que poco ha cambiado desde lo literal, salvo referencias a algunos procesos, técnicas u obras novedosas, que no alcanzan para desnaturalizar el sentido primigenio de cada planteo.

En paralelo a ese transcurrir, el estado sanitario del Planeta ha ido y va en franca y acelerada declinación.

No obstante lo afirmado, de necios sería y además injusto, no reconocer que en todo este tiempo, la participación, la militancia y la percepción social sobre la crisis ambiental creció, en forma más que considerable, afortunadamente, lo que ha provocado cambios legales e institucionales en la gestión del ambiente.

Pese a ello, y en estos tiempos sobre todo, con más preocupación, interés, información y compromiso social, en el balance general, la columna del debe, sigue engrosando peligrosa e incomprensiblemente.

Cómo entender y en consecuencia explicar este desfasaje, que muestra, que a la par que existe una mayor comprensión y conocimiento sobre la problemática, las soluciones se hacen cada vez más ilusorias o se licuan en una maraña de normas jurídicas, administrativas, exhortaciones, apelaciones, congresos, convenciones, jornadas, que más allá de la corrección de sus planteamientos, poco aportan en dicha dirección, mientras los tiempos se acortan para plasmar alternativas al status quo depredador y agresivo en el que nos hallamos inmersos.

Ha sido una constante hasta ahora, que la mayoría de las denuncias u oposiciones efectuadas, imputan la responsabilidad en la crisis a: países, gobiernos, corporaciones, empresas y los sospechosos de siempre en el plano internacional o local, que sin dudas la tienen y más. Nota completa

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