Por Darío Aranda
Foto:
MOCASE-VC
Campesinos de todos el país llegaron ayer al Congreso
Nacional para presentar un proyecto de ley para el sector. Sólo hubo tres
diputados presentes y duró 34 minutos. Descontento de los campesinos y críticas
para el Poder Legislativo y la
Presidenta.
Organizaciones campesinas de todo el país viajaron hasta
Buenos Aires para presentar diez puntos de política agropecuaria para el
sector, contenidos en un proyecto de ley. Sobresale el pedido de creación de un
instituto para la agricultura familiar y la necesidad de frenar los desalojos.
El lugar de presentación fue el edificio anexo de Congreso Nacional, en una
audiencia con legisladores, pero sólo concurrieron tres diputados (uno se fue
antes de que termine la audiencia) y la jornada duró sólo 34 minutos. “Salí
ayer a las 2 de la tarde de Santiago. Llegué esta mañana, ni siquiera comimos,
y nos dan palmadita en la espalda y no dicen que sigamos así. Es
decepcionante”, sinceró Ignacio Avellanal, campesino santiagueño de Añatuya e
integrante de la
Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino (Acina).
“Vamos por lo que falta”, fue el título de la convocatoria
lanzada por el Movimiento Nacional Campesino Indígena Vía Campesina (MNCI), el
Frente Nacional Campesino (FNC), la Asamblea Campesina
Indígena del Norte Argentino (Acina), la Coordinadora de
Organizaciones Campesinas Indígenas y Trabajadores rurales de Argentina
(Cocitra) y el nuevo Frente Agrario del Movimiento Evita. El documento señala
la necesidad de transformar el sistema agropecuario actual “concentrado y
extranjerizado”, y fortalecer un modelo basado en la soberanía alimentaria y la
agricultura familiar. Diez puntos, en lo que sobresale la creación de un
"Instituto de la
Agricultura Familiar" y el freno a los desalojos
rurales.
La gacetilla de invitación finalizaba: “Vamos por lo que
falta para consolidar el modelo nacional y popular y que fortalezca nuestra
soberanía alimentaría”.
Audiencia
La cita era a las 14 en el Anexo del Congreso Nacional.
Desde 20 minutos antes, decenas de campesinos y dirigentes rurales estaban ya
sobre la puerta que da a la calle Rivadavia. A las 14.10 ya estaban todos en la
amplia Sala I. Había muchos referentes de las organizaciones del campo. Pero
faltaban los diputados, que llegaron recién a las 15. De inmediato comenzó la
audiencia.
“Este proyecto nace del diálogo de las organizaciones y
cuenta con el apoyo del compañero (Emilio) Pérsico (subsecretario de
Agricultura Familiar, y dirigente del Movimiento Evita), que le ha dado otra
dinámica a la
Subsecretaría”, recordó José Luis Castillo, de la Acina, y remarcó la
necesidad de un instituto de la agricultura familiar: “No es nada alocado. Así
como está el INTA, debemos tener uno específico de la agricultura familiar,
como tienen los otros países de la región”.
Benigno López, formoseño del Frente Nacional Campesino
(FNC), precisó que el sector “no cuenta con presupuesto adecuado”, y precisó
que “es abultado el presupuesto del Ministerio de Agricultura, pero muy poco
llega a la agricultura familiar”. López definió la situación campesina como
“delicada” y recordó que “se perdió ganadería, sembrado y ni agua tenemos en
muchos parajes”.
“Aquellos que apoyamos el proyecto nacional y popular,
creemos que es necesario profundizarlo y democratizar el campo, democratizar la
producción y comercialización. Podemos bajar el precio de los alimentos”,
destacó el dirigente formoseño. Señaló que la creación de la Subsecretaría fue
“un paso”, pero sostuvo que “hay que dar otros pasos”. Por ejemplo, reclamó
“dejar de seguir financiando a los grandes” actores del modelo agropecuario.
Raúl Galván, chaqueño de la Cocitra, pidió “políticas
públicas que aporten a nuestro sector para avanzar en el proyecto nacional y
popular”. Pero aclaró que “no se puede avanzar si el 90 por ciento de las
mejores tierras están en manos del agronegocio, en función del mercado mundial
y del capital, y no en función del pueblo”.
“Es contradictorio para que pueda avanzar un proyecto
nacional y popular si lo que avanza es el agronegocios, que destruye el
ambiente, de Tierra del Fuego hasta la Quiaca. Hay que decir que no se la ha puesto un
freno al agronegocios, al contrario, sigue avanzando”, denunció Galván. Y
aclaró que no sólo se debe discutir por fondos, sino también la posesión de la
tierra, los medios de producción, el agua y la autonomía de las organizaciones.
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