Enviado por Elvira Gauna *
Documento leído en la marcha que el viernes realizaron los
trabajadores de los centros de salud de Esquel, a raíz de los hechos de violencia
que vienen ocurriendo en dichos lugares.
Los trabajadores de la salud del Primer Nivel de Atención
nos solidarizamos con nuestra compañera de trabajo ante los hechos de violencia
de los cuales fue víctima el pasado lunes primero de julio. Un hecho más entre
los ya innumerables sucesos ocurrido en los últimos 4 años en perjuicio del
conjunto de los trabajadores, motivo por
el cual hacemos extensivo nuestro abrazo a todos los compañeros, trabajadores
de la salud, que de alguna manera sufren
cotidianamente la agresión física y/o emocional en el ámbito de su trabajo.
No podemos ni queremos convivir con la violencia. Somos
servidores públicos cuyo principal objetivo es contribuir con el desarrollo de
cada persona, cada familia, cada barrio, de la comunidad en si misma, en lo referente a su salud y en consecuencia su la calidad de vida.
No podemos ni queremos anestesiar nuestra conciencia
acostumbrándonos a hechos de agresión física y emocional como algo habitual o
pasajero, cuando no algo propio de los tiempos sociales en los cuales vivimos. No podemos ni queremos, porque sabemos que nuestro ámbito de
desarrollo laboral debe ser garantizado por las autoridades pertinentes como un
lugar digno que asegure las condiciones de trabajo adecuadas, entre ellas la
seguridad.
Cierto es que los hechos de agresión hacia los trabajadores
de la salud se han incrementado en los últimos años, pero los que nos
desempeñamos en el primer nivel de atención,
cuyo asiento de funciones es fuera del hospital, en los centro de salud
y en el seno de la comunidad misma, nos
encontramos en una situación de vulnerabilidad si consideramos el escaso número
de empleados que trabajan en cada efector,
y en algunas oportunidades por razones de escaso recurso, un solo
empleado. No menos importante es considerar la vulnerabilidad de género ya que
más del 90 % de los trabajadores de los Centros de Salud son mujeres;
precisamente son ellas las que han soportado
la mayoría de los hechos de violencia. Tal es el caso en el año 2009 de
una compañera enfermera en el Centro de
Salud Bella Vista, quien sorprendió a un
paciente en actitud de robo de psicofármacos, o como ocurrió en el año 2010 en
el Centro de Salud Don Bosco en el cual otra
enfermera fue violentada emocionalmente en su pudor al soportar a un
individuo en actitud de masturbación mientras ella se encontraba
circunstancialmente sola, también en el mismo centro pero a comienzos de este
año una colega médica fue víctima de abuso deshonesto.
Como no podemos, ni queremos acostumbrarnos al temor es que
en cada situación nos vimos movilizados a presentar el reclamo e incluso la
denuncia correspondiente, con la sola esperanza de que algún funcionario con la suficiente sensibilidad y capacidad
inherente al cargo que ostentaba pudiera brindar alguna solución al respecto.
Las respuestas no se hicieron esperar y así en el año 2009 la dirección del HZE
notificó al jefe de Área Externa la decisión de eliminar la seguridad del
Centro de Salud Ceferino, argumentando como principal motivo la falta de
presupuesto. Al fin y a cabo 30 mil
pesos era demasiado dinero para resguardar la seguridad de un empleado público.
Precisamente en este último Centro referido es donde el
pasado lunes 1º sucedió un aberrante hecho de violencia en contra de una trabajadora médica, en el cual se puso en
peligro su integridad física e incluso su vida, además de la afectación
emocional del resto del equipo de trabajo que presenció el hecho.
Como no podemos, ni queremos ser presa de un sistema
burocrático, insensible, e ineficiente en cuanto al manejo del “recurso
humano”, recurso humano que somos nosotros “las personas”, es que apelamos a la sensibilidad de la
comunidad en general para colaborar en la construcción de nuestra ciudadanía,
basándonos en la solidaridad y el respeto mutuo.
Las condiciones dignas y seguras de trabajo en nuestros
ámbitos laborales son indispensables para brindar un servicio de salud en
cantidad y calidad adecuada a las necesidades de nuestra comunidad.
TRABAJADORES DE LA SALUD DEL AREA EXTERNA DEL HOSPITAL DE ESQUEL.
* Coordinadora CAPS Sgto. Cabral
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario